
1912: asesinato de Canalejas
165 aniversario de El Norte de Castilla ·
El presidente del Gobierno, tiroteado por el anarquista Manuel Pardiñas el 12 de noviembre de 1912, inició su carrera política como diputado por Soria, gracias a promesas ferroviarias que nunca se cumplieronEl 12 de noviembre de 1912 el anarquista Manuel Pardiñas asesinaba al presidente del Gobierno, José Canalejas y Méndez, mientras miraba el escaparate de la librería San Martín, en la Puerta del Sol de Madrid. Su muerte, que yugulaba la posibilidad de estabilizar el sistema político de la Restauración mediante la creación de un bloque de izquierda liberal presidido por él, tuvo un eco importante en la sociedad.
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Curiosamente, su bautizo en las lides políticas parlamentarias se había producido en tierras de Castilla y León, concretamente en Soria. La peripecia, representativa sin duda de los modos y maneras de hacer política en aquellas fechas, la han desgranado con detalle autores como Carmelo Romero y Carmelo García Encabo.
Nacido en el Ferrol el 31 de julio de 1854, Canalejas era abogado de profesión y durante su juventud simpatizó con el Partido Demócrata Progresista, afín a las ideas republicanas. Más adelante, ya en plena Restauración, se afilió al Partido Liberal. Pocos saben que Canalejas se estrenó como diputado cunero por Soria a contracorriente, batiendo al entonces candidato gubernamental y haciendo gala de una capacidad negociadora más que convincente. Así se ganaban entonces las elecciones.
Eran tiempos en los que las 'fuerzas vivas' de Soria anhelaban la llegada del ferrocarril, pues en él cifraban un futuro laboral menos gris para la clase obrera y también, desde luego, un maná de prosperidad, riqueza y bienestar para la provincia.
Un deseo soriano que Canalejas supo explotar de manera inteligente a favor de sus intereses. En junio de 1881, el joven José Canalejas y Méndez, que apenas contaba 26 años, actuaba en una reunión convocada en el Instituto de Soria por la Junta Especial de Ferrocarriles proponiendo impulsar la línea ferroviaria de Madrid a Francia, que habría de pasar por el Valle del Roncal. En similares términos habló un mes después en el Teatro de la Capital.
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Abiertas tales expectativas, el Ayuntamiento no tardó en expresar su apoyo a la candidatura canalejista. También se entrevistó con autoridades políticas y mayores contribuyentes de la provincia, reiterando sus promesas ferroviarias y deslizando, de paso, veladas represalias en caso de no resultar elegido. El 29 de junio de 1881, 231 electores de la provincia firmaban un manifiesto en apoyo de su candidatura. Su triunfo no tuvo contestación. En 1884 repitió escaño por Ágreda. La aventura soriana inauguraba así la dilatada carrera política de quien tiempo después accedería a cuatro carteras ministeriales (Fomento, Gracia y Justicia, Hacienda, Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas) antes de presidir, en 1910, el Consejo de Ministros.
Su asesinato, ocurrido el 12 de noviembre de 1912 de manos del anarquista Manuel Pardiñas, sorprendió incluso a los policías que formaban su escolta, que al menos pudieron acorralar al asesino. Este se suicidó al instante.
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«Un crimen brutal, odioso, sin explicación alguna y cometido de cobarde modo por un asesino anarquista, ha puesto luto en la nación. El presidente del Consejo, don José Canalejas, ha caído muerto, herido por la espalda, en plena Puerta del Sol, cuando como un particular, a pie y solo, al dirigirse al Consejo, miraba los libros –su afición favorita– en el escaparate de una librería. El crimen, que priva a España de uno de sus hombres más ilustres, ha causado en el pueblo entero dolor inmenso e indignación violenta», lamentaba El Norte de Castilla que, identificado con el ideario liberal del ferrolano, exaltaba sus virtudes políticas y humanas:
«Era Canalejas, cuya pérdida hoy llora la nación, hombre bondadoso, político demócrata de verdad, gobernante liberal hasta los últimos limites compatibles con el orden. (…) Durante su Gobierno, la pena de muerte ha estado virtualmente abolida, pues en todos los casos aconsejó al rey el indulto de los reos». La muerte violenta de Canalejas abrió una profunda crisis de liderazgo en el Partido Liberal. El entierro se celebró el 14 de noviembre por la tarde, y se le tributó honores de capitán general con mando en plaza.
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Por la espalda
El Norte del 13 de noviembre de 1912 informó del atentado, cometido por un anarquista que le disparó dos tiros por la espalda mientras miraba una librería. El terrorista se suicidó.
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