Valladolid gradúa a la primera promoción de médicos postcovid

La banda de graduación de color amarillo oro de esta carrera sobre vestuarios muy escogidos y familiares de todas las edades, incluidos varios bebés, llenaron las gradas del salón del Centro Cultural Miguel Delibes que acogió el acto, presidido por el Rector de la UVa, Antonio Largo y el decano de la Facultad, José María Fidel Fernández.

Una nueva promoción a la que ahora le espera el también largo recorrido delMir al que los que fueron sus profesores también aludieron en el acto.

Y un padrino de honor, el del profesor José María Eiros Bouza. El catedrático de Microbiología repasó la transcendencia del largo camino vocacional que ahora emprenden los nuevos galenos.

Profundizó en el análisis sobre el ser humano desde la filosofía pasando por Boecio, Einstein o Kant hasta la genética o la biología para llegar a destacar que «el ser trasciende lo biológico. Pasa por lo corporal, lo psíquico, por la organización –eso compete a la sociología–, por el sistema que nos damos –la política– o por la dimensión cultural o de trascendencia que podamos aportar cada uno».

Repasó la necesidad de agradecimiento a quienes han hecho posible que estos jóvenes graduados, desde preescolar, puedan «estar hoy aquí», familiares y compañeros.

Bajo el título de 'Ser médicos en el siglo XXI', el profesor Eiros recordó a los ya exalumnos que ser médico tiene cuatro facetas fundamentales: «la de la asistencia, la investigación, la docencia y la gestión. Se ejerce esta casi cuádruple actividad de una manera casi imperceptible» y les recordó que sepan aprender de los modelos y profesionales más experimentados.

«Quiero deciros que es preciso que adquiráis cierta sensibilidad para tratar a cada persona con matices distintos, escuchar es un arte, prestar atención, ser acogedores y resultar siempre alentadores es gran parte de nuestra carrera».

Citó a Baltasar Gracián que en 'Oráculo manual y arte de prudencia' decía «Sea uno primero señor de sí, y lo será después de los otros» para indicar a los recién titulados que «este señorío es lo que yo os deseo para cada día. Sois médicos no para vosotros mismos, lo sois para los demás». Y en esta misma línea y sabiendo que «este siglo XXI está marcado por el desarrollo tecnológico, el BIG Data...» y que hay «una creciente deshumanización», abogó por recuperar esta cercanía con el ser humano porque «seréis médico todas las horas. La sociedad espera que los médicos actuemos conforme a nuestra identidad». De ahí, que nuestra gestión pase por combinar el conocimiento y experiencia», les reclamó, pero «también un marco de magnanimidad para servir a otros».

Fue el decano de la Facultad de Medicina, el doctor José María Fidel Fernández, el que, arrancando risas más de una vez en su intervención, dejaría palabras en busca de que los alumnos vuelvan, que se formen y viajen desde un punto de vista académico y de experiencia; pero que ejerzan finalmente en esta tierra. Sabedor de las dificultades para fidelizar a los profesionales de la salud incidió en ello reiteradamente y 'presumió' de que la formación recibida en Valladolid deja a los alumnos entre los mejores resultados de las pruebas del MIR. También les reclamó que investigaran y que fueran conscientes de que tendrían que estudiar toda su vida «hasta la jubilación».

Por su parte, el rector de la Universidad,  Antonio Largo, destacó que «normalmente se gradúan 180 después de entrar unos 185 en primero» y que «hoy es un día bonito para la universidad, en el que se despide a una promoción con buena preparación en un ámbito que es muy necesario además para la sociedad».

Por su parte, el consejero de Sanidad, el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, destacó «estar convencido de que se cubrirán todas las plazas ofertadas del MIR» y destacó que «la comunidad no es de las primeras en ser elegida pero tampoco de las últimas y que hay servicios que se eligen al principio y otros cuestan más». Y valoró que el hecho de que con el sistema EBAU accedan muchos estudiantes foráneos tanto en Valladolid como en Salamanca a estudiar medicina hace que no tengan su arraigo en esta tierra y opten luego por volver a sus zonas de origen. «Los especialistas que no tienen arraigo en la tierra tendrán más posibilidades de elegir otros lugares para trabajar, por eso la importancia de disponer de más alumnos castellanos y leoneses de Medicina», precisó. Y lo mismo, añadió, «sucede cuando acaban el MIR».