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«Después de medir las clases y tratar de reubicar los pupitres para cumplir con la distancia de metro y media de seguridad, hemos comprobado que no se puede mantener tal medida en las aulas de segundo, quinto y sexto de Primaria». Las familias del ... colegio Kantic@, en Arroyo, recibieron este lunes por la mañana este mensaje en un correo electrónico remitido por la dirección del centro, en el que se alertaba de que les iba a resultar imposible garantizar las medidas de seguridad en tres clases porque no había metros cuadrados suficientes. Esto el lunes, bien temprano, poco antes de las nueve de la mañana, a escasas 48 horas del inicio del curso escolar.
A mediodía, Alberto Labajo, director del centro, respiraba aliviado y tranquilizaba a las familias. «Nos van a desdoblar». A lo largo de la mañana, el inspector educativo visitó las instalaciones, comprobó que no se cumplían las distancias en esos cursos y el cole informaba de que finalmente habrá desdobles en segundo y quinto (llegarán dos profesores de refuerzo) y de que las clases de sexto serán reubicadas en las salas de profesores, de música y en el aula de psicomotricidad para garantizar esa distancia de seguridad.
Es tan solo un ejemplo de la frenética actividad que se vivió este lunes en los colegios, con decisiones de última hora, reuniones de claustros, visitas de inspectores, cursos 'on line' de formación anticovid, revisión de horarios (ante el anuncio 'in extremis' de la llegada de más profesores) y comprobación de que en las aulas se cumple ese metro y medio de distancia entre alumnos a la que se comprometió la Junta (en el protocolo firmado con el Gobierno y las comunidades).
La consejera de Educación, Rocío Lucas, aseguró que «todas las aulas» en las que habrá clase desde este día 9 guardarán ese metro y medio entre alumnos. «Tenemos la garantía de que será así. La inspección educativa ha recorrido todos los centros escolares para comprobar que se cumple con la distancia social».
Este lunes por la mañana, por ejemplo, visitaron el colegio Isabel la Católica. «Teníamos problemas con dos clases, dudas sobre cómo colocar los pupitres para aprovechar el espacio. Al final se ha solucionado», asegura María Dolores Díez, directora de un centro que, a las 10:30 horas, recibía la noticia de que dispondrán de una profesora más, a tiempo completo.
«Estamos muy justitos de espacio, pero lo hemos conseguido cuadrar», indica Leticia Castro, directora del García Lorca. Allí, en la mayor parte de los cursos, apuran hasta el máximo la ratio de 25 alumnos («caben por los pelos, pero bien»), aunque en primero de Primaria (donde había dos grupos de 26) han desdoblado a dos de 18 y uno de 16. Para ello, utilizarán una aula del centro que permanecía vacía. Los colegios que han tenido que hacer hueco a estos nuevos grupos resultantes de los desdobles han tenido que echar mano de esas aulas vacías (si es que las había) y recurrir a otros espacios, como bibliotecas o clases de música.
«Algunos centros nos habían comentado que no disponían de clases suficientes para hacer desdobles. Pero los inspectores, en esos casos, han señalado algunas aulas, como las de psicomotricidad, que podrían acoger a los nuevos grupos», asegura Lucas. De este modo, no será necesario, ha explicado la consejera, recurrir a espacios ajenos a los centros educativos para impartir clase.
«Nosotros estamos al máximo, no nos cabe ni un alumno más», advierte Isabel Bartolomé, directora del Macías Picavea. Hay tres clases a punto de reventar las costuras. En sexto de Primaria son 24. En tercero y cuarto, 18. «Con ese número podemos respetar el metro y medio. Pero no cabe nadie más. Ya he avisado de que no podemos recibir a más niños a lo largo del curso», indica. Y esto, en su centro, es algo habitual.Sobre todo, familias extranjeras que llegan a Valladolid a mitad de un trimestre y necesitan escolarizar a sus hijos. «El año pasado tuvimos seis niños, eran primos, de una familia de refugiados. Si este año hay un caso así, no sé lo que haremos, porque no nos cabe en clase un pupitre más», alerta Bartolomé. «Ha sido un rompecabezas, pero hemos podido cuadrar las distancias, los horarios, los accesos», dice Mari Carmen Leal, directora del Gonzalo de Berceo.
Y, sin embargo, hay centros que dudan de esa garantía de la consejera. «Aquí no podemos cumplir el metro y medio, a no ser que colguemos a algún niño del techo con arnés», bromea el director de un colegio de la capital con 600 alumnos matriculados. «Si coges el metro y vas clase por clase, verás que es muy difícil cumplirlo. Sobre el papel, queda muy bien. Pero hay que dejar espacio al profesor, otro poco cerca de la puerta... Podemos garantizar que hay distancia entre pupitres, que si los niños se levantan no se cruzan con otros, que hay separación suficiente para que no se toquen. Eso sí. Puede que sea 1,40 metros. Pero si la norma es el metro y medio, no todas las clases se cumplen», añade.
«Hemos recibido este mismo mensaje de parte de varios centros», confirma Isabel Madruga, de CSIF, uno de los cuatro sindicatos (junto aUGT, ANPE y STECyL) que el sábado firmaron un convenio por la Junta que, entre otros puntos, recoge la necesidad de contratar a más profesores en el caso de que no se cumpla esa distancia de seguridad en las aulas. «Hemos pedido a los centros que se sientan en esta situación que lo comuniquen, porque hay un compromiso de respetar esa separación», añade Madruga, quien recuerda que hay comisiones de seguimiento para garantizar que se cumple el ecuerdo.
La consejera de Educación explicó que, «hasta el momento» (la cifra puede crecer ante esas necesidades) se han contratado a 687 docentes para centros públicos, que asumirán esos desdobles de aulas o cubrirán las horas lectivas que no podrán impartir los profesores designados en los equipos covid, que velarán por el cumplimiento de los protocolos en sus colegios e institutos. Además, habrá otros 220 profesores que reforzarán la enseñanza concertada. Comisiones Obreras (que no suscribió el acuerdo) cifró en 1.700 los docentes que sería necesario contratar para rebajar las ratios (de 22 a 15 en Infantil, de 25 a 20 en Primaria) y garantizar la distancia holgada dentro de las aulas.
La Asociación de Profesores de Castilla y León pidió que se retrase «al menos una semana» la vuelta a las aulas, para dar tiempo a los equipos directivos a organizar los centros y a que dispongan de todos los profesores necesarios. «Desde que el 13 de marzo cerraron los centros educativos en Castilla y León ha habido tiempo más que suficiente para prepararse», lamentaron, al tiempo que recordaron que había centros que este lunes recibían la confirmación de que les desdoblaban clases y recibían nuevos profesores, lo que obligaba a redefinir horarios. A escasas horas del inicio del curso.
También este lunes, responsables de los equipos covid de cada colegio recibieron, a mediodía, un curso 'on line' por parte de profesionales de los centros de salud con indicaciones sobre cómo gestionar los posibles casos positivos en sus centros, a partir del protocolo suscrito a finales de agosto entre el Gobierno y las comunidades.
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