El edificio centenario que ya no volverá a ser un hotel

Cobreros compró el inmueble en mayo de 2022 a través de la sociedad Zángano S.L., de la que es único propietario. En la fecha en la que se materializó la operación de compra, el Marqués de la Ensenada acogía el Centro Social Okupado La Molinera, centro que fue desalojado de forma definitiva el mes pasado. «Ahora mismo, de lo que estamos pendientes es de los resultados de la valoración técnica que se está realizando en todo el edificio por parte de la administración y también con parte de personal técnico», adelanta el empresario.

«Se trata de un edificio declarado como Bien de Interés Cultural y todo lleva sus procesos, lo que está claro es que quiero asegurarme de los favorables resultados de esos informes para dar el siguiente paso», añade Cobreros, quien explica que «no se ha desalojado el edificio, ni se ha dejado sin uso para no sacarle el máximo partido y aprovechamiento a la hora de darle una nueva vida». Cobreros no suelta prenda sobre si lo que acogerá el antiguo hotel será una residencia de ancianos, una residencia de estudiantes o pisos turísticos, viviendas de uso particular, entre otros posibles usos.

De hecho, no han sido pocos los proyectos que ha albergado esta centenaria edificación desde que en 1912 se asentaran sus cimientos para albergar entonces la fábrica de harinas La Perla, que mantuvo su actividad hasta 2006. Ese año un constructor compró la propiedad e inauguró en 2009.

No duró demasiado el negocio, ya que seis años más tarde, ya en 2015, se produce un cambio de propietario tras las venta del hotel y solo dos después, a principios de 2017 el hotel echa definitivamente el cierre. La Seguridad Social termina por embargar el negocio por las deudas que arrastraba con proveedores y empleados y los saqueos y el vandalismo terminaron por denostar las instalaciones del que fuera el único hotel de 5 estrellas que ha tenido la ciudad de Valladolid.

El Marqués de la Ensenada fue ocupado en 2018 y reconvertido en el Centro Social Okupado La Molinera, que fue desalojado en un primer momento en 2022, aunque volvieron a ocuparlo de nuevo. Finalmente, el 18 de abril y con un fuerte despliegue policial los okupas son desalojados cumpliendo con la orden judicial dictada por el Juzgado de Instrucción número 1 de Valladolid. «No estaba en malas condiciones cuando hemos entrado y se va a intentar sacar el máximo aprovechamiento de la construcción que cuenta con una ubicación perfecta», finaliza Cobrero