Distancia que separan a los dos locales asaltados; el del local con el letrero de 'ria' y el DIA, al fondo de la fotografía. Foto y vídeo: R. Jiménez

Valladolid

Dos atracos a punta de pistola en cuatro días: qué pasa en la calle Aurora

Los comerciantes de la zona se muestran preocupados y la Policía asegura que son hechos «aislados»

Álvaro Muñoz

Valladolid

Jueves, 7 de diciembre 2023, 20:20

400 metros de calle y una decena de negocios. Todos ellos de barrio y casi todos con solera después de décadas en el mismo emplazamiento. Los mismos que viven desde hace una semana con cierto nerviosismo después de dos atracos a punta pistola de aire ... comprimido en la calle Aurora del barrio de La Farola. Saben que ellos podrían haber sido los 'elegidos' por los atracadores, todos ellos detenidos, lo que se transforma en una calma tensa en cada recoveco de la vía.

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Lo comentan los vecinos en cada portal. Otros en cambio, no saben lo que ha sucedido en las tardes del sábado y del martes. Durante el fin de semana, dos jóvenes asaltaron a punta de pistola el supermercado DIA para llevarse más de 4.000 euros, y el martes, un hombre maniató al empleado de un locutorio para huir a la carrera con 190 euros. Momentos que han dejado un poso psicológico en los trabajadores que lo vivieron en primera persona, además de incertidumbre en todos los vecinos y comerciantes de la zona.

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Es el caso de Carlos Alejos, propietario del bar Dial, y que habla de «casualidad» al albergar su calle y su barrio estos dos sucesos. A pesar de todo, y con inquietud, le toca seguir al otro lado de la barra. Atesora 37 años de experiencia con el mismo establecimiento hostelero, tiempo en el que no recuerda dos hechos similares en casi cuatro decenios. «Estoy un poco intranquilo. Llevo aquí muchos años y nunca me ha pasado nada. Miedo no tenemos porque no lo podemos tener. Pero hay momentos en los que te puedes quedar solo y es ahí donde creo que actúan más. Que lo hagan con una pistola acojona», detalla mientras apura la preparación de las tapas de queso para la hora del vermú.

«Miedo no tenemos porque no lo podemos tener»

Carlos Alejos

Bar Dial

Le toca seguir levantando la verja cada mañana, pero ahora es diferente. «Somos bares y tiendas de barrio. Los 'malos' tienen que saber que tampoco se pueden llevar mucho. Hacemos muchas horas de trabajo para que después te lo quieran llevar. Lo peor es el susto que te meten», agrega el experimentado hostelero, que aprovecha la ocasión para solicitar más presencia policial por la zona.

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«Todo lo que sea más Policía está muy bien. Pero si tienen intención de hacerlo, van a esperar a que se vayan. Creemos que han sido episodios esporádicos, pero queremos que nos dejen tranquilos. Vivo cerca y completaré todos los días el mismo camino», concluye Alejos.

«Nos podía haber tocado a cualquiera, pero creemos que hace falta más seguridad»

Gerardo Rodríguez

Tienda Busco detalles

La reivindicación del hostelero se hace extensible con todo aquel al que se le pregunta. A nadie le importa ver más policías si no tiene nada que esconder. Le pasa también a Gerardo Rodríguez, que al igual que el locutorio atracado, ha abierto su negocio en la calle Aurora recientemente.

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Resignación

Llevan menos de dos meses tras hacer crecer su empresa para alternar ahora lo 'online' con lo presencial a la hora preparar 'brunchs' y desayunos sorpresa. Ahora les toca convivir con las pesadillas que han sufrido sus vecinos en forma de asaltos, pero que no les cambiará su filosofía del día a día. «Nos podía haber tocado a cualquiera. Creemos que hace falta un poco de seguridad, pero seguiremos igual y con las medidas que teníamos hasta la fecha», incide Rodríguez en mitad de su jornada laboral, mientras hace un apunte de resignación. «No puedes hacer mucho más. Lo que tenga que ser, será».

«No es que estemos acostumbrados, pero se empieza a dar más de lo que se debería»

María del Carmen Bravo

Bar Saga

El recorrido por los comercios, en los que muchos han preferido no dar la cara por motivos de seguridad, se remata en el bar de María del Carmen Bravo, propietaria del bar Saga. En este jueves está en plena decoración navideña y en el atraco del martes estaba cerrado. «Menos mal, porque parecía que tenía intención de pararse aquí a tomar una cerveza (el atracador fue detenido en una casa de apuestas del camino de la Esperanza mientras remataba una cerveza) por lo que nos han dicho. Es surrealista, parece de cuento. Notas a la gente un poco revuelta porque han sido muy seguidos. No es que estemos acostumbrados, pero se empieza a dar más de lo que se debería», recalca al otro lado de la barra.

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Insiste en que es un barrio de gente trabajadora en el que se conocen todos. «Entran en sitios que creen que puede haber dinero. Aquí no lo tenemos», enfatiza Bravo con la esperanza de que mañana se comente otro hecho más allá de los atracos. «Tenemos que hacer vida normal», concluye.

Casualidad

Por su parte, desde la Policía Nacional insisten en que los dos atracos en cuatro días en escasos metros son «aislados» y que no tienen relación. Aseguran que se han dado en el mismo emplazamiento por «casualidad» y que no responden a ningún factor externo. «Lo más importante es que se les detuvo», agregan.

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