Primitivo Gutiérrez señala las humedades que desde hace casi dos meses le obligan a dormir en el sofá de su casa Rodrigo Jiménez
Viviendas de protección oficial en Valladolid

«Dormir en esa habitación con el agua cayendo es como una tortura»

Dos vecinos de la calle Rastrojo de Valladolid denuncian el «abandono» sufrido ante las humedades provocadas desde hace casi dos meses por una avería en una de las VPO de la Junta

Sábado, 12 de febrero 2022, 00:14

Un frente común. Es la medida que ha juntado a dos vecinos de la calle Rastrojo ante lo que consideran un «abandono» por parte de la Junta de Castilla y León, propietaria de la vivienda de protección oficial (VPO) que en fechas navideñas sufrió una ... avería en una de las tuberías que, tras el continuo uso del agua corriente por parte de sus inquilinos y la «dejadez» del gobierno autonómico, ha formado humedades y una gotera que le han obligado a deshabitar dos de las dependencias de sus casas desde hace casi dos meses.

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El problema radica en que el tramo de cañería afectado «no está cubierto» por el seguro que la Junta posee sobre el inmueble, revelan los vecinos tras informarles fuentes de sus aseguradoras de este hecho después de numerosos peritajes estériles realizados en sus domicilios y conversaciones con la homóloga contratada por el órgano administrativo correspondiente -en este caso el Servicio Territorial de Fomento- durante estos meses.

Impotencia es la palabra que más repite el vecino del Bajo B del número 12, Guzmán Sancho, padre de familia de 48 años, al preguntarle por la situación que vive a diario desde que el pasado 2 de enero, a la vuelta de sus vacaciones, se encontró con una humedad en una de las paredes de su hogar, un coqueto piso de dos habitaciones. Es la de su hija Carlota, estudiante de Decoración e Interiorismo de 18 años, que se ha visto obligada a dejar su habitación ante el avance de las filtraciones que debilitan la pared -que alberga incluso pequeños cercos de moho- en la que reposa el cabecero de su cama.

Ante el miedo a posibles desprendimientos y la incomodidad producida por el olor que se desprende, se ha instalado en el sofá cama del salón. «Le duele la espalda y no descansa bien», asegura Guzmán, que no entiende cómo han llegado a esta situación.

Del otro lado de la pared reside Primitivo Gutiérrez, jubilado de 67 años, que convive con su mujer Carmen y su hija Jennifer en el Bajo B del portal número 10. En este caso, él y su esposa se ven desplazados de su cama por culpa de una gotera y varias humedades que ocupan medio techo de la estancia e incluso llegan a la cocina y el pasillo de su casa. «Llevaremos casi dos meses durmiendo en el sofá», lamenta Primitivo. «Tenemos que abrir todo y ponemos ambientadores porque el olor si cerramos es insoportable», apunta.

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Primitivo descubrió el pasado 22 de diciembre que había una gotera en el techo de la habitación y estaban saliendo pequeños cercos de humedad en las esquinas. Inmediatamente, le comunicó al vecino del 1ºB la avería. Este, arrendado en la VPO, se exculpó por su condición de alquilado y refirió las atenciones a la Junta. Sin mayor inconveniente hasta entonces, Primitivo recurrió a su seguro y el día 27 un perito acudió a observar el origen y alcance de la fuga. Una antigua tubería, de la que se había arreglado una parte el pasado año, perdía agua en otra zona de su recorrido.

El calendario desfavorable por la acumulación de festivos, el continuo uso del agua por parte de los inquilinos y las desavenencias entre compañías provocaron continuas visitas de peritos «incluso judiciales», cuyos informes no lograron dar solución al problema. Con el tiempo corriendo en contra de Guzmán y Primitivo, las humedades se expandieron y agrandaron el deterioro de ambos bajos.

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Además, la fuga de la tubería ha llegado incluso a la fachada del edificio, donde una mancha de unos cincuenta centímetros -en su punto más ancho- se muestra perfectamente visible en el exterior del edificio, por lo que admiten que «han llegado a al límite». «Demasiada paciencia hemos tenido», concluyen.

La Junta se hace cargo

Está de acuerdo con esta afirmación el jefe del Servicio Territorial de Fomento en Valladolid, Felix Romanos, que se pone en el lugar de los vecinos. «Yo también pondría el grito en el cielo», admite a la vez que niega «cualquier falta de atención a los vecinos». «Estas cosas llevan su tiempo», glosa. Avanza a su vez que «hay operarios trabajando desde finales de la semana pasada para subsanar el origen de la gotera en el 1ºB» y revela que el retraso en el comienzo de las reparaciones ha sido fruto de «la tardanza de casi un mes en redactar informes y peritajes entre las compañías aseguradoras».

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De igual manera, Romanos indica que cuando surge una problemática de este tipo, «siempre se recomienda utilizar lo menos posible el agua y cortarla cuando se puede» pero «algunos hacen caso y otro no». No obstante, asevera que «la Junta se hará cargo de los arreglos pertinentes en el piso que tiene la avería» y cuando se hayan solucionado, informarán a los vecinos para que sean sus aseguradoras las que acondicionen de nuevo las humedades y goteras en sus viviendas. «En caso de que entre aseguradoras no se entiendan, se reclamará lo que haga falta si es preciso», comenta Romanos.

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