Fernando Cuadrado Concejo, el hijo de Eulogio, el veterinario, y de María Consuelo, nació hace 79 años en Siete Iglesias de Trabancos para después mudarse a la capital a cursar sus estudios de Medicina antes de emprender un periplo laboral que le llevó a ... La Coruña en los años ochenta. Allí, donde ejercía como jefe del Servicio de Rehabilitación del actual Hospital Universitario y era presidente de la asociación Pro Vida, vivía con mujer y tres hijos pequeños cuando se le perdió la pista para siempre. Ocurrió en la tarde del 28 de diciembre de 1990, hace treinta largos años, cuando salió de casa con lo puesto y dos mil pesetas en el bolsillo para hacer la compra en una carnicería cercana. Nunca regresó. Sus familiares encontraron después la bolsa con la compra en el portal de su domicilio, próximo al estadio de Riazor, donde fue visto por última vez por un vecino. No llevaba documentación, su coche estaba en el garaje...
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Al día siguiente comenzó una búsqueda infructuosa, en la que se barajaron todo tipo de hipótesis, desde una huida voluntaria –hubo quien le situó en Sudamérica–, un suicidio o una agresión vinculada a su activismo antiabortista hasta un secuestro (por el Grapo). Pero nada. El caso durmió el sueño de los justos y llegó a ser sobreseído provisionalmente (no archivado) meses después al entender el juez que lo más probable es que pudiera tratarse de una fuga voluntaria. Una hipótesis extraña, de entrada, que la familia nunca compartió. El resto de pesquisas, sin embargo, acabaron en vía muerta.
La bolsa de la compra
Los compañeros del hospital descartaron que tuviera problemas laborales, su familia defendió que tampoco observó nada anómalo en los días previos y no constaban cuadros psiquiátricos. Y a todo ello habría que sumar que saliera de casa sin documentación, sin dinero y sin sus gafas (de ver) o, menos aún, que hiciera la compra para la cena –esa noche tenían invitados– y regresara al portal con la bolsa y se marchara luego dejándola allí. El caso es que de allí se esfumó.
La investigación, en la que llegó a barajarse un secuestro del Grapo, se aparcó por falta de pistas hace 29 años
¿Dónde está entonces el doctor Cuadrado? La Policía Nacional intenta ahora, treinta años después, dar respuesta a esa incógnita que pesa como una losa sobre su familia. Para ello han retomado la investigación, de entrada, cotejando muestras de ADN con los archivos de indicios biológicos de fallecidos sin identificar. Y ahora, este mismo lunes, los agentes han difundido un 'retrato de envejecimiento' con el rostro que podría tener actualmente el doctor Fernando Cuadrado Conejo, de 79 años. Tenía 49 cuando desapareció en la tarde de aquel último sábado de diciembre de las Navidades de 1990. Eso además de haber introducido sus datos en las bases de Interpol para ampliar el radio de búsqueda.
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Fernando Cuadrado tendría ahora 79 años, mide 1,62, es de complexión normal, pelo ondulado, nariz fuerte y ojos claros. Los agentes apelan a la colaboración ciudadana para intentar desentrañar el misterio que rodea la desaparición del traumatólogo vallisoletano y han habilitado un número de teléfono (981166328) para recoger cualquier pista o indicio de posibles testigos. El caso continúa abierto.
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