Los doce vallisoletanos atrapados en Sudáfrica regresarán entre el lunes y el martes vía Frankfurt

«Estamos alojados en un hotel cerca del aeropuerto (Premier Hotel OR Tambo), cada uno en nuestra habitación, porque nos han dicho que la ciudad es muy peligrosa y conviene no salir, además ahora con esta variante de la covid las cosas se han puesto peor», explicaba la concejala de Educación del Ayuntamiento de Valladolid, Victoria Soto, en conversación telefónica desde Johannesburgo.

La edil, junto con su marido, son dos de los turistas que se ha visto afectados por esta situación. Buena parte de este grupo está formado por docentes jubilados que han trabajado en diferentes centros educativos de Valladolid. Han disfrutado de un viaje en el que han visitado el Parque Kruger, una de las reservas naturales más importantes del continente, o las cataratas Victoria, situadas en la frontera de Zambia y Zimbabue, entre otros lugares.

El vuelo concertado con el touroperador estaba contratado con la compañía Swiss para aterrizar en Zúrich y desde allí volver a España. Sin embargo, este país, que no pertenece a la Unión Europea, solo permite ahora la entrada de nacionales y prohibe la escala de los viajeros en tránsito, lo que dejó a este grupo en tierra el pasado sábado, a pesar de que todos habían dado negativo en la prueba PCR. La estancia en el hotel después de perder esos vuelos ha corrido, por el momento, a costa de estos viajeros, que esperan que recuperar el dinero.

La concejala reconoció que el grupo lo ha pasado «muy mal ante esta situación de incertidumbre». Ya en la tarde del domingo vieron cómo se despejaba el panorama tras sus intensas gestiones.

María Emiliana López desatacó los controles que las autoridades sudafricanas han puesto en marcha en los últimos días tras saltar la alarma por esta agresiva variante del coronavirus. «Antes de entrar a cualquier lugar te miden la temperatura y el gel o te lo he dan o hay dispensadores a la entrada», explicó. «El sábado pasamos mucho agobio, porque estuvimos en el aeropuerto todo el día desde la ocho de la mañana hasta las 20:30 horas. Ahora ya estamos mucho más tranquilos», apuntaba la maestra jubilada.

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