Los doce mejores fichajes de este año ya estudian en la Universidad de Valladolid

En concreto, en la Facultad de Ciencias, fue el Decano, Isaías García de la Fuente, el encargado de recibir al nuevo alumnado. Lo hizo en el Aula Magna del Aulario con un mensaje cargado de motivación y confianza en el potencial de los nuevos universitarios. Les explicó la historia de la Facultad de Ciencias que este curso que comienza cumple su centenario. «Espero que disfrutéis de la carrera. Será duro, pero os compensará. De aquí os llevaréis grandes recuerdos que estarán presentes a lo largo de toda vuestra vida», les dijo. También la Vicerrectora de Estudiantes y Empleabilidad, Cristina de la Rosa, les recordó la prohibición de hacer novatadas y les deseó lo mejor para el curso. «Espero que os vaya estupendamente. De la Universidad se sale reforzado. Sufriréis y trabajaréis mucho, pero en el futuro lo recordaréis como la mejor época de vuestra vida», señaló.

Entre todos los nuevos estudiantes de esta facultad, estaban los matriculados en el primer curso del doble grado en Matemáticas y Física. Doce jóvenes prodigios que han necesitado una estratosférica nota de corte, concretamente un 13,521, para acceder a estos estudios. La nota más alta de la UVA. Se enfrentan a un programa académico que abarca 5 años y que es de una enorme complejidad. Pero su ilusión, sus ganas y su capacidad de trabajo son más grandes. Todos se muestran decididos a alcanzar sus metas académicas y más tarde, también las profesionales.

Esta exigente titulación se puso en marcha en la UVA en el año 2015 y sólo la cursan unos pocos elegidos. Se trata de un programa intensivo que combina dos de las disciplinas científicas más fundamentales. «Las notas de corte dependen de la demanda y del rendimiento académico de los estudiantes y varían de año en año. Así, el año pasado estuvo en un 13,600 y la de este año ha sido 13,521. Está cercana al máximo, que es un 14, y en consonancia con lo que se pide en otras universidades. Es una nota exigente, porque la titulación también lo es», explican Ismael Barba y Mari Paz Calvo, coordinadores de Física y Matemáticas de este doble grado respectivamente. «Había alumnos que cursaban los dos grados por su cuenta. Al crearlo hace ahora ocho años, lo que hicimos fue facilitar que cursaran ambos grados simultáneamente diseñando un horario y un plan de convalidaciones», continúan.

En cuanto a las titulaciones, aquellos que lo cursan, consiguen dos títulos oficiales, el de Matemáticas y el de Físicas. «Por tanto, las salidas profesionales que tienen son las que tendría cualquier físico o matemático. Estos alumnos tienen capacidad para adaptarse a lo que las empresas necesiten. Es una formación con la que se aprenden muchas cosas, les amuebla muy bien la cabeza y que les permite trabajar en cualquier sector. En el ámbito profesional, se les valora mucho su capacidad de esfuerzo y de trabajo. Estos estudiantes son brillantes y trabajadores», destacan los coordinadores.

Estos 'top doce' de la Universidad, 7 chicos y 5 chicas, estaban deseosos de asistir a su primera clase. Dos de ellos provienen de Extremadura, otro de Burgos y el resto son de Valladolid. A la mayoría le mueve su inquietud y pasión por la investigación. Nicolás Uzquiza, de Burgos, es uno de estos jóvenes prodigios. Para él, los números no tienen ningún secreto y es más, le resultan divertidos. El pasado mes de abril, consiguió la medalla de bronce en la Olimpiada Nacional de Física. «He participado en diferentes olimpiadas de Matemáticas y Física y en ellas conocí a varios de los que van a ser mis compañeros en el doble grado. Tener a alguien conocido ayuda a sobrellevar los nervios de este primer día», explica este recién estrenado universitario.

Ricardo Rosingana tiene 17 años y acaba de llegar desde Plasencia (Cáceres), atraído, sobre todo, por poder dedicarse en el futuro, a la Física Teórica. Es algo que le apasiona. «Me gustaría ser investigador. En Extremadura podía cursar Física y Matemáticas, pero por separado. Para el doble grado, Salamanca me pillaba más cerca, pero allí estudia mucha gente de mi pueblo y quería cambiar de aires, descubrir un sitio nuevo y gente nueva, por eso me decanté por Valladolid», dice este joven, cuya nota media alcanzada ha sido de un 13,64. «De estos próximos años de carrera espero aprobar y disfrutar mucho. Espero conocer gente y tener una vida universitaria plena. Los veteranos del doble grado nos han dicho que nadie la deja por dificultad, sino por falta de interés, algo que a mí me sobra. Vengo con las expectativas altas», comenta.

Igual de ilusionada está Patricia Velasco, de 18 años y de Arroyo de la Encomienda. «Me gustan mucho las Matemáticas y la Física y no quería tener que elegir. He decidido estudiar los dos grados a la vez y ya en el futuro decidiré por qué rama me decanto más, de momento me encantan la Astrofísica y la Cosmología. Me gustaría dedicarme a la investigación y creo que de aquí saldré muy bien preparada en ese aspecto», subraya. Esta joven alcanzó un 13,54 de nota media y reconoce que al saber que había sido una de los 12 alumnos seleccionados para este doble grado, sintió alegría y miedo». «Somos muy poca gente y pensé que iba a ser muy difícil. Voy a tener pocos compañeros, pero también estoy muy motivada, porque la formación va a ser muy exclusiva. Hay muchas salidas y eso es lo que más me ilusiona. No conozco a nadie, pero con las jornadas de integración espero hacer amigos», concluye.

Esta titulación constituye todo un desafío. La exigencia del programa no es apta para cualquiera. Son conscientes de ello. «Quería estudiar Matemáticas o Física y al existir el doble grado, no lo dudé. El esfuerzo para conseguir la nota media, ha sido grande, pero seguro que merecerá la pena», dice el vallisoletano Juan de Frutos, otra de estas mentes brillantes, y un habitual en los podios de las Olimpiadas de Matemáticas a nivel regional.

Apunten bien estos nombres. Rodrigo Escorial, Nicolás Uzquiza, Juan de Frutos, Javier Gómez, Daniel Gutiérrez, Guillermo Villarías, Sofía García, Laura García, Ana Rubio, Lucía Marazuela, Patricia Velasco y Ricardo Rosingana. Son mentes brillantes con un potencial académico excepcional y una pasión innata por explorar los recovecos de las Matemáticas y la Física. Darán que hablar en el futuro.