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Nueva doble agresión en el centro regional de menores Zambrana durante la jornada del pasado viernes. Una registrada a la hora de comer y la otra en el momento de irse a la cama y que dejó dos heridos: una menor tras una trifulca ... entre dos jóvenes, y un educador tras un incidente con otro interno.
El parte de incidencias del pasado viernes en el Zambrana refleja cómo dos internas se enzarzaron en el comedor al no colocar los cubiertos para la comida. Se reprocharon esa acción y se inició un forcejeo, el cual intentaron evitar personal educativo del centro, pero que derivó en agarres y tirones de pelo. La agresión fue en aumento cuando una de las implicadas cogió uno de los platos y se lo estampó en la cara a la otra, cayéndose al suelo las dos chicas.
Tras ser reducidas por el personal, la herida fue trasladada al Río Hortega donde le suturaron la brecha con dos puntos. Además de aplicar medidas cautelares, se aplicarán actividades relacionadas con el autocontrol y gestión de la ira para evitar la repetición de este episodio.
El otro caso del viernes fue a última hora del día, cuando un menor solicitó salir de la habitación a por agua y una fregona, ya que la que tenía se la había desparramado por el suelo. Asimismo, se le explicó que no podía estar por los pasillos pasadas las 22:30 horas, pero aun así consiguió ir hasta el baño lanzando frases como «no necesito que nadie me lo friegue, ya lo hago yo». Tras explicarle la situación, el joven no se calmó, no entró a razones y empezó a elevar el tono. Esa situación derivó en amenazas al personal educativo del centro con frases como «voy a montar incidentes cada diez minutos esta mañana y todo el día» o «va a tener que entrar seguridad toda la mañana y toda la tarde como me quede sin mi ocio».
Fue en ese momento cuando el menor empujó en la puerta de su habitación al educador, lo que propició la intervención del personal de seguridad para sujetarle las muñecas. Aun así, alterado, consiguió arrebatarle la defensa reglamentaria para terminar golpeándole en la cabeza.
Esa intervención, con su correspondiente barullo, despertó al resto de internos, que empezaron a aporrear las puertas de sus habitaciones, que no cesaron hasta la retirada del joven. Durante su traslado a la unidad de separación, los insultos aumentaron y el joven aseguró que «si tuviera un cuchillo os lo hundo en el cuello».
Además de ser trasladado a la unidad de separación, el menor, durante las horas de ocio, completará actividades sobre el respeto.
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