«Qué peligro tiene ese carril bici», suspira una vecina mientras señala a un grupo de amigas la nueva intersección del recién estrenado tramo de 290 metros lineales del carril bici, que discurre por la calzada del Paseo de Zorrilla, en la que ciclistas, ... coches y autobuses coinciden a la altura de la rotonda del monumento del Cine con los carriles de giro hacia la calle Mota y la salida de la vía de servicio del propio paseo hacia el centro. Un punto llamado a ser negro y que el gabinete de Movilidad ha decidido regular con semáforos tanto para conductores como para ciclistas, sin fases en ámbar, con el fin de minimizar riesgos, sobre todo, para los usuarios del vial verde que discurre por la calzada de Zorrilla, a costa de un carril para vehículos, entre los cruces de la calles Daniel del Olmo (polígono de Argales) y Mota (La Rubia). Este tramo enlaza el carril bici que viene del propio paseo de Zorrilla, adosado a la acera desde la calle Hípica y el antiguo Matadero, con el existente en el propio paseo, a partir de la rotonda del cine, de nuevo adosado a la acera a ambos lados hacia la avenida de Zamora.
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La irrupción del citado tramo de 290 metros lineales por uno de los tres carriles del paseo de Zorrilla, entre Daniel del Olmo y Mota, ha obligado a modificar sustancialmente la circulación en un punto ya conflictivo de por sí, como es la rotonda del cine y la salida hacia la calle Mota. Por allí deben transitar a la fuerza los usuarios del carril bici para alcanzar el nudo que permite proseguir la marcha hacia Vallsur por los laterales del paseo de Zorrilla. Y disponen de diecinueve segundos exactos, el tiempo que permanece en verde el semáforo para ciclistas y usuarios de patinetes eléctricos, para cruzar este pequeño tramo de 25 metros. Antes deben esperar, y no muchos lo hicieron este viernes, en el primer día de funcionamiento de la regulación semafórica, un minuto y veinte segundos al cambio de fase. Ese el tiempo en el que su semáforo permanece cerrado para permitir el paso de vehículos procedentes del paseo de Zorrilla hacia la calle Mota, a través, desde ahora, exclusivamente del carril izquierdo en sentido al centro o del Camino Viejo de Simancas por la rotonda hacia dicha calle.
Los conductores, en este segundo escenario, solo pueden realizar ahora el giro de salida a la derecha desde el carril central. El derecho es exclusivo de giro para los vehículos procedentes del paseo de Zorrilla (en sentido al centro). Estos últimos se encuentran siempre con el semáforo del cruce con el carril bici en verde para vehículos. La fase de paso para ciclistas, con esos diecinueve segundos de margen, solo permanece abierta cuando salen los vehículos de la propia rotonda (desde el Camino Viejo de Simancas) hacia Mota.
Pero el principal peligro del nuevo cruce se encuentra en la vía de servicio del paseo de Zorrilla, del lado que discurre hacia la calle Mota y el centro, ya que allí los autobuses, solo ellos, pueden girar hacia la izquierda para incorporarse al paseo de Zorrilla y continuar la marcha hacia el centro invadiendo a la fuerza el carril bici de la calzada. Y pueden hacerlo, incluso, con el semáforo en verde para ciclistas al estar regulada su salida con un simple ceda el paso en la calzada.
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El prolongado tiempo de espera para los usuarios del carril bici, que alcanza un minuto y veinte segundos, el tiempo que permanece en verde el semáforo para los vehículos, hizo que prácticamente todos los ciclistas y patinadores que pasaron por ese cruce se saltaran el semáforo en rojo, para ellos, al filo del mediodía. Al llegar al otro lado, hacia el centro, se toparon con un bolardo que divide el carril bidireccional.
El nuevo diseño de los carriles de giro para los vehículos, con ese único carril izquierdo habilitado para los conductores procedentes del paseo de Zorrilla que giran hacia la calle Mota, también provocó que decenas de conductores, especialmente procedentes de la rotonda (desde el Camino Viejo de Simancas), lo invadieran para girar hacia Mota. Ellos solo pueden hacerlo ahora desde el carril central de la rotonda.
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La decisión de meter este tramo de carril bici por la calzada del paseo de Zorrilla, y no por la acera como estaba previsto inicialmente –como en el resto–, obedece a una notable reducción de los costes de la infraestructura a costa de un carril para vehículos del paseo, que aún disponen de dos para circular en sentido al centro.
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