Daniel de Luis, catedrático de Endocrinología y Nutrición en la UVA. Fotografía y vídeo de Rodrigo Jiménez
Daniel de Luis, médico de Endocrinología y Nutrición

«Si todos los días comes una hamburguesa es como si a diario te comes dos huevos fritos»

Daniel de Luis, médico y catedrático de Endocrinología y Nutrición, da las claves para convivir con la comida rápida: «Tenemos que hacer una elección saludable»

Félix Oliva

Salamanca

Domingo, 11 de diciembre 2022, 00:01

Médico y catedrático de Endocrinología y Nutrición de la Universidad de Valladolid, Daniel de Luis es una autoridad en materia de alimentación saludable. ¿Qué opinión le merece la comida rápida y los locales que la ofrecen? ¿Qué influencia tienen en el avance de la obesidad ... y el sobrepeso? ¿Son el único factor a tener en cuenta?

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–Lo que ofrecen los restaurantes de comida rápida ¿qué valores y contraindicaciones nutricionales tiene?

–En principio, tienes un menú para elegir. En esos locales, que los hay de diversa índole, puedes consumir desde hamburguesas, pizza, bocadillos e incluso comidas preparadas. La elección depende del consumidor. Siempre pongo un ejemplo. En un viaje a Portugal, en una de estas cadenas de comida rápida, en el primer plato no solo te ofrecen patatas fritas, te ofrecen purés de verdura para acompañar porque es muy típico comerlos. Cuando vamos a estos restaurantes, somos mayores de edad: tenemos que realizar una elección saludable; es lo que le digo siempre a los pacientes.

–¿Están disponibles esas opciones saludables en este tipo de establecimientos?

–Sí, el mercado es competitivo. Cada vez hay más empresas que hacen comida rápida o para llevar y sí ha aumentado la disponibilidad. Antes ibas y cuando pedías era 'H' o 'B' y ahora en estas multinacionales tienes opciones vegetarianas. En vez de carne, hechas a base de preparados de soja, tienes opciones incluso de pescados. Hay que ser capaz de tener los criterios y las herramientas para pensar si una cosa que es rebozada tiene más aporte calórico que si está hecho a la plancha. La única ventaja de estos locales ahora mismo es la gran variedad de la oferta.

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Antes ibas y cuando pedías era 'H' o 'B' y ahora en estas multinacionales tienes opciones vegetarianas, en vez de carne, hechas a base de preparados de soja, tienes opciones incluso de pescados

–En este tipo de restaurantes, el 'pack' habitual es 'hamburguesa+patatas+refresco' o 'pizza+refresco'. ¿Cuántas veces a la semana es saludable recurrir a este consumo?

–Empezamos por los refrescos, que da igual si los tomamos ahí o en nuestra casa: tenemos que limitarlos. Claramente están relacionados con las caries, con la obesidad e incluso con el hígado graso. Hay que hacer una llamada de atención sobre los refrescos porque ahí podemos seleccionar: en el pack nos podemos llevar una botella de agua o un zumo, aunque no sea del todo natural. Y siempre que elijamos estos menús, con la consabida hamburguesa y las patatas, pues decir que unas patatas fritas con un buen aceite de oliva no son un mal alimento; otra cosa es si están empapadas de aceite.

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También hay que incidir en un asunto: las salsas, multitud, que suelen ser muy grasas. Unas patatas fritas con un buen aceite no son un mal alimento; en nuestras dietas para los pacientes no retiramos las patatas ni fritas ni cocidas. Y el otro elemento, el principal: si tienes un buen producto, una carne magra, con poco contenido en grasas, y acompañas de lechuga, tomate y pepinillo, no es un mal alimento. Eso sí, si todos los días te comes una hamburguesa es como si todos los días te comes dos huevos fritos, que son malos.

Nosotros no prohibimos este tipo de alimentos. A una persona que los coma una vez a la semana y lleve una vida activa no le va a pasar absolutamente nada. Otra cosa son las personas que vienen y te dicen que todos los días se toman litro y medio de refresco. Que todos los fines de semana las comidas son siempre de comida rápida, empezando por los viernes. Son hábitos no saludables que acabarán dañando tu salud.

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Unas patatas fritas con un buen aceite de oliva no son un mal alimento, otra cosa es si están empapadas

–Es verdad que esto va en la elección de cada uno, pero ¿este tipo de locales son más recomendables que los típicos de comida casera?

–Bueno, yo prefiero ir a los restaurantes habituales, que son de proximidad, de gente que conoces. También suelen ser de productos de proximidad, las carnes, las frutas, las verduras, las legumbres... Son siempre de proximidad. No dejas de estar invirtiendo en una economía más circular y de proximidad, los dueños van a mercados cercanos donde se abastecen. En las multinacionales, más allá de la salud, el tema de la economía circular es con otro enfoque, con compras masivas y puede que a veces deslocalizadas. No digo que mejor o peor, seguro que donde compren deslocalizado hay mano de obra en esa actividad agraria. Cuando vas a comer a un restaurante de tu zona es una filosofía diferente. Tenemos las dos opciones.

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–¿Cuál es la situación actual en materia de obesidad y sobrepeso en la población general y en la infantil, que en buena medida son consumidores de comida rápida?

–La obesidad está subiendo en todos los países occidentales, especialmente en la franja infantil, en parte por la mala alimentación de la población. También incidiría que por la falta de actividad física. Hay estudios que relacionan el consumo de bebidas azucaradas con el sobrepeso, el sentarse muchas horas delante de la tele o de la tablet. Estudios científicos que dicen que más horas de tablet se traducen en más sobrepeso en la población infantil. No realizar ejercicio, estar muy digitalizados, hace que tengas más obesidad. La dieta influye, pero la falta de actividad física también.

Sedentarismo

«No realizar ejercicio, estar muy digitalizados, hace que tengas más obesidad»

–En Castilla y León, ¿cuáles son las cifras de sobrepeso y obesidad?

–Son similares a otras comunidades. Población general con sobrepeso por encima de un 30%, y en población infantil a medida que ganan edad y se acercan a la adolescencia se aproximan a la media de la población general.

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–La relación entre sobrepeso y comida rápida, ¿tiene un componente socioeconómico?

–Sí. Los estratos socioeconómicos más bajos consumen más comida rápida, en parte porque tengan menos tiempo disponible para el ocio o para dedicar al cocinado de alimentos. A veces, este tipo de restaurantes te ponen menús mucho más económicos de lo que suele ser habitual en el entorno.

–¿Qué tenemos que hacer para poder comernos una hamburguesa de vez en cuando y que no nos asuste tener tantos restaurantes de comida rápida en el entorno y que nos pese?

–Fundamentalmente, cuidar nuestra alimentación en el día a día y realizar actividad física adecuada. Si tenemos una dieta saludable, un peso saludable y realizamos actividad física regular, por hacer alguna comida en este tipo de establecimientos no nos va a perjudicar. Es una opción que tenemos; ahora mismo están de moda estos lugares y estas cadenas, pero si tienes una dieta basal adecuada y una actividad física adecuada, hacer una comida de este tipo no va a ir a ninguna parte. Si eres un paciente obeso, diabético, con patologías como colesterol... No es muy recomendable a no ser que seas capaz de seleccionar los platos que eliges, que puedes hacerlo, porque ahora mismo la variedad es brutal. En la zona de pedido tienes muchos menús.

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