«El avance de la inmunoterapia ha permitido identificar biomarcadores que hacen que el tratamiento oncológico, con terapias dirigidas, sea mucho más selectivo según el tipo de cáncer que tiene el paciente, y permite lograr mejores resultados y menos tóxicos. Con el avance de la inmunoterapia muchos cánceres en los que antes, por desgracia, fallecía el paciente tempranamente se han cronificado en el tiempo», explica Lucía Mateo, que es médico residente de 5º año en el servicio de Oncología del Hospital Universitario Río Hortega. «Esa cronificación de la enfermedad hace que los pacientes se conviertan en habituales en las consultas», apunta la residente del centro vallisoletano.
Día Mundial contra el Cáncer
La fecha que recuerda anualmente la lucha contra el cáncer cada 4 de febrero enfoca hacia la investigación y los tratamientos, pero también en la necesidad de evitar los factores de riesgo y de trabajar en la detección temprana de los tumores. Mateo incide en que programas de prevención como el del cáncer de mama, a través de las mamografías que se hacen cada dos años, está muy interiorizado entre las mujeres, algo que no sucede en el caso de la próstata con los hombres, y anima también a no dejar pasar la prueba cuando llega el recordatorio al buzón del programa de detección precoz de tumores de colon. Casi el 50% de los mayores de 50 años que reciben el aviso no llevan la muestra de heces al centro de salud. «Es un error, porque si no se hace esa prueba puede dar la cara el cáncer más tarde y restringe opciones terapéuticas y curativas», apunta la doctora que está a punto de culminar su periodo de especialización en el Río Hortega.
En las consultas de Oncología se están detectando últimamente más casos de cánceres de páncreas, y también de pulmón entre mujeres. La causa de lo primero requiere un análisis, pero en lo segundo es un aumento ligado al consumo de tabaco entre la población femenina con respecto a décadas anteriores. Ahí se está borrando la brecha de género, puesto que se reduce la incidencia en hombres y crece entre mujeres.
Información clara y asertiva
Lucía Mateo destaca la importancia que los especialistas dan al contacto con el paciente, mediante una información clara desde el primer momento. «Es básico dejar en la primera consulta claro ante qué estamos y qué es lo que podemos encontrarnos, siempre que el paciente lo desee. Resolver dudas y aclarar desde el inicio que siempre vamos a estar ahí, acompañando. Para un paciente que se siente acompañado es más fácil el proceso de lucha contra esta enfermedad», argumenta la doctora.
Las recomendaciones de hábitos de vida ante el cáncer no han variado: evitar factores de riesgo como tabaco, alcohol, sedentarismo y dieta con exceso de alimentos ultraprocesados. «No hay un consumo mínimo que nos lleve a decir que en esa medida no es perjudicial», puntualiza Lucía Mateo sobre tabaco y alcohol. Y, tras el diagnóstico, es aconsejable una actividad física ,«dentro de las posibilidades de cada persona», una dieta variada y, reitera, evitar la exposición al tabaco y al alcohol.