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La Policía Nacional de Valladolid ha imputado ocho delitos de robo con fuerza en el interior de coches a un hombre. La investigación se desencadenó a raíz de la detención del varón por agentes de este cuerpo el pasado 23 de octubre en una calle de la ciudad.
Los policías que efectuaron el arresto habían recibido el aviso desde su sala de comunicaciones, desde donde se les alertó de que un individuo había fracturado la ventanilla de un vehículo estacionado en la vía pública y estaba sustrayendo efectos del interior del mismo. Al parecer el propietario del coche lo había sorprendido y lo estaba persiguiendo.
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Cuando los agentes se personaron en la dirección localizaron al dueño del vehículo, quien les manifestó que había perseguido a la carrera al autor del robo pero que este había logrado despistarlo. La víctima facilitó a los agentes una descripción detallada del ladrón, que transmitieron a las unidades en servicio.
Gracias a ello otra dotación de la Policía Local localizó al hombre en una calle cercana, visiblemente nervioso y sin apenas aliento. Cuando le dieron el alto para identificarlo, encontraron diversas herramientas que utilizaba para forzar vehículos entre las pertenencias que portaba, así como efectos procedentes del que acababa de robar.
Ante estas evidencias, los agentes le detuvieron por un robo con fuerza en interior de vehículo y procedieron a su traslado a dependencias del Cuerpo Nacional de Policía (CNP). Investigadores del CNP, al ser informados de la detención de este individuo, realizaron diferentes pesquisas e investigaciones, al poder relacionarlo con varios robos en coches que se habían producido en días anteriores en esa misma zona.
El modus operandi, las herramientas utilizadas e incluso alguna descripción de testigos de esos delitos señalaban al detenido como el presunto autor. Fruto de la investigación de los agentes se determinó el lugar donde pernoctaba el varón, quien carecía de domicilio fijo, y al registrar ese lugar se localizaron diferentes objetos procedentes de las sustracciones cometidas en los días anteriores.
Los propietarios de la mayor parte de esos efectos se han pasado por dependencias policiales y los han reconocido como propios, siéndoles reintegrados, si bien algunos otros quedan aún a la espera de ser entregados a sus legítimos dueños. Por todo esto, la Policía Nacional lo ha puesto a disposición de la autoridad judicial, decretando esta su puesta en libertad.
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