Valladolid

Detenido por okupar la vivienda tapiada donde hallaron un cadáver

La investigación concluyó sin arrestos el pasado mes de marzo al no al no detectarse indicios de criminalidad ni causas violentas en la muerte de la mujer y se determinó que había muerto previamente cuando se tapió el acceso, al parecer sin percatarse de la presencia de un cuerpo en el interior del piso.

«Aquello nos dejó muy mal cuerpo pero pensamos que por fin habíamos recobrado la tranquilidad en nuestras vidas, porque tanto la mujer como su pareja se metieron como okupas en mayo y las discusiones, las peleas y los gritos eran casi diarios. Vivir así era un calvario», relatan los vecinos que por temor no quieren identificarse. A finales del mes de octubre el hombre, que convivía de forma ilegal en el citado piso de la calle Azorín, ingresó en prisión, «pero lo primero que ha hecho nada más salir en libertad ha sido volver aquí para okupar de nuevo el piso», dicen preocupados desde la comunidad.

Ven con impotencia cómo la historia puede volver a repetirse y cómo la tranquilidad de su día a día se ve interrumpida por los comportamientos incívicos de este vecino de 48 años con antecedentes por violencia de género hacia su pareja y por delitos de robos con violencia.

«Hoy mismo ha venido a eso de las dos de la tarde, no sabemos cómo pero ha accedido al portal y ha arrancado parte de una ventana de la zona común para acceder al patio interior en el que compartimos espacio los vecinos del número 1 y del número 3 de esta calle«, explican.

Al lograr pasar al patio interior ha conseguido trepar hasta alcanzar la ventana del tercer piso y se ha metido por la ventana que da a la zona de la galería de la vivienda que ya había okupado meses atrás. Al percatarse de los ruidos y de la intención del hombre, desde la comunidad han dado aviso a la policía, tanto Local como Nacional para que se personasen de inmediato.

Gracias a la rápida actuación de los vecinos al dar aviso y a la intervención policial, el hombre ha sido identificado y arrestado en la vivienda (embargada a su dueño y actualmente propiedad de un banco). «La comunidad va a denunciar los hechos porque no podemos permitir que esto vuelva a pasar, han sido meses de no dormir, de tener pavor a cruzarnos con él, de que pueda pasarnos algo. Lo hemos pasado muy mal y estamos atemorizados, ahora mismo nos sentimos desamparados», coinciden todos los vecinos del bloque, que han sido informados por los agentes que el hombre podría ser puesto en libertad en cuestión de días.

«Si ya estuvo aquí durante meses y ha vuelto nada más salir de la cárcel, quién nos dice que no vuelva mañana o pasado, estamos con el corazón en un puño porque se trata de una persona conflictiva que nadie querría tener cerca», lamentan desde esta comunidad, donde temen que mañana el conflictivo inquilino vuelva a aparecer.