Detenido un conductor drogado por huir cinco horas después de ser multado en Valladolid

Puede que fuera casualidad, pero los hechos demostraron que el sospechoso, un vecino de un pueblo palentino, pudo visitar en la madrugada de este viernes la barriada del 29 de Octubre más que presumiblemente para aprovisionarse de droga. El caso es que el joven, M. H. A., de 34 años, fue sorprendido inicialmente por una patrulla de la Policía Local cuando se encontraba caminando por la calle Águila, en pleno corazón de la barriada de Pajarillos. No tenía motivo (legal) alguno, claro, y tampoco llevaba documentación, además de faltar al respeto a los funcionarios. Así que fue trasladado a la Comisaría de Delicias, donde fue identificado y sancionado por incumplir el confinamiento (601 euros de sanción) y por falta al respeto a los agentes (otros 601 euros). Luego le dejaron en libertad con la condición de que volviera a su casa. Esto ocurrió a las 23:45 horas del jueves.

Pero el joven no solo no regresó sino que la casualidad, fruto de los continuos controles y patrullas que recorren estos días las calles por el estado de alarma por el coronavirus, quiso que menos de cinco horas después, a las 4:30 ya del viernes, otra patrulla se topara con un vehículo, un Audi A-3, circulando por la calle Villabáñez, de nuevo junto al 29 de Octubre. Su conductor, que además iba acompañado, aceleró para intentar evitar a los agentes y protagonizó una «peligrosa huida a gran velocidad» por la calles Cigüeña (hacia Pilarica) y Templarios y el paseo de Juan Carlos I (allí se saltó un semáforo en rojo) antes de adentrarse en Los Santos Pilarica, donde finalmente pudo ser interceptado por dos patrullas en el cruce de las calles Vía Láctea y Planeta. Los agentes, al identificar a los ocupantes del Audi A-3, comprobaron que el conductor era el joven palentino al que habían sancionado al filo de la medianoche. Así que de entrada tanto el sospechoso, M.H. E., como su acompañante fueron sancionados de nuevo por incumplir la situación del estado de alarma y, el primero, por un delito contra la seguridad vial (por la huida para evitar que le pararan).

Pero el encontronazo con los agentes no quedó ahí, ya que estos detectaron que presentaban signos evidentes de embriaguez y de haber consumido algún tipo de sustancia estupefaciente. Así que el conductor, que para entonces ya estaba detenido por un delito de desobediencia (en este caso por incumplir de forma reiterada el obligado confinamiento), fue trasladado de nuevo a la Comisaría de la calle Gerona, donde los agentes del equipo de Atestados comprobaron que no solo triplicaba la tasa legal de alcoholemia (arrojó un resultado de 0,70 miligramos por litro de aire espirado) sino que también dio positivo por consumo de cocaína (dichas infracciones suponen por sí mismas un delito contra la seguridad vial).

Esa misma madrugada, casi en paralelo, otro vecino de Pajarillos, S. T. R., de 47 años, acabó también detenido después de otro sorprendente encontronazo doble con los policías locales. Los agentes se toparon por vez primera con él a las 0:45 horas cuando caminaba por la calle Vía (del otro lado de la línea ferroviaria y lejos de su barrio) y le sancionaron por incumplir el confinamiento (601 euros). Veinticinco minutos después volvieron a verle en la calle Santiago Rusiñol (junto al túnel que lleva a Pajarillos). Allí indicó que regresaba a su casa (su rumbo así lo indicaba, aunque no el tiempo que había tardado desde su primera sanción).

El caso es que le dejaron continuar y solo veinte minutos más tarde, a la 1:30 horas, volvieron a encontrarle caminando junto a otro persona en el cruce de los paseos de Juan Carlos I y del Cauce (hacia Pilarica). Ya le conocían, así que directamente le detuvieron por un delito de desobediencia. S. T. R. acumula ya cinco de denuncias por este motivo desde que se declaró el estado de alarma (3.005 euros en total). Su acompañante también fue denunciado por salir sin motivo.

La noche del jueves, apenas unas horas antes de estos dos incidentes, dejó un tercer detenido, en este caso un hombre de 49 años, al que sorprendió la Policía Nacional en el cruce de los paseos de Zorrilla y del Hospital Militar a las 22:50 horas. Intentó huir y meterse en un portal (cerrado), pero le cogieron y le detuvieron finalmente por resistencia e incumplir el confinamiento.