Valladolid
Cómo detectar cuando un niño tiene dificultades de aprendizajeEl Ayuntamiento y la Fundación Querer reúnen a 200 profesionales en una jornada para ahondar en el diagnóstico precoz dentro de la familia, la escuela y el ámbito sanitario
Nunca hay ojos suficientes para estar atentos a todas las señales. Por ejemplo, que un niño de tres años no sepa construir una torre con más de cuatro cubos de altura. Que una niña de cuatro no tire la pelota hacia arriba. Que un crío de cinco hable de sí mismo en tercera persona.
«Son indicadores de alarma que hay que tener en cuenta, pero que luego se tienen que confirmar por profesionales», dice Elena Sánchez, terapeuta ocupacional y una de las expertas que este fin de semana han participado en las jornadas sobre detección e intervención temprana de dificultades en el neurodesarrollo celebradas en el centro cívico zona sur.
El Ayuntamiento y la fundación Querer (con sede en Madrid) han organizado este encuentro al que asistieron cerca de 200 personas. La mayoría, profesores, docentes, logopedas, terapeutas ocupaciones... profesionales que a diario trabajan con menores que pueden presentar dificultades en el aprendizaje.
«Son niños con espectro autista, TDAH (trastorno de déficit de atención e hiperactividad), epilepsia, alteraciones neurológicas...», enumera Laura Plaza, del área de formación de la Fundación Querer, quien recuerda que es necesario disponer de herramientas para «detectar estas situaciones de manera más temprana e intervenir de forma precoz».

«Uno de cada 80 niños presenta síntomas compatibles con un síndrome del espectro autista. De cada cinco diagnosticados, cuatro son varones. De las 7.000 enfermedades raras detectadas en España, el 80% son neurológicas de tipo genético», dice Pilar García de la Granja, periodista e impulsora, hace siete años, de la fundación Querer. Su hijo está dentro de este grupo de población y por eso se ha implicado en el desarrollo de acciones de formación a profesionales e información para las familias.
«Cuanto antes empecemos con las terapias, antes conseguiremos que se integren en la sociedad en igualdad de condiciones». Y para eso, es preciso una detección precoz. Por ejemplo, en las aulas, donde los profesores se encuentran a diario con alumnos que requieren necesidades especiales. «Las familias están perdidas porque todavía existe un estigma social muy importante respecto a las enfermedades neurológicas, y no siempre se habla sobre ellas de forma abierta», dice García de la Granja.
Los informes de la Junta en el seguimiento de la atención temprana en Castilla y León (que implica a las consejerías de Sanidad, Familia y Educación) recoge que, en el año 2021, en toda la comunidad, se atendió a 3.415 niños de hasta tres años, a través de unidades específicas de valoración. Los menores llegaron a este circuito específico derivados por el sistema de salud, después de que los profesionales detectaran síntomas de alerta.
En el 84% de los casos, el paso definitivo se dio por parte de los pediatras de atención primaria, en el 15% fue necesario el empuje desde atención especializada y en el 1% de las situaciones, la necesidad fue claramente tipificada desde las escuelas infantiles.En todo caso, muchas veces son las familias las primeras en detectar que sus hijos requieren atención temprana especial.
«Son niños que no muestran desarrollo en el lenguaje, o que presentan una regresión sobre lo que habían conseguido o que los hitos habituales a determinada edad no se suceden, a pesar de las estimulaciones», cuenta Plaza.
«La adquisición de esos hitos no es matemática y puede variar de unos niños a otros, pero sí que hay que tenerlos en cuenta y hacer un seguimiento si no se cumplen», advierte Sánchez. Por ejemplo, si un crío de tres años no comprende órdenes simples y no juega con otros niños.Si uno de cuatro no salta, pedalea, garabatea. O si uno de cinco es extremadaemte tímido, agresivo, pasivo, impulsivo.
«La intervención es fundamental en esos primeros años para favorecer el desarrollo de los niños», resume García de la Granja. El alcalde, Jesús JulioCarnero, que saludó a los participantes en el encuentro, aseguró que se prepara una segunda edición, ya que más de 90 profesionales no pudieron inscribirse en esta primera jornada y quedaron en lista de espera.
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