El desvío del carril bici de Isabel la Católica en Valladolid salva el arbolado del paseo

Los trabajos, que comenzaron a finales de septiembre y que cuentan con un plazo de ejecución de dos meses –deberían estar listos justo antes de diciembre–, se centran ahora en nivelar y asegurar el talud de tierra que se adosará a la antigua acera. Para ello ha sido necesario colocar cimientos en el tramo más alejado del murete de la salida del estacionamiento, que estará destinado a los viandantes. A su lado, y con un ancho similar al del propio carril bici, discurrirá la prolongación de la vía ciclista.

El propio alcalde, Óscar Puente, reconoció inicialmente la necesidad de talar el arbolado próximo a la acera, si bien finalmente los operarios han conseguido sacar espacio suficiente y bordear los cuatro ejemplares de la ribera para abrir una plataforma de unos cuatro metros de ancho sobre el antiguo talud de tierra. La decisión del Ayuntamiento de eliminar este último tramo de ochenta metros lineales del carril bici, en una intervención que costará cien mil euros –el doble que la inversión en el carril bici–, intenta minimizar las retenciones que se producen precisamente en este punto desde que se redujo a un solo carril para vehículos, que llegan a cortar el paso cuando giran hacia el puente (ahora con un solo carril y otro exclusivo para autobuses y taxis).

De manera que cuando esté concluido el desvío volverá a habilitarse el carril izquierdo para vehículos con el fin de agilizar la circulación hacia el puente de Isabel la Católica y también hacia el Paseo de Zorrilla por San Ildefonso.