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Desvalijan el colegio Marina Escobar para robar material informáticoLa voz de alarma la dio una trabajadora del programa Madrugadores al llegar al CEIP Marina Escobar, en el barrio de Parquesol. Fue la primera persona en encontrarse una situación que paralizó la actividad educativa las primeras horas en este miércoles y dejar, nuevamente, un poso psicológico entre alumnos y docentes. Puertas reventadas, cajones revueltos, cuadro de la luz arrancado y ni rastro del material informático que el día anterior se había guardado en sus correspondientes armarios de seguridad. Habían entrado de madrugada en el colegio para desvalijarlo.
Eso propició que esta mañana la Policía Nacional se trasladará de inmediato hasta el Marina Escobar en busca de huellas en aquellos objetos que autor o autores habían tocado en su amplio recorrido por el centro educativo. Prácticamente no dejaron ninguna clase sin pisar ni ningún cajón sin abrir. Los restos del presunto robo con fuerza eran visibles sobre las 12:00 horas, después de que la Policía Científica embadurnara con sus productos todos los rincones del centro.
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De momento, el recuento que ha hecho el centro, antes de interponer la denuncia (a las 14:00 horas del miércoles aún no se había puesto), alcanza «unas once tablets y unos seis ordenadores portátiles». A lo que se suman unas gafas de 3D y una cámara de fotos. «Entre el material robado y los daños en el mobiliario del colegio estimamos que el montante final sea de unos 11.000 euros», recalca el profesor David Sánchez, contrariado, al igual que el resto de docentes, por un nuevo robo con fuerza.
«Los llevamos sufriendo desde hace más de siete años. Son intermitentes y muchos de ellos en periodos vacacionales. Entran por la zona de atrás, la cual sabemos que es una zona con poco tránsito de personas», añade.
Porque desde el centro saben qué soluciones existen para detener los continuos asaltos. «Nos lo ha dicho la Policía, pero no recibimos respuestas de las administraciones», prosigue. Esa explicación de los agentes viene por colocar elementos disuasorios en la entrada trasera, así como alarmas. «La sensación que tenemos es un poco de indefensión porque llevamos años siguiendo la normativa vigente y pidiendo al Ayuntamiento, que es quien debe proponer unas medidas de seguridad adecuadas, que nos permita poner una alarma o unas luces disuasorias tal y como nos ha dicho en repetidas ocasiones la Policía. Seguimos en la misma situación», lamenta el docente.
David Sánchez
Profesor del Marina Escobar
Y todo ello para evitar el temor que se palpaba entre los alumnos en la mañana de este miércoles. La presencia policial y el parón educativo ante la falta de los recursos informáticos generó una interrupción de unas tres horas. «Estaban asustados y no sabían qué había ocurrido. Les genera esa sensación de ansiedad porque siempre consideran que el colegio es un entorno seguro», explica Sánchez mientras hace un recorrido por todas las instalaciones dañadas.
En ese trayecto enseñan los picaportes reventados, así como los armarios donde se hallaban las tablets y la sala de ordenadores. Tan solo las grandes pantallas se han salvado de ser sustraídas. «Tal vez por su gran tamaño», apunta a la par que incide en los futuros trastornos en la enseñanza.
«El proyecto educativo en parte se tambalea. Sobre todo la parte de la innovación. Es muy probable que en un plazo de tiempo largo esto no se va a ver sustituido. Buscaremos otras soluciones, pero es una pena que tengamos que parar este desarrollo por una serie de cuestiones que pueden cambiar», continúa David Sánchez.
Durante la mañana operarios del Ayuntamiento se han acercado hasta el centro para iniciar la reparación de las cerraduras. Decenas de bombines y picaportes, dañados presuntamente por una barra, que dejarán secuelas en el centro educativo. «Robar en un colegio supone una pérdida de valores en sí. No digo que cualquier robo sea adecuado pero sí que es verdad que es un detonante que dices, lo más preciado que tenemos en la sociedad, que es el futuro de nuestros alumnos, se vea expuesto ante cualquier tipo de incidencia. El equipo docente lo único que quiere hacer es cumplir su función. Lo hemos denunciado en varias ocasiones, siguiendo los parámetros que Ayuntamiento de Valladolid y Junta de Castilla y León nos han indicado, nos vemos una solución a este problema que puede ser extensivo a otros colegios, como sabemos que está ocurriendo en otros puntos de la ciudad», concluye el profesor.
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