El curioso significado de los kilómetros grabados en una placa en la Estación de tren de Valladolid

• Desde la ventanilla de información de Renfe en la propia estación de Campo Grande no tienen muy claro cuál puede ser su significadode esta inscripción histórica. Quizás marque la posición en kilómetros de Valladolid, tomando como referencia Madrid. Un compañero aventura que el 248 seguramente sea la distancia a la capital del país (antes de que los nuevos túneles la acorten a 190 kilómetros) y la segunda cifra corresponde la distancia que existe con Santander.

• La respuesta debe buscarse en los 127 años de historia de la estación que toma su nombre del parque Campo Grande, como uno de los puntos de conexión entre la capital de España con el norte peninsular. Se ubica frente a la prolongación de la acera de Recoletos cercana a la plaza de Colón. El impulso del ferrocarril supondría la llegada de empresas industriales a la capital del Pisuerga, que había mejorado sus comunicaciones con el resto del país.

• A principios de la década de 1860 se inició la construcción del camino de hierro que buscaba enlazar Madrid con la frontera francesa a través de la Meseta castellana. Las obras corrieron a cargo de la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España, empresa de capital francés, que con los años adquirió una posición dominante. Las líneas españolas de ancho normal están dispuestas de forma radial, dirigiéndose desde Madrid hacia diversos puntos de las fronteras y de las costas. La línea que une Madrid con la costa cantábrica, parte de la Estación de Príncipe Pío, atraviesa la sierra de Guadarrama y entra en Castilla la Vieja alcanzando Medina, Valladolid y Venta de Baños.

•El ferrocarril llegó a Valladolid en 1864 y lo hizo por la entrada principal de la ciudad, el camino de Madrid, a través del Parque del Campo Grande. En esos terrenos, que eran propiedad del ayuntamiento y que habían pertenecido al desaparecido Convento de San José, se construyó un edificio de viajeros provisional, de madera y de reducidas dimensiones junto con los talleres generales, que constituyeron la primera gran industria de la ciudad. El Arco de Ladrillo es un monumento conmemorativo que recuerda el inicio de la construcción de la estación de ladrillo y piedra en 1856 durante el reinado de Isabel II.

• El ingeniero francés Enrique Grasset, que trabajaba para la compañía del «Norte», fue el autor de su diseño, así como del de las otras estaciones de la línea muy similares, como la estación del Norte de Madrid,​ la de Medina del Campo, la de Burgos o la antigua de Santander, destruida en el incendio que asoló la ciudad en 1941. Se trata de una línea con una gran afluencia de mercancias y personas desde el siglo XIX.

• La primera línea de tren que cruzó la recién inaugurada estación fue la de Madrid-Hendaya -frontera con Francia- que en el trazado original era de 640 kilómetros de la mano de la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España. Fuentes diversas afirman que lo más probable que el kilómetro 523 es el que ocupa Irún dentro de la línea que llega hasta Hendaya desde Madrid, su kilómetro cero y el 248 es la distancia de Valladolid con la capital.

• España es un país sumamente montañoso, según indica el documento del Congreso Interanacional de Ferrocarriles de 1958. El centro del país esta ocupado por una meseta de hasta 800 metros de altitud, bordeada por montañas a excepción del levante. Advierten que ha sido necesaria la construcción de diferentes obras como viaductos, túneles y puentes en todo el recorrido de las líneas. A partir del siglo XIX es cuando empiezan a construirse las principales vías en el país como símbolo del progreso y la revolución industrial, tal como detalla el historiador Enrique Berzal. Desde el Norte de Castilla dedicaron portadas a la llegada del tren de vapor a Valladolid con los epítetos 'el hércules de la civilización', el 'caballo de hierro'.

• Desde la Asociación Vallisoletana de Amigos del Ferrocarril (ASVAFER) mantienen una versión diferente de lo que significa esta placa con un motivo técnico. Es común que todas las estaciones de tren tengan un balizamiento que indique posición expresada tanto en metros como en centímetros: «Doscientos cuarenta y ocho mil quinientos veintitrés metros con cincuenta centímetros». Estos hitos tienen el objeto de indicar al maquinista y personal que trabaja en la vía dónde se encuentran con exactitud en cada momento o el punto concreto de las instalaciones ferroviarias (señales, seccionadores de catenarias o agujas). En este caso el punto de referencia desde el que se cuenta el kilómetro cero es la Estación Príncipe Pío de Madrid hasta la de la capital del río Pisuerga.

• En el año 1895 finalizan las obras de la estación Valladolid Campo Grande con un pabellón central, dos cuerpos laterales y dos pabellones externos. Al igual que de este año es de cuando data el cartel con azulejos sobre el que gira este artículo. Los materiales utilizados son el ladrillo y la piedra, y con una fachada delantera, a ambos lados del escudo de la ciudad, decorado con las esculturas de la Agricultura y de la Industria, obra del escultor Angel Díaz. Además, fue una de las primeras estaciones en España en tener un sistema de alumbrado artificial por gas. La locomotora humeante de la Historia puso el rumbo de 523 kilómetros de viaje hasta la ciudad industrial de Irún en el País Vasco, o esos 248.523 metros como una baliza que marca la posición de Campo Grande respecto a la red de ferroviaria del país.

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