El titular del Juzgado de Instrucción 1 de Valladolid, José María Crespo, lleva contabilizadas hasta mediados de este mes de marzo 150 denuncias de delitos contra el patrimonio, de los que casi la mitad son estafas on line, mientras que los delitos de lesiones ascienden en este primer trimestre del año a 110 casos, «algo completamente inusual, porque las cifras de los robos y hurtos iban a la par de los delitos de lesiones, pero ahora los superan todo tipo de estafas económicas por Internet». No solo se trata de los típicos casos de compras-chollo en los que se paga por adelantado un producto que jamás va a llegar a su destinatario –de un coste no superior a 400 euros, pues los estafadores saben que superada esa cuantía se convierte en un delito mayor con más pena y no se exponen–. Hay fórmulas más elaboradas y detrás de ellos están grupos de delincuencia organizada que están en todo. Hasta pasan a su víctima una foto del carné de identidad (falso o de otra persona ajena a esta usurpación de datos) con el fin de que el consumidor se confíe y le haga llegar el suyo. «No solo se quedarán con el dinero del confiado comprador, sino que utilizarán el documento auténtico para cometer más delitos», advierte el magistrado.
Ponen de cebo un DNI falso o de otra persona para que el comprador se confíe y les envíe el suyo, que usarán para delinquir
Esto ha ocurrido este mes a una persona que, a través de MilAnuncios vio que se alquilaba un piso en Valladolid. Contactó con el anunciante y este le respondió que el alquiler eran 340 euros más dos meses de fianza y que tenía que ingresarlos en un número de cuenta. Y le mandó por correo una fotocopia de su DNI, «para que viera que no le iba a engañar». El denunciante hizo un anticipo de 600 euros al número de cuenta y le contestaron desde otro correo ( con la terminación @tdk.co.uk), pidiéndole pagar lo que faltaba al día siguiente. Posteriormente, el arrendatario hizo una búsqueda en Internet con el número de DNI que le facilitó el anunciante y le salieron varias reseñas de personas que habían sido igualmente estafadas.
«Hay que huir de la petición de pago por cajero a un teléfono móvil», señala el juez Crespo, que instruye decenas de estos casos
Este anuncio del piso ha sido retirado, pero hay otro exactamente igual y con las mismas fotografías que el del anuncio de Valladolid, pero ubicando el inmueble en Cartagena (Murcia). Tramitada la denuncia, el banco informó de que el beneficiario del dinero era distinto del anunciante y que la cuenta se había abierto de forma telemática. El titular no sabía nada de esa cuenta que se había abierto con sus datos. Posiblemente, en algun compra que realizó por Internet mandó una fotografía de su DNI y esos datos fueron usados para abrir la cuenta, obtener el dinero y cerrarla.
Para evitar este tipo de estafa, apunta el juez, hay que fijarse si se recibe un email con la terminación «uk» o similar «pues es muy probable que un extranjero ofrezca lo que no existe y con los datos de otro consiga engañar a varias personas con el mismo anuncio. Hay que recelar de ofertas demasiado buenas para ser verdad y nunca enviar fotografías del DNI por Whatsapp o Internet».
Cuentas telemáticas
Rastrear al autor de la estafa, si la compra fallida con un interlocutor que afirma estar en el extranjero al igual que el producto que se adquiere, es complicado. Ocurre que la cuenta corriente se abre vía telemática con una identidad ficticia y, una vez recibido y conseguido el dinero, la cuenta se da de baja por la misma vía, de manera que no se puede poner cara a quien la abrió y luego la cerró. En estas compras, apostilla el magistrado, «hay que extremar la precaución e intentar el pago a la recepción de la mercancía, pactando que pueda ser examinada antes».
Una variación muy frecuente parte del anuncio real de un producto que se realiza en una plataforma. El comprador se interesa por el objeto, pero el vendedor le sugiere que pague de manera privada para eludir la comisión de la web. El negocio puede salir mal. Sobre todo, previene el juez, «hay que huir de la petición de pago por cajero a un teléfono móvil, pues suelen ser de tarjeta, comprada de modo ilícito, y sus datos son falsos, de manera que se retira el dinero y el comprador no recibe lo que ha pagado».
Delitos en cadena con la tarjeta de cliente en varias tiendas de una misma firma
El juzgado instruye un delito de estafa a gran escala por un grupo organizado que se repitió en varios establecimientos de una marca comercial implantada en toda la geografía española y donde se usaron los datos de tarjetas de clientes obtenidos de manera ilícita. Los autores fueron identificados a traves de la numeración de la tarjeta perteneciente a una mujer que se usó en una de estas tiendas, lo que llevó a la detención de un tercero. Esta numeración de tarjeta se utilizó el día anterior en comercios de la misma cadena en otra ciudad, donde dos personas ('mulas') realizaron compras por valor de 300 euros y 900 euros y fueron identificadas por los guardias de seguridad y detenidas. En este caso, introducían los datos robados en la aplicación de la marca, descargada previamente en teléfonos móviles, y después iban a las tiendas de esta firma para recoger la compra.
Suplantación de una empresa en un anuncio o utilizar a Amancio Ortega
El comprador interpone dos denuncias como víctima de una estafa tras comprar un contenedor a través de una página web, creyendo que estaba contactando con una determinada empresa. Llamó a un teléfono y escribió un correo a una dirección de gmail. Abonó 1.300 euros mediante dos ingresos de dinero, 600 euros, en una cuenta bancaria y otros 700 , en otra. Al no recibir el contenedor, consultó en Internet otro teléfono de la empresa, donde le indicaron que no sabían nada de ese anuncio. Durante la investigación se comprobó que el titular de las cuentas era un particular.
En otro caso denunciado, una mujer detectó que en su cuenta de Facebook alguien había publicado un mensaje en su nombre con una imagen de Amancio Ortega en el que se anima a depositar un dinero con objeto de invertir.
16.000 euros por un camión que nunca llegó del extranjero
Una persona interesada en adquirir un camión Premium que venía anunciado en una página web se puso en contacto con el vendedor, que se identificó como Sean, por medio de una cuenta de correo electrónico de Reino Unido. La cuantía de la compra se fijó en 15.000 euros, más 1.000 de transporte desde el extranjero y el pago se realizó a una cuenta corriente pero el vehículo no llegó a su destino. Cuando el denunciante intentó contactar con el vendedor, este no respondió ni a sus correos ni a sus llamadas. Advierte el juez que la documentación que se envía por Internet es fácilmente manipulable para que parezca real, pues se recibe un archivo adjunto a un correo. En estos casos es más complicado dar con el autor, pues se requiere de la cooperación internacional o una orden europea de investigación.
Entrega de un termostato inservible en un cruce de carretera
El denunciante contactó por Internet en 2020 con un hombre a través de Internet para comprar un termostato inteligente conectado a wifi que se podía accionar a distancia con el teléfono móvil para poner la calefacción de su casa. Cuando se acordó la compra, el vendedor advirtió al comprador que al aparato le faltaba la caja. Quedaron para la recogida en un un cruce de carreteras y cuando le entregó el aparato, el denunciante vio que le faltaba parte de la carcasa pero, a pesar de ello, le abonó 120 euros. Cuando llego a casa vio que le faltaban la mitad de los componentes para que pudiera funcionar. Cuando contactó con el vendedor por Whatsapp y mensajes este le dijo que lo solucionaría pero le bloqueó, y hasta hoy. El titular del móvil de contacto dio una identidad falsa, aunque sí es residente en España.
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