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¿Que los bares están cerrados o echan pronto el cerrojazo por la pandemia? No hay problema. Se buscan alternativas difíciles de controlar para consumir alcohol a niveles insospechados. No son conscientes del riesgo. Algo así le ha ocurrido a un joven, que por ... desgracia es el colectivo (no todos es verdad) que está recurriendo mayormente a este tipo de eventos privados para correrse una juerga. Incluso a espacios públicos que pueden estar alejados de viviendas, transeúntes y agentes.
El hecho es que la Policía Municipal Municipal de Valladolid dio ayer el alto al conductor de un vehículo en la calle Real de Burgos de Valladolid tras cometer una infracción. Y apenas obervar el rostro de A. C. M., de 26 años de edad, se lo imaginaron. Prueba de alcoholemia al canto.
Y el alcoholímetro evidenció la sospecha. Dio positivo, con una tasa de alcohol en sangre de 1,06. Es decir cuadruplicaba el nivel permitido por la DGT (o,25). ¿Y que contó el muchacho? Pues que venía de una fiesta privada. Y debió durar toda la noche... porque fue localizado a las 10:00 de la mañana.
No fue necesario que la grúa de la Policía Municipal le retirara el vehículo, ya que algún familiar, amigo o conocido se hizo cargo del mismo. Y él, a dormir la mona, aunque se instruyen las correspondientes diligencias judiciales por un delito contra la seguridad vial que puede que le quiten el sueño. Bueno, más bien el permiso de conducir y una multa que no será pequeña.
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