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Los primeros radares de velocidad y de control de semáforos comenzaron a desplegarse hace trece años y sus cámaras poco a poco van quedando obsoletas. Es el caso de dos dispositivos fotorrojo instalados en las calles de Delicias, cuyos objetivos se han roto y han ... sido sustituidos por un nuevo modelo, mucho más discreto, de aspecto similar a una cámara de videovigilancia acoplada a un poste, pero que apunta directamente a los discos de los semáforos de la avenida de Soria, antes del cruce con Juan Carlos I, y a media altura del propio paseo de Juan Carlos I, pasado el cruce con la calle General Shelly, frente al Instituto Delicias. El primero se colocó en octubre del año pasado y el segundo acaba de ser instalado.
Cuarenta y seis dispositivos de control del tráfico están instalados a día de hoy en las calles de la capital: 19 radares de velocidad (6 multicarril y 13 tradicionales), 8 de semáforo (3 de cámara y 5 en postes), 12 avisadores de velocidad (no multan) y 7 contadores de ciclistas y peatones (tampoco multan).
«Son dispositivos que se han estropeado y se han sustituido por cámaras sin los antiguos postes», confirma el concejal de Movilidad, Luis Vélez, antes de aclarar que no se tiene prevista la ampliación del número de radares más allá de la reposición por los nuevos modelos a medida que dejen de funcionar. El caso es que a día de hoy son ya tres de los ocho dispositivos de semáforo instalados en la ciudad, dos de ellos en Delicias y otro, el más discreto de todos y el que más multa (1.724 sanciones impuso el año pasado sobre un total de 2.768 de los ocho radares), en el cruce de la avenida de Zamora con el camino Viejo de Simancas. Los dos de Delicias estuvieron desconectados durante todo el 2018 y tan solo tramitaron 130 sanciones en 2017. Son, de largo, los menos multones de la ciudad.
La forma de las nuevas cámaras de control de los semáforos puede confundirse con los también recién instalados dispositivos para contar ciclistas y peatones en los postes de los semáforos de cinco cruces de la ciudad este mismo mes. En su caso se trata de simples aforadores, o contadores, que no multan y que están destinados a cuantificar el uso de los ciclocarriles y de pasos de peatones de cara «a reunir una serie de datos que puedan utilizarse en el futuro a la hora de elaborar los distintos mapas de movilidad en las calles de la ciudad». Los cinco aforadores, que ciertamente pueden confundirse con radares al estar situadas las cámaras en los postes de los semáforos, están colocados en los cruces de las calles Gondomar y Santa Clara, el paseo del Cauce con el camino del Cementerio, el paseo de Zorrilla con San Ildefonso, la calle Cardenal Mendoza con Velardes y en María de Molina con Doctrinos. Sus misiones son diferentes, ya que en el caso de los dispositivos de Gondomar –un paso de cebra que ya se modificó a raíz de un atropello mortal en 2017– y San Ildefonso –uno de los puntos más transitados por peatones de la ciudad– su objetivo pasa exclusivamente por contar el paso de viandantes. En las otras tres ubicaciones se contarán ciclistas y, en el caso de María de Molina, también los tipos de vehículos que transitan por esta calle.
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