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Delicias homenajea a José Carlos Llanos, su farmacéutico más querido, tras 51 años de servicioCuando José Carlos Llanos empezó a trabajar en el año 1973 como auxiliar en la Farmacia de Paseo de San Vicente 22 - antes 16 por un cambio en la numeración de la calle -, no lo hizo por vocación, sino por la necesidad de encontrar un ... trabajo para «aportar a la casa». «Antes cuando salías con 14 años del colegio, existían lo que se llamaban aprendices. Se ponían carteles en los establecimientos, así encontré este trabajo», explica José Carlos sobre sus comienzos en el oficio que ha desempeñado desde la adolescencia hasta ahora, que ha llegado, con 65 años, el momento de su jubilación. La cercanía con la gente ha sido el secreto para toda una vida cuidando al vecindario, primero en las calles y después detrás del mostrador: «Me dedicaba a repartir los medicamentos en bicicleta».
El hombre, muy querido en el barrio, ha recibido un sentido homenaje este jueves por parte de sus vecinos. Aunque no todos han podido estar presentes, en connivencia con la Asociación de Vecinos Barrio Delicias (AVBD), lo han obsequiado con una placa artesanal hecha de barro, que lleva grabado su nombre y el logo del 25 aniversario de la asociación, en agradecimiento a tantos años de servicio. «A ver quien me va a decir ahora las cosas que tengo que tomar cuando vaya», le recrimina en tono jocoso una clienta, de las de toda la vida, que no ha querido perder la ocasión de acudir a despedir a su farmacéutico.
«Le tendré que buscar un sitio especial», exclama José Carlos, tras recibir de la mano del concejal de Comercio, Víctor Martín, la condecoración que le dota de la categoría de vecino ilustre en el barrio. Una distinción que también recibió hace pocos meses la quiosquera del túnel de Delicias, Carmen Sánchez, por su retiro, y que otorgan a quienes han trabajado por y para el barrio.
Llanos, que se siente «halagado y emocionado» de ver a tantos vecinos en la entrega del distintivo, encara la jubilación con ganas. Un derecho que «corresponde a todos» y que empleará en dedicar más tiempo a su familia y a sus allegados: «Quiero visitar a mis amigos que viven fuera de Valladolid». Espera, además, poder hacerlo pronto junto a su mujer, a las puertas de la jubilación. En sus ratos de disfrute también tendrá un papel relevante la fotografía, una de sus aficiones. Todo ello no quita que sienta un gran apego por el lugar donde ha crecido personal y profesionalmente, y del que se lleva muchos recuerdos: «Tengo en mi pensamiento también a mucha gente que ya no está con nosotros».
A pesar de que a muchos aún les cuesta creer que para José Carlos haya llegado el momento de colgar la bata, todos han tenido buenas palabras para el auxiliar de farmacia, ya en retirada. En torno a una veintena de vecinos, incluido uno canino, así como sus compañeros y compañeras de farmacia, han acompañado al homenajeado durante el acto de reconocimiento que ha tenido lugar en la sede del AVBD, a escasos metros del establecimiento, en el que además de un premio, se ha llevado el calor de sus allegados.
Entre ellos sus jefes, aunque sobre todo compañeros, Ángel Benítez Iglesias y María Luz Villar, propietarios de la farmacia que compraron allá por 2001. «Cuando nos la vendieron José Carlos venía en el paquete», explica entre risas la mujer, que coincide con su marido, en sus virtudes: «Es un chico muy bueno, muy currante». «Lo vamos a echar de menos, tanto como trabajador como persona», añade Benítez, que ha estado mano a mano con él dispensando medicamentos desde hace 23 años.
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Sus también compañeras, Blanca Benítez, hija de Ángel y María Luz, que pronto tomará el testigo de su padre al frente de la farmacia y a quien José Carlos ha visto crecer; así como Sonía Márquez, también farmaceutica de profesión y la recien estrenada sustituta, Ángela Marcos, se han sumado al agradecimiento: «El listón lo ha dejado muy alto».
«Echaré de menos sus charletas cuando vaya a la farmacia», lamenta Julio Bermejo, de 72 años, cliente y vecino del mismo bloque, que a su vez le desea un retiro dorado, sabedor de que compartirán más chascarrillos sobre la Fería de Sevilla en otros emplazamientos. «Bares, que lugares», confirma el recién jubilado.
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