Dejan sin vuelo a 9 enfermeras atrapadas en Quito

Eva y sus compañeras ya habían tenido serias dificultades para salir de la región costera de Manabi, donde llevaban trabajando desde el 24 de febrero en labores de cooperación sanitaria con la ONG Aise(Asociación Internacional de Sanitarios de España). Esta organización les había confirmado el pasado domingo la suspensión de sus programas sociosanitarios. La decisión de estas enfermeras, que formaban parte de un colectivo de 63 profesionales repartidas por todo el país, coincidió con el cierre de fronteras terrestres del país latinoamericano. «Somos privilegiadas porque hemos logrado llegar a Quito y hemos conseguido un vuelo. Otras no han tenido la misma suerte», afirmó en la tarde del miércoles Eva Sancho en conversación con El Norte de Castilla.

Entonces no sabía que esa esperanza se iba a esfumar pocas horas después. Las autoridades consulares españolas les han comunicado sus esfuerzos porque «los vuelos de Iberia no sean definitivamente cancelados, o bien para recolocar al mayor número de pasajeros españoles en vuelos de otras compañías«.

Eva Sancho y sus ocho compañeras siguen a la espera en un alojamiento de Quito. «Aquí también se ha disparado la psicosis y la alarma. Nosotras estamos confinadas en el hostal y solo podemos salir a comprar comida», explicó la sanitaria palentina. En este país ya solo abren los supermercados y «todo el mundo lleva mascarillas».

Las previsiones más pesimistas indican que, de perder este vuelo, no podrán salir del país andino «antes de mediados de abril», se teme Eva. Para presionar a las autoridades españolas han lanzado un S.O. S. a través de las redes sociales con el que piden que las saquen del país. Además recuerdan que su labor «puede ser muy útil en un país como España con necesidades cada vez más elevadas de profesionales sanitarios como nosotras».

La ministra de Asuntos Exteriores, Arantxa González Laya, se comprometió ayer, en una entrevista en la cadena SER, a hacer «todos los esfuerzos que sean necesarios» para repatriar a los 65.000 españoles de los que tienen constancia que están fuera del país por motivos temporales. La cifra es más elevada ya que hay muchas personas que viajan sin contactar con las autoridades consulares.