«A mí la huerta me da la vida». El último día que la cavó Clementina Gonzalo (73 años) fue el 11 de marzo. Allí tiene plantadas cebollas, lechugas, guisantes, fresas, preparados sus semilleros... pero desde entonces la pandemia le ha privado de disfrutar de ... la afición a la que se entrega desde que dejó por jubilación su trabajo en la Biblioteca de Castilla y León.
Publicidad
Como ella, 400 jubilados de Valladolid cultivan una de las parcelas de 105 metros cuadrados extendidas a lo largo de la finca de la Escuela Universitaria de Ingeniería Agrícola, en el Camino Viejo de Simancas, y cedidas anualmente por esta institución dependiente de la Universidad Pontificia de Comillas. Gracias a un convenio municipal estas personas disfrutan gratuitamente durante todo el año de estos terrenos con los que surten la despensa de casas de familiares y amigos con productos cultivados bajo directrices ecológicas. Aunque por encima de la cosecha, invocan el gusto por realizar una actividad en contacto con la naturaleza, en compañía de otros hortelanos sobrevenidos en la última etapa de la vida. «Aquí suelen venir durante todo el año usuarios desde 60 a ochenta y tantos años, para todos ellos supone una estancia terapéutica», esgrime Félix Revilla, director de la Escuela de Ingeniería Agrícola de los jesuitas.
Noticia Relacionada
Un letrero pegado a la entrada del edificio advierte que el recinto permanece «cerrado por orden del Ayuntamiento al amparo del decreto del estado de alarma». Abrir dos días por semana, no compartir aperos de labranza, establecer entradas controladas y que la gente acuda protegida son algunas propuestas que se lanzaron al Ayuntamiento para retomar la actividad, pero no han sido atendidas. «Los jubilados no entienden que en zonas de Navarra, por ejemplo, se autorice a la gente a acudir a la huerta», aduce Félix Revilla. Tampoco que desde hoy mismo la Delegación del Gobierno en la Rioja autorice el desplazamiento a los huertos de autoconsumo dos veces por semana tras escuchar las demandas de diversos colectivos y municipios, según informa el diario 'La Rioja'.
La lluvia caída en abril y algunas atenciones dispensadas por Félix Revilla y otras dos personas han impedido que los cultivos se sequen. Y aunque en algunas parcelas las malas hierbas campan a sus anchas en ausencia de alguien que empuñe la azada, han brotado matas repletas de habas, ajetes, acelgas, espinacas, lechugas, alcachofas y espárragos que se estropearán en unos días si nadie los recoge. Una paradoja en tiempos de escasez, y más en una finca donde varios hortelanos cultivan un pequeño terreno reservado para el Banco de Alimentos.
Consejos y recomendaciones
El problema se agravará si además no se puede plantar calabacín, tomate, calabaza ni otros cultivos a mediados de mayo con vistas a la cosecha de verano. «Aquí hay más necesidad terapéutica que de comida», apunta Revilla. «Igual que van a dejar salir a los niños, para los más mayores el confinamiento está suponiendo un suplicio, son las principales víctimas de la pandemia; en el campo hay sitio suficiente para guardar distancias de seguridad, se puede organizar para que no haya contacto entre ellos».
Publicidad
A Jesús Molinero, médico jubilado de 81 años, le resulta difícil entender que «se obligue a la gente con huerta a acudir a comprar lechugas, guisantes o zanahorias a un supermercado masificado. ¿Por qué allí sí y a la huerta no? haciendo las cosas con control estamos más protegidos en el campo que entre un montón de gente y estanterías».
Noticia Relacionada
Desde la Concejalía de Servicios Sociales, Rafaela Romero descarta autorizar la asistencia a las plantaciones hortícolas. «Entiendo que no resulte agradable para ellos, pero no es conveniente que haya 400 personas moviéndose para ir a la huerta. De momento no se van a abrir porque no es un tema de primera necesidad; además, es un colectivo de riesgo y cuantos menos riesgos se corran, mejor».
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.