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Decenas de agentes participaron en la madrugada de este miércoles en un inusual operativo en torno a la capital que dio sus frutos pasadas las dos de la mañana con la detención de cuatro sospechosos de integrar la última versión de la banda del BMW en una persecución por carretera y a pie en la que los delincuentes, uno de ellos un histórico de los anteriores grupos, Cristian R. I., de 32 años y con un amplio historial que ronda el medio centenar de antecedentes, fueron capturados finalmente por las laderas del Pico del Águila, un cerro situado entre La Cistérniga y la capital, con vista a la ronda exterior (VA-30) y a los nuevos talleres de Renfe en San Isidro. Los otros tres arrestados, A. R. D., C. B. B. y D. B. I., todos ellos de 22 años, son unos recién llegados. Los cuatro serán investigados por delitos de robos con fuerza y presumiblemente de pertenencia a grupo criminal. Un quinto sospechoso logró huir.
El operativo, en el que participaron policías locales y nacionales y guardias civiles, comenzó al filo de la medianoche, cuando la Guardia Civil informó a la sala conjunta del 091-092 de la presencia de un Seat León, cuya matrícula correspondía con un coche sustraído el pasado lunes (en Laguna de Duero) y que había sido utilizado unos minutos antes en un asalto a una gasolinera de Mojados, y una anterior de Segovia. Depués llegaría un tercer robo en la gasolinera que está camino del centro comercial RÍO Shopping, en Arroyo. El vehículo en cuestión, además, había sido identificado el mismo lunes en el que fue robado en otros dos asaltos ocurridos aquella madrugada en Arroyo (en la misma gasolinera de RÍO Shopping) y Tordesillas (allí se llevaron un cajero de autopago de una gasolinera).
Comenzaba la búsqueda de los sospechosos, que se concretó a las 0:15 horas, cuando una patrulla de la Policía Local vio el Seat León, ocupado por cinco personas, circulando «a toda velocidad y con la luces apagadas» por la ronda interior de la capital (VA-20) camino de la autovía de Salamanca (A-62). Los agentes no consiguieron entonces dar alcance al vehículo, pero dieron el aviso y se movilizó a prácticamente todas las patrullas de las policías Local y Nacional para buscar a los sospechosos.
Y el operativo dio sus frutos una hora y media después, cuando faltaban diez minutos para las dos de la mañana, cuando otra patrulla de la Policía Nacional vio el Seat León en la entrada de La Cistérniga y los mismos agentes observaron cómo el coche se dirigía hacia el Pico del Águila, situado a caballo entre este municipio y la capital. Así que comenzó una segunda persecución en la que el conductor del Seat León se metió por tierras de cultivo para ascender por la ladera hasta que rompió el motor y se quedó atorado en una reguera. Entre medias se produjo el asalto a la gasolinera de Arroyo.
Sus cuatro ocupantes iniciaron entonces la huida a pie (se supone que había un quinto) hacia los pinares de la ladera del citado cerro, situado justo enfrente del de San Cristóbal, al otro lado de la carretera de Soria. A las primeras patrullas se sumaron nuevas hasta integrar un dispositivo que rondó la veintena de policías municipales y nacionales, que establecieron un perímetro en torno al cerro que daría sus frutos menos de una hora después, al filo ya de las tres. Los policías nacionales lograron entonces localizar y capturar a tres de los sospechosos, a los que encontraron escondidos entre unos arbustos.
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Al cuarto le vieron corriendo ladera abajo y los agentes, en este caso locales, le interceptaron y detuvieron poco después en este mismo paraje. Los cuatro sospechosos llevaban aún guantes, linternas... Y en su coche, el Seat León, encontraron a su vez más material habitual para perpetrar los robos. Entre sus pertenencias, además, requisaron las llaves de dos vehículos, un BMW y una Renault Kangoo, que fueron localizadas esa misma madrugada por los agentes estacionadas en la calle Tordo (Pajarillos) y en la calle de los Milagros (próxima a la cañada de Fuente Amarga). En el interior de dichos vehículos, que fueron requisados, se localizaron barras de uña, mazas, walkies y linternas.
El grupo comenzó su actividad a finales del año pasado, cuando sumaron los primeros robos de coches, en su mayoría BMW y Seat León o Ibiza, y asaltos a distintos negocios, en su mayoría perfumerías y bares, con la singularidad de que en muchos de los robos utilizaron papeleras sustraídas en la capital para cargar el botín. Después llegarían decenas de robos de turismos y asaltos, también por decenas, a otras perfumerías y supermercados. Y en los últimos días han sido en torno a media docena de gasolineras las que han sufrido la visita del grupo. La investigación está abierta.
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