Valladolid

Los daños de las raíces en las aceras obligan a talar decenas de árboles en Santa Ana

La intervención, que se prolongará durante los próximos tres meses, comenzó la semana pasada con la tala de la primera hilera de plátanos, una veintena de ejemplares, del lado más próximo a las viviendas en el tramo situado entre las calles Olimpiadas y Atenas, que permanece cortado al tráfico -solo durante los días laborales-, y los operarios han terminado ya de retirar sus enormes raíces para comenzar a partir de este martes la renovación el adoquinado. Estas últimas habían levantado el adoquinado y, al igual que ocurre en los otros tramos peatonales de la calle, complicaba de manera notable la movilidad de los viandantes en un entorno en el que hay dos residencias de personas mayores, un centro deportivo y el centro social de la urbanización.

«Algunos vecinos se han quejado, pero es verdad que las aceras estaban indecentes y entendemos que era algo necesario», apuntan los residentes del entorno, quien aclaran que el compromiso municipal pasa por recuperar parte del arbolado perdido en parterres perpendiculares que se colocarán entre los aparcamientos en batería solo del lado de las citadas residencias y centros deportivo y social.

El proyecto en sí contempla la reurbanización completa de la calle Londres, una de las dos principales vías de entrada y salida de la urbanización Santa Ana desde y hacia el Camino Viejo de Simancas, en una intervención que se prolongará, en principio, hasta el 28 de marzo y que implicará distintos cortes a la circulación en función de los avances de los trabajos. Estos supondrán la retirada del grueso del arbolado existente -72 plátanos de porte medio- en sus laterales y del maltrecho adoquinado de las aceras para su renovación a lo largo de sus doscientos metros lineales. «Se intentarán salvar los ejemplares que veamos que causan menos daños en las aceras y que se pueden mantener», aclaran fuentes municipales antes de aclarar que la intervención, que cuenta con un presupuesto de 55.000 euros, fue «acordada» entre las áreas de Medio Ambiente y Urbanismo y los residentes.

«Llevamos 24 años, desde que estrenamos la urbanización -el Ayuntamiento asumió la titularidad y mantenimiento de sus viales en 2018- , con estos problemas en las aceras levantadas por las raíces de los árboles y, aunque el problema está en la mayoría de las calles, aquí era más llamativo y complicaba más el paso, sobre todo, al estar junto a las residencias», relatan los vecinos, quien explican que el propio Ayuntamiento, y así lo confirman las fuentes consultadas, les anticipó que «era imposible reponer el arbolado del lado de las casas por el poco espacio de la acera». En este lateral, de hecho, el ancho para el paso de los peatones entre los alcorques y las vallas de las viviendas apenas alcanza el metro y medio y con el adoquinado levantado en toda su extensión.

Del otro lado, el de las residencias Vitalia y Orpea, el centro deportivo 'Sport is Medicine' y el centro social -el restaurante Santa Ana y la piscina de las urbanización-, la situación es similar en cuanto al ancho de la acera y su mal estado. Fuentes municipales concretan que la intervención contempla plantar 18 nuevos árboles en los alcorques corridos que se habilitarán entre los aparcamientos de este lado de la calle e inciden en que se intentará salvar algunos ejemplares existentes.

Las obras de reurbanización de la calle Londres se realizarán por fases. La primera alcanza al tramo entre Olimpiadas y Atenas. Después llegará el siguiente tramo, entre Atenas y el Camino Viejo de Simancas.

Esta vía de acceso a la urbanización Santa Ana, un conjunto residencial de 492 viviendas y 1.500 vecinos, desemboca en la calle Olimpiadas, que recorre todo el lateral que separa el borde de las casas de la margen izquierda del Pisuerga, donde crece un bosque urbano que ocupa 18 hectáreas y en el que se plantaron cientos de árboles de distintas especies (pinos, fresnos, encinas, sabinas, almendros...) a partir de los años 2020 y 2021, aún en una fase inicial de crecimiento, en una intervención que ha tenido continuidad con nuevas plantaciones este mismo año.

Este parque forestal urbano compensará, al menos, en parte el arbolado perdido en la calle Londres. «Ya no podremos aparcar a la sombra, pero se podrá caminar, al menos, con seguridad por las aceras», suspiran los residentes.