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Se acabó el 'me das un poco', el 'prueba de lo mío', el 'pásame aquel vaso' en los comedores escolares. Ahora es el momento de los puestos individuales, de la separación de metro y medio, de más turnos de comida (puesto que el espacio ... disponible será menor), de la desinfección intensa de bandejas, de menaje... y nada de compartir cubiertos. Los comedores escolares (513 el curso pasado, 48.200 usuarios en Castilla y León) ya están preparados para recibir a unos comensales que deberán seguir, también aquí, unos estrictas medidas de entrada y de salida en las instalaciones, de distancia entre puestos, de comportamiento reglado una vez que los chavales estén sentados a la mesa.
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El protocolo diseñado por la Junta de Castilla y León, con los mínimos que deberán cumplir las empresas que prestan el servicio en la comunidad, recuerda que se tendrán que asignar sitios fijos en el comedor, para que cada estudiante se siente siempre en el mismo puesto.
Además, la distribución se hará en función de los grupos de estudio, para que si hay compañeros de una misma clase se repartan en los asientos contiguos (aunque estén separados por metro y medio). Los grupos burbuja (Infantil y primero de Primaria, donde no es obligatoria mascarilla ni distancia social) comerán en turnos o espacios separados del resto de alumnos. De este modo, explican las autoridades sanitarias, se minimizan contagios y se facilitará la investigación de los rastreadores si hay que analizar las conexiones con posibles casos positivos.
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Los monitores se encargarán de indicar a cada niño cuál es su puesto (entrarán primero los más alejados de la puerta) y los estudiantes deberán sentarse en ellos, sin levantarse. Durante las últimas semanas se han distribuido los espacios de los comedores para que, en la medida de lo posible, sean mesas individuales. En aquellos lugares en los que sean compartidas (por ejemplo, en mesas corridas), se señalizarán los asientos que podrán ocupar para que, en ningún caso, haya un niño sentado frente a otro. Tendrán que permanecer con la mascarilla puesta hasta que el monitor le acerque la bandeja con su comida.
«Hemos suspendido el autoservicio. Será el monitor quien le lleve a la mesa todo lo que necesite, para no compartir jarras, cubiertos o zonas de paso», explica Luis Gómez, director general de Serunión Educa, empresa que gestiona los comedores de 170 colegios, con 12.000 alumnos atendidos.
Los usuarios deberán acceder con las manos lavadas previamente, para evitar aglomeraciones en los baños del comedor o en los aseos más cercanos a estas instalaciones. Una vez que el niño termine de comer, tendrá que esperar en su puesto (con la mascarilla otra vez colocada) hasta que terminen sus compañeros. No podrá levantarse ni salir antes de tiempo, para evitar cruces o movimientos de más por los pasillos. «Los monitores les retirarán las bandejas y estarán atentos a todo lo que necesiten: más servilletas, agua o ir al servicio», comenta Gómez. Entre turnos, habrá ventilación de la sala, desinfección de mesas, superficies, menaje y vajilla.
Todavía es pronto para saber si el miedo al contagio influirá en un descenso de usuarios del comedor. Aunque hay factores que pueden influir, señalan los prestatarios del servicio, como que haya más padres con teletrabajo o familias que, por sus circunstancias económicas (ERTE, despidos) decidan prescindir de esta atención. Esta última situación no afectará tanto a los colegios públicos con altas tasas de becados.
Más complicado será este curso el uso del comedor por parte de los usuarios esporádicos, aquellos que acuden en días muy concretos. Ante esta situación, la consejería de Educación ha alertado de que estos comensales no habituales «solo podrán hacer uso del comedor si hay espacio suficiente para garantizar el protocolo. Si no es posible, deberá informarse en qué centro hay plazas y advertirse al principio del curso», recuerda la Junta.
Gómez añade que las empresas han de extremar también la seguridad durante el proceso de elaboración de los menús. «La normativa sanitaria ya era muy estricta antes de la crisis del coronavirus, pero ahora se han adoptado más medidas», indica. Por ejemplo, se ha limitado el acceso de los proveedores a las cocinas, donde a la ya obligatoria mascarilla e higiene se ha sumado ahora, con la covid, la distancia de seguridad entre los trabajadores».
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