
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Valladolid
Miércoles, 21 de noviembre 2018, 22:29
Valladolid se ha convertido este miércoles en el epicentro de la Península Ibérica gracias a la celebración de la XXX Cumbre Hispano-Lusa. Desde que el alcalde de la ciudad, Óscar Puente, anunciara la decisión el pasado 30 de octubre, todas las miradas han apuntado hacia la capital vallisoletana. Y no precisamente porque Valladolid acoja por primera vez una reunión de estas características, sino por el despliegue aéreo que anunció Moncloa para la llegada del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su equipo ministerial a la ciudad del Pisuerga.
El foco mediático apuntaba directamente a Sánchez desde hace meses. Primero, polémica por unos presupuestos que Bruselas ha desmontado punto por punto y que, en caso de no lograr los apoyos suficientes, abocan a un adelanto electoral. Luego, la decisión sobre el impuesto de hipotecas y, entre tanto, Valladolid, la cumbre ibérica y su polémico séquito de aeronaves. Aunque Puente atribuyera este despliegue a meras cuestiones «de seguridad», los vallisoletanos no acaban de ver con buenos ojos que el presidente del Ejecutivo viajara a tierras castellanas por aire y no por carretera.
«Me parece un insulto a los ciudadanos, ¿realmente era necesario todo esto?», se cuestiona María Pino, vecina del centro de la ciudad. «Ha sido una auténtica vergüenza, hemos sido la comidilla de todo el país», argumenta Ana Sorace, residente de la zona de San Pablo, donde se han desarrollado la gran mayoría de actos. Como ellas, son muchos los vallisoletanos que consideran que Sánchez debería haberse pensado dos veces eso de 'aparcar' el Airbus en el aeropuerto de Villanubla por el coste económico que ha supuesto para las arcas del Estado. «Claro, como no lo pagan ellos, qué van a hacer...», lamenta Ana María Fraile.
Pero más allá de despilfarros, despliegues policiales y reuniones, este miércoles era un día para que los vallisoletanos sacaran pecho y presumieran de ciudad. Aunque no todos tienen claro si la Cumbre Hispano-Lusa tendrá repercusiones positivas sobre Valladolid, coinciden en que se están haciendo las cosas bien. «La reunión iba a hacerse igual, ¿no? Pues mejor aquí que en otra ciudad», argumenta una taxista que prefiere mantener el anonimato. «Cuando los presidentes salen a las ciudades siempre tiene consecuencias. Valladolid es una ciudad de Primera División y lo será siempre, venga quien venga», afirma Emiliano Lanchero, un jubilado que este miércoles ha modificado el itinerario de su paseo hacia el Palacio Real para contemplar el primera persona «todo eso que nos habían dicho».
La otra cara de la moneda la representan aquellos que, como Ana Sorace, consideran que si esta reunión se ha celebrado en Valladolid no es más que un regalo de Pedro Sánchez a Luis Tudanca y Puente por su apoyo incondicional en la carrera hacia la Secretaría General del partido en junio de 2017. «Como el presidente es muy amiguito del alcalde, habrá sido por eso», subraya. «Si es solo un día, no se qué beneficio tendrá para la ciudad», apostilla María Pino.
Emiliano Lanchero, vecino
Ana María Fraile, vecina
Ana Sorace, vecina
Beatriz Romero, vecina
Resulta inevitable llevar a cabo un encuentro de tal magnitud sin causar molestias. Cuando este mediodía Ana ha ido a buscar a su hija de diez años al colegio, ésta, sorprendida, le preguntó qué pasaba para que hubiera ese «despliegue descomunal» de Policía Nacional y Local. «Me ha preguntado: '¿Todo esto solo para que venga el presidente? ¿Solo viene él y se arma todo este lío?'», cuenta Sorace. Y, como no podría ser de otra manera, ha ido a recogerla «andando», ya que no sabía «muy bien» a partir de qué hora podía coger el coche, «y eso que vivo en San Pablo».
Otra vallisoletana, Beatriz Romero, indica que en la mañana del martes, cuando se dirigía hacia su trabajo, se encontró «muchas retenciones» como consecuencia del corte en las calles. «Es una vergüenza todo el despliegue que han montado para una reunión», sentencia. Sin embargo, también ha habido muchos otros vecinos que apenas han notado las consecuencias de la cumbre y ni siquiera se habían «enterado». Es el caso de Ana María Fraile y Marisa Rochiguera, dos amigas que se enteraron de que Sánchez y Costa estaban reunidos en la capital vallisoletana cuando paseaban por San Pablo. «Hasta que no hemos llegado aquí y hemos visto todo este despliegue de policías no nos hemos enterado. De hecho, hemos pensado: ¿Habrá pasado algo?».
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Rocío Mendoza | Madrid, Lidia Carvajal y Álex Sánchez
Almudena Santos y Lidia Carvajal
Juan J. López | Valladolid y Pedro Resina | Valladolid
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