Secciones
Servicios
Destacamos
EL NORTE
Valladolid
Jueves, 24 de diciembre 2020, 07:14
No serán las suyas esas Navidades de lechazo y brindis con Ribera del Duero a la que estaban acostumbrados. Roi, Teresa, Rubén y Álvaro tendrán que atravesar estas fechas lejos de su tierra natal. La crisis del coronavirus –con una nueva cepa en Gran ... Bretaña que ha sellado fronteras y endurecido las restricciones para salir del país– ha truncado este año el habitual reencuentro con familiares y amigos para Nochebuena o fin de año. A cientos de kilómetros de Valladolid, relatan cómo serán sus inglesas navidades del 2020.
«Aquí, en el Reino Unido, no hay el mismo control sobre las normas que en España. Al menos en Londres, si vas sin mascarilla, puedes recibir un reproche de alguien, pero no una multa. Cada uno decide por si mismo y muchos hacen lo que les da la gana», dice Rubén Santiago. Hace cuatro años y medio hizo las maletas y, junto a Mioara, su pareja, puso rumbo a la capital británica. Quería aprender el idioma como vía para un mejor futuro laboral. En la actualidad, compagina su trabajo como repartidor en negocios de restauración con el de conductor de transporte privado con los aeropuertos de Londres. Tiene una niña de 2 años y un pequeño de tres meses, nacido en plena pandemia. El verano y el Año Nuevo siempre los pasan entre España y Rumanía, de donde es su pareja. Esta vez no podrá ser. Su última visita a Valladolid concluyó el pasado 8 de enero y no sabe cuándo podrá volver. «Ahora, ante la nueva cepa, no se puede salir de Londres sin una causa justificada. Yo tenía varias reservas de clientes españoles a los que debía trasladar entre el 20 y el 30 de diciembre para volar a España y muchos estaban asustados por la situación. Algunos, antes de que la cosa se pusiera más fea, decidieron adelantar sus vuelos y cancelar y perder el dinero de los que ya tenían», cuenta. El día 20 fue una «auténtica locura». «Nunca antes había visto los aeropuertos de Londres tan llenos. Apenas se podía aparcar». «Como ahora muchos países de la UE que han cerrado sus puertas a viajeros que provengan de Reino Unido, la situación en los aeropuertos está más tranquila», añade.
El medinense Roi Vaquero se instaló en Cambridge en 2018 y allí abrió un restaurante que se vio obligado a clausurar durante la primera ola de la covid. Entre el Brexit y la cuarentena obligatoria, hace meses decidió no regresar este año a Valladolid. «En España se habla más del coronavirus que aquí. El Gobierno trata de ser contundente, pero los mensajes no llegan a la población. Desde el principio, la gente se ha comportado como si no pasara nada. Y no hay control de las restricciones». Al igual que en España, el sector de la y hostelería «lo está pasando muy mal». «Aquí, la mayoría de restaurantes y pubs son cadenas. Sus gastos fijos son astronómicos y por primera vez desde que llegué están cerrando locales en los centros de las ciudades. Para negocios independientes como el mío es más fácil capear el temporal porque es más sencillo reducir costes», explica Vaquero, quien relata que entre las medidas del Gobierno destaca la reducción del IVA del 20% al 5%, ayudas directas para los negocios que tuvieron que cerrar y líneas de crédito a cinco años sin intereses y avaladas por el Gobierno.
«No salimos de casa más que para ir al supermercado cada 15 días», dice Teresa Casquete, historiadora del arte, de Medina de Rioseco, quien desde hace 15 años vive en Rochester, junto a su marido Ronald Brighouse, y a Albert, su hijo de 8 años. «La gente aquí se lo toma con más resignación, en España está mucho más crispada con este tema», dice Teresa, quien desde el verano de 2019 no ha viajado a Rioseco. Además, como otros compatriotas, destaca que las medidas «no son tan estrictas como en España». «Lo único que piden es que pases el mayor tiempo posible en casa». «La mascarilla solo es obligatoria en lugares cerrados y calles muy frecuentadas». El matrimonio teletrabaja. Y ahora que han empezado allí a vacunar, Teresa espera turno, «aunque todavía no hay fecha» . «Cuando me toque. No va a haber mucha opción porque van a dar una tarjeta de vacunación y si no la tienes, no te van a dejar hacer nada, ni viajar al extranjero ni entrar en restaurantes ni contratarte en trabajos».
«A día de hoy es imposible conseguir vueltos y mucho menos que te hagan la PCR para entrar en España». Así que Álvaro Fernández, 34 años, en Londres desde hace seis años y medio, pasará allí la Navidad. «No podemos salir, pero tampoco quiero poner en riesgo a la familia». Dice que en Gran Bretaña hay «caos y absoluta desinformación sobre la nueva cepa del covid» y se ha generado una gran alarma respecto al posible desabastecimiento de la isla. «Los medios transmiten que solo hay que comprar lo esencial, pero la gente se vuelve loca y compra como si no hubiera un mañana, con lo que el problema es mayor y se acelera». Álvaro se encuentra ahora en ERTE después de que su empresa, la compañía aérea Norwegian, cerrara la base en la que trabajaba en Londres desde 2014 como instructor de aviación. Le ofrecieron dedicarse a su pasión meses después, como técnico de sonido, en un prestigioso colegio y aceptó. Allí la legislación permite trabajar mientras estás en ERTE en otra empresa. Ahora es el responsable audiovisual y de sonido del colegio Dunottar School de Reigate. Álvaro pasará estas fiestas en Crawley, donde vive, sin demasiada compañía, pues «mis amigos han marchado todos, pero no pasa nada. Estamos en un año tan extraño en el que nos pasan cosas tan impredecibles que hay que asumirlo, mentalizarse y cuidarse mucho».
Con información de Laura Negro, Miguel García Marbán, Jota de la Fuente y Patricia González.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.