Los cuatro puntos de muestreo de la discordia

El problema arranca con una alta contaminación de las aguas durante los últimas cinco temporadas, lo que provocó la resolución de la Junta de declararla no apta e instar a la prohibición. Con el nuevo equipo de Gobierno, del PP, según repasan fuentes del proceso, se puso sobre la mesa dentro de la propia Consejería la opción de indicar al Consistorio que planteara un nuevo lugar para el muestreo. Sin embargo, la orden desde los máximos responsables en materia de Salud Pública de la Junta fue la de no facilitar tales indicaciones «porque aquello no se iba a interpretar bien y el objetivo último era el de poner en valor la salud de los ciudadanos. No parecía coherente y tampoco desde un punto de vista técnico. Cómo explicar tal cambio precisamente además en ese momento»; pero, al parecer, tal indicación desde los altos puestos de responsabilidad se desoyó más abajo aconsejando a Aquavall la petición de tal traslado, añaden las mismas fuentes consultadas. Coinciden no obstante los distintos implicados en este proceso que es perfectamente legal solicitar otro punto de muestreo y en Valladolid se ha cumplido conforme a normativa. Así lo determina el Real Decreto estatal que lo regula, el de Castilla y León y la orden que hay al respecto.

La documentación recoge que, entre 2018 a 2022, la calificación fue de 'insuficiente'; de ahí que se resolviera instar al Ayuntamiento a su prohibición o recomendación de abstenerse del mismo en dicha zona en 2023. También recoge que, en febrero de 2022, ya se instó a la Administración local, por parte del Servicio Territorial de Sanidad, «a tomar las medidas correctoras tendentes a mejorar la calidad del agua en la siguiente temporada». Y para ello la legislación recoge como justificación, entre otras, los cambios estructurales, y «cuando el agua de baño sea clasificada con calidad 'insuficiente' durante cinco años consecutivos».

Así que el punto de muestreo tradicional (PM1) con el tiempo y tras la reforma de la zona de 2008, había sufrido un cambio estructural que provocó que tal lugar para tomar el agua para el análisis hubiera quedado fuera de la zona de baño porque la arena había desaparecido en esta zona, también la rampa de descenso de los piragüistas, lo que desplazó el baño hacia el centro de la playa. Hace ya años.

El nuevo equipo de Gobierno municipal, alentado por las citadas indicaciones y estas circunstancias, solicitó primero el alta de otra zona. Fue el 22 de enero de este año. La evaluación del punto solicitado, junto al salto del agua, se rechazó por considerarlo poco representativo como lugar para tomar la muestra. Ni congregaba este área a un buen número de bañistas ni el movimiento fuerte de las aguas hubiera dado resultados realistas, los hubiera dado más positivos... Pronto se pidió, el 30 de enero, la baja del PM1, un requisito indispensable.

Descartado el mismo, el Servicio Territorial de Sanidad se personó en la playa para informar sobre la situación. Propone instalar el punto en mitad del arenal, a la altura del chiringuito Pera Limonera. Así lo propone en resolución del 28 de febrero.

Sin embargo, Salud Pública duda sobre la densidad de los bañistas y pide al Ayuntamiento documentación complementaria, fotografías aéreas desde 2007 que muestran la evolución del arenal y la situación habitual de los bañistas, los lugares donde más se concentran. Doce fotos satelitales de entre 2007 y 2023 salen del Ayuntamiento y permiten observar que la propuesta del Servicioterritorial no se corresponde con el área habitualmente elegida por los vecinos para el chapuzó. Esta información, analizadas las doce imágenes que coinciden con los meses del verano, llevó a determinar el punto definitivo, ahora PM2, al acreditar dónde realmente se bañan los vallisoletanos. Con toda esta información, el punto se desplaza hacia la zona de las duchas, ni al norte en el salto del agua ni junto al embarcadero donde no hay playa. Un punto intermedio.

Explican además que sea cual sea el punto «la muestra se toma desde la orilla, con una pértiga donde al menos cubre un metro para evitar un falso negativo por acúmulo de pecina como podría ocurrir si es justo en el borde ni tampoco favorecer los resultados por ser demasiado adentro. Un punto realista, un par de metros hacia adentro», puntualizan.