el norte
Viernes, 21 de junio 2019, 21:32
Cuatro trabajadores del Grupo funerario El Salvador, investigado por una supuesta estafa cometida al cambiar ataúdes por otros más baratos antes de las incineraciones, comparecieron ayer ante el juez para coincidir en declarar que desconocían que pudieran estar llevándose a cabo esas prácticas. ... Así lo manifestaron los cuatro empleados que declararon como testigos ante el Juzgado de Instrucción número 6, que investiga la denominada 'operación Ignis'.
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Los testigos son una trabajadora con labores de recepcionista, un sobrino del propietario de la funeraria que desempeñaba su labor como tramitador y dos albañiles. Todos ellos coincidieron en afirmar que desconocían que se produjeran cambios de ataúdes entre 1995 y 2015 para revenderlos, una estafa que según fuentes de la investigación podría llegar a afectar a 6.000 personas. La recepcionista indicó que en ocasiones se cambiaba el lugar y la hora de las incineraciones, normalmente a petición de la familia, y que siempre eran avisadas, informa Efe.
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