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Del Gobierno conjunto a la desconfianza mutua... y vuelta a la negociación. El pacto PSOE-Toma la Palabra que durante los últimos cuatro años pilotó la acción política de Valladolid saltó por los aires en apenas quince días, sin que parecía que hubiera, no ya ... tiritas, sino cirugía que permitiera recomponer la relación.... hasta que al final la herida empezó a cicatrizar. El PSOE tenía ya perfilada la estructura de concejalías para, a partir de la investidura del sábado, gobernar en solitario, con Óscar Puente como alcalde y con Toma la Palabra sin responsabilidad de Gobierno y en la oposición. El miércoles, después de dos plenos extraordinarios y de la reunión de la Junta de Gobierno (donde los ediles de ambas formaciones se vieron la cara tras días de declaraciones cruzadas) se escenificó lo que parecía el final. Pero ese día, por la tarde, comenzaron de nuevos las reuniones, que continuaron durante el jueves para fructificar en un principio de acuerdo para volver a reeditar el pacto.
Las urnas refuerzan al PSOE de Óscar Puente (gana 21.390 votos y tres concejales, pasa de ocho a once) y debilitan a Toma la Palabra (que pierde 4.505 apoyos y un edil, de cuatro a tres). Juntos suman los 14 concejales que otorgan la mayoría absoluta, pero algo ha cambiado: el PSOEya no depende, como hace cuatro años, del respaldo de Toma la Palabra. La correlación de fuerzas ha cambiado.Puente avisa de que, aunque será «generoso», hará valer esa ventaja. Incluso el lunes 27 recuerda que el reparto electoral le permite la opción de gobernar en solitario. La misma noche electoral, Toma la Palabra muestra su recelo a que el PSOEno cuenta con sus concejales para la acción de Gobierno. No hay encuentros ni conversaciones formales hasta tres días después.
La primera cita es «cordial». Tiene lugar en el despacho de Alcaldía, al término de la Junta de Gobierno convocada a las 9:00 horas, con Óscar Puente, Pedro Herrero y Charo Chávez (por el PSOE) y Manuel Saravia, María Sánchez y Alberto Bustos (por TLP). «No se toman notas», no hay apuntes ni propuestas concretas, sino la voluntad de trabajar en un futuro Gobierno en común. Cada grupo se compromete a elaborar un documento con sus ideas de concejalías y reparto de competencias, que pondrán en común en una nueva reunión el lunes 3.
Puente ya ha asegurado–lo hizo en campaña– que su intención es incrementar el número de áreas «para ganar en agilidad y eficacia en la gestión». Saravia entiende que detrás de esta propuesta («sin apoyo analítico que se conozca»)está la intención de «reducir las competencias de las tres áreas» que ha gestionado su formación, «además de la que ha sido responsabilidad de Antonio Gato» (fuera de las listas del PSOEy que no repetirá en este mandato). Dos días después, TLP ve ahí críticas a su trabajo:«El problema de fondo no es la gestión política, sino la falta de personal» en ciertas áreas.
Los dos partidos trabajan en los borradores de organigrama. Puente dice en público que le gustaría que Manuel Saravia continuara como teniente de alcalde (además de concejal de Urbanismo). A principios de esa semana, en una entrevista con El Norte, dijo: «No veo a nadie en la Corporación que pueda hacer su labor con la misma eficacia». «Pero nadie es imprescindible», matizó.
Reunión de 45 minutos en Alcaldía. Intercambian las propuestas de organización municipal. El PSOE plantea diez grandes áreas, con doce concejales. Toma la Palabra propone nueve. El PSOE considera imprescindible atender al «perfil» de la persona que gestionará cada competencia. TLP defiende «una organización racional frente a la tentación de organizar las áreas en función de las personas».
Quedan en verse al día siguiente (a las diez) para avanzar en el acuerdo, tras «leer y valorar» las propuestas. Además, TLP propuso la elaboración de un «documento de acuerdo político» sobre las líneas de acción en el mandato. Hasta ahí bien. Pero algo lo tuerce todo. Toma la Palabra comparece en público para expresar su «decepción» por la propuesta del PSOE. Dicen que la idea de Puente es recortar las competencias que gestiona TLP,mientras que las actuales concejalías del PSOE «(salvo la de Antonio Gato) o no se tocan o se refuerzan».
Los socialistas ven «deslealtad» en esta rueda de prensa. «Nos sentó muy mal. Se rompió el acuerdo de hablar al día siguiente. Hablaron de una propuesta inadmisible, cuando el documento que presentamos era tan escueto que estaba claro que había que concretarlo», defienden en el equipo de Puente.
No se palpa buen ambiente en una reunión de hora y media en la que, sin embargo, se alcanza un «principio de acuerdo». Toma la Palabra asume el Gobierno de diez áreas y dos delegaciones planteada por el PSOE. Pero hay tiras y aflojas con determinadas competencias. TLP reclama continuar al frente del Servicio de Limpieza, que la nueva organización del PSOE quería entregar a José Antonio Otero (nuevo concejal socialista).
Finalmente, Puente acepta mantener Limpieza en Medio Ambiente, pero con la contrapartida de que también asuma la gestión del centro de tratamiento de residuos, algo que, según fuentes del PSOE, Toma la Palabra «no quería». También se discutió sobre los servicios de concesión de licencias, que se desgajaban de Urbanismo (Manuel Saravia) para engrosar la nueva concejalía encabezada por Luis Vélez. Y hubo un fleco que no se cerró, el de quién llevaría las competencias de Juventud.
El PSOE dice que TLP no puso reparo en que pasaran a depender de Educación, aunque sí que alertaron de las complicaciones del traspaso (al día siguiente a las 13:00 horas, en el despacho del grupo municipal socialista, hubo una nueva reunión, sin avances, sobre Juventud).
Toma la Palabra solicitó que el secretario municipal elaborara un borrador del decreto de reparto de competencias y que en la siguiente reunión (el jueves) se tuviera ya a punto el acuerdo político para poderlo someter a las bases del partido.
Un encuentro a las 13:00 horas intenta desatascar qué ocurrirá con Juventud. Se llega a hablar de repartir competencias. Por ejemplo, que la gestión del Círculo Campestre pase a Educación y las actividades de los centros cívicos permanezcan en Participación Ciudadana. Toma la Palabra defiende que, un día antes, ya se había llegado a un acuerdo de «compartir responsabilidades, que sin embargo, horas después pasaron todas a recaer en Educación».
A las 14:00 horas, Pedro Herrero y Victoria Soto (por el PSOE), María Sánchez, Alberto Bustos y Manuel Saravia (por Toma la Palabra) se reúnen con el secretario municipal, quien presenta la propuesta de borrador de competencias elaborado a partir de las ideas planteadas por ambos partidos. Toma la Palabra dice que «aparecen algunos asuntos que no se habían tratado en la reunión del martes». Por ejemplo, respecto a la Oficina de Contratación (que pasaría de Urbanismo a Espacio Urbano y Movilidad), educación ambiental (se acordó allí que permanecería en Medio Ambiente) o el parque agroalimentario. Toma la Palabra defiende sobre este último asunto que en la reunión del martes se dijo que estaría dentro de Urbanismo.
El PSOE esgrime que se trata de una política «transversal» que seguiría en Promoción Económica,«como durante este mandato». Y hay una tirantez en torno a quién gestionaría los equipamientos urbanos: Toma la Palabra los pide para Urbanismo, el PSOE los quiere trasladar a Movilidad y Espacio Urbano. A todo esto (y a las dificultades para encajar Juventud) se añade un punto más. El organigrama del PSOE sitúa a Pedro Herrero como la persona que, en colaboración con Alcaldía, fijará la «dirección operativa de la acción de Gobierno municipal». TLP dice que las funciones «no se resuelven de forma satisfactoria» y pide que se modifique la redacción, por entender que podría suponer injerencia del PSOE en la acción de los ediles de TLP. La redacción se cambia, se habla de «coordinación interna» respecto a «políticas públicas».
El PSOE no recibe bien estas reticencias respeto a la figura de Herrero, quien ve «necesaria la coordinación para una gestión más eficaz». TLP lo entiende como intento de fiscalización, tutela, control. El equipo negociador del PSOE trasladó al alcalde, tras esa reunión, «las dificultades para alcanzar un acuerdo.Cuando ya lo tenemos cerrado, vienen con lo de Juventud, con lo de las oficinas...». Por la tarde, TLP celebra una asamblea en la que informa de que, aunque quedan puntos por consensuar, seguramente se cerrarían al día siguiente. Saravia afirma que esa misma tarde llamó dos veces a Óscar Puente (a las 18:05 y 21:08 horas)y le envió un wasap (22:16)sin obtener respuesta. Herrero, quien desde el martes lideró las negociaciones por elPSOE, asegura que su móvil no sonó.
Toma la Palabra lo define como «día crítico». El PSOE: el momento en el que llegó «la gota que colmó el vaso». Óscar Puente escribe un 'wasap' a Saravia a las 9:16 horas diciéndole que a lo largo de la mañana le haría llegar su «planteamiento definitivo» sobre la organización municipal. Esa«propuesta final» (como la definió el PSOE) se remitió a las 11:55 horas. TLP entiende que ese documento cierra «unilateralmente» los asuntos que no habían sido consensuados y dice que no lo puede aceptar.
Minutos antes, a las 11:49, Toma la Palabra envió un texto con las propuestas del otro documento, el acuerdo político sobre la acción de Gobierno, que el PSOE devuelve con modificaciones a las 12:45 horas. Toma la Palabra critica que se «corrigieron todas las denominaciones que aludían a su programa (al de TLP), aunque no se sustituía el contenido». O sea, se aceptaban las ideas de TLP, pero no el nombre con el que las habían bautizado.
Desde el PSOE apuntan que los objetivos son compartidos«en más de un 90%» y que, aunque esas propuestas se puedan llevar a cabo, no se hará con el nombre que impongan desde Toma la Palabra». Este hecho, aunque parece nimio, es relevante porque apunta a otro punto de fricción. Puente dice que, desde que El Norte de Castilla publicó una encuesta (el 17 de marzo) en el que hablaba de la posibilidad de que el PSOE«fagocitase» a Toma la Palabra, percibió en el equipo de Saravia «un viraje» en su actitud.
El alcalde no recibió bien los mensajes de campaña de que «los mayores avances de la ciudad» en los últimos cuatro años llevaban «el sello de Toma la Palabra». Puente vio en estas declaraciones «un complejo de superioridad que se ha mantenido durante la negociación» y también una velada crítica a la acción de las áreas encabezadas por ediles del PSOE. Yesto también torpedeó las conversaciones. A la vista de esto, hasta que se aclaren las competencias, TLP anuncia que pospone la consulta prevista para ese fin de semana entre sus bases (1.700 personas censadas)sobre la aceptación o no del acuerdo de Gobierno.
Las desavenencias se trasladan a twitter. Allí, Óscar Puente dice que en Toma la Palabra se ha encontrado durante los últimos días «desconfianza y mucha soberbia». Asegura que el decreto remitido el viernes por la mañana estaba «claro» y que la suspensión de la consulta a las bases por Toma la Palabra era un órdago:«Seguir tirando de la cuerda sin asumir que la cuerda se puede romper. Y se rompió». Anuncia el fin de las conversaciones. Ese día por la mañana, tras una presentación en el Ayuntamiento, Saravia entró al despacho de Alcaldía detrás de Óscar Puente para intentar hablar con él. «Me dijo:'No hay nada de qué hablar'».
Jornada de ruedas de prensa. La primera es de Óscar Puente, quien atribuye la situación a que «Toma la Palabra nunca ha asumido que el escenario político ha cambiado», a que durante las negociaciones ha «mareado» sobre puntos que ya estaban cerrados y no niega ese malestar por lo que entiende «superioridad» de TLP a la hora de valorar su acción frente a la del PSOE, cuando «el gobierno es uno». Saravia dice que «lo ve tan forzado que parece que todo el proceso ha sido una excusa del PSOEpara gobernar en solitario». Puente insiste en que ese «no era plan» y comienza a trabajar en un Gobierno en solitario.
Puente afirma que la decisión de gobernar en solitario «está tomada» y que no se cierra a acuerdos puntuales de futuro... Incluso a algo más serio si, «avanzado el mandato, ciertas actitudes han cambiado». De hecho, el alcalde anuncia en público que Pedro Herrero será el nuevo concejal de Urbanismo(en sustitución de Manuel Saravia) y que ya trabaja en el diseño de su nuevo Gobierno, exclusivamente socialista. Por la tarde, TLP celebra su asamblea, en la que anuncia que someterá a votación si apoya la investidura de Puente, si vota en blanco o si vota a Saravia. El sentimiento general en la asamblea es de dolor e incomprensión por la actitud de Puente del lunes. Se insta a los ediles a seguir negociando «hasta el final», aunque estos matizan que, aunque están dispuestos a hacerlo, ha sido el PSOE el que ha cerrado definitivamente esa puerta.
La agenda de la mañana incluye dos plenos extraordinarios y reuniones de la Junta de Gobierno, en la que están presentes los concejales de Toma la Palabra y del PSOE. Aquí ya hay una conversación para limar las tiranteces de los últimos días. Las cosas se ponen en claro encima de la mesa. Es una reunión «terapéutica», como la bautiza Saravia. El primer paso lo dan los ediles de TLP, después de que la tarde anterior la asamblea del partido invitara a seguir negociando. Por la tarde, se reanudan las reuniones para intentar salvar distancias, acordar de nuevo ese documento de Gobierno político y avanzar en un posible gobierno en común. La reunión se prolonga hasta bien avanzada la noche.
El primer movimiento público llega a las 12:15 horas, cuando la Unidad de Medios de Comunicación convoca un acto al que el alcalde no tenía previsto acudir. A las 17:00 horas, Óscar Puente atenderá a los medios en el festival de una escuela infantil. Algo pasa. Durante toda la mañana, TLP y PSOE han avanzado en la negociación.
A las 14:30 horas, los tres concejales de Toma la Palabra comparecen en su despacho. Allí leen un comunicado en el que incluyen un punto reclamado por Puente: que se valorara el trabajo del PSOE durante los útlimos cuatro años, y no solo los logros de la formación de Saravia: «Esto ha sido un trabajo en equipo». «Durante estas semanas ha habido una suma de errores y equívocos que han podido provocar que se frustrara lo que gran parte de la ciudadanía desea», añaden desde Toma la Palabra, que reconoce haber «contado con el respaldo del alcalde en momentos decisivos». La formación de Saravia anuncia para el viernes una asamblea extraordinaria que ratifique los avances en la negociación.
Dos horas y media después, Puente anuncia que paraliza el proceso inciado para formar Gobierno en solitario y que volverá a reeditar un Ejecutivo local en el que Toma la Palabra estará al frente de tres concejalías, aún sin concretar.
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