Paco Forjas: «Crees que nunca te va a pasar nada. Seguro que Beriain y Fraile pensaban igual»

Cuando logró cruzar la frontera se cruzó con escenas medievales: «cuerdas de presos por la calle, mujeres apaleadas en la vía pública por llegar tarde a casa».

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Con escaso idioma y mucha intuición («la ignorancia te ayuda a afilar el intelecto») además de un poco de suerte fue la voz de la radio pública en un mundo en ebullición. Sin olvidar la fortuna, como cuando pagaron para acompañar a un convoy militar en Afganistán. «Unos periodistas japoneses pagaron más y se nos colaron. En aquel viaje mataron al compañero Julio Fuentes».

Forjas conoció fugazmente a Roberto Fraile, con el que coincidió en el hotel 'Palestina' de Bagdad, el mismo en el que había muerto el también cámara José Couso (2003). «Estaba grabando con Roberto Lozano 'Los ojos de la guerra'. Se notaba que era un tipo de raza».

Este reportero vallisoletano fue durante ocho años corresponsal en Jerusalén para todo Oriente y Norte de África. «Mi vida era una maleta en la mano y otra preparada en casa para volver a salir nada más regresar». Recuerda que el miedo iba más allá de la bombas, «se mascaba viajando por las carreteras».

¿Cómo se gestiona esto? «Con muchísima insensibilidad. Crees que nunca te va a pasar nada... Pienso en Beriain y Fraile... Seguro que pensarían igual que yo. Que no pasa nada». Hoy de corresponsal en París, dice que «los regresos son complejos. Te falta algo. Te engancha porque produce adrenalina contar cosas que algún día estarán en los libros de historia», sentencia Forjas.