Sofía de la Iglesia: «Los vídeos de situaciones cotidianas con humor enganchan a la gente»

En cada uno de sus clips se muestra tal y como es ella, sin ataduras, sin seguir un estricto guion. A sus 22 años, Sofía de la Iglesia dice estar viviendo «un sueño». Hace apenas unos meses acabó la carrera de Publicidad y Relaciones Públicas en Segovia y, a falta de entregar el Trabajo de Fin de Grado, ahora reside en Madrid, trabajando como creadora de contenido para el perfil de TikTok del diario deportivo Relevo, del grupo Vocento. «Buscan profundizar en todos los deportes sin distinción. Mi intención es captar la atención de un usuario, independientemente si le gusta el deporte o no, con un lenguaje dinámico. Doy el toque de la generación Z, en apenas unos segundos cuento la noticia con humor o hago diferentes juegos con los deportistas para llamar la atención.»

De la Iglesia se unió a TikTok durante la cuarentena y, en menos de dos años, ha convertido la plataforma en su medio de trabajo. Llegó a la capital para trabajar en una agencia de publicidad con una beca, pero sus planes se alteraron. «Recibí una llamada de Relevo porque buscaban 'tiktokers', me hicieron la entrevista y ahora formo parte de este nuevo proyecto», esgrime Sofía, quien reconoce que a veces echa de menos «la tranquilidad de Valladolid».

Su perfil en Instagram muestra una cascada de vídeos en los que cabe todo tipo de contenido, siempre con su toque de humor contagioso. Entre ellos destacan situaciones cotidianas que buscan sacar una sonrisa al usuario, pero también entrevistas a pie de calle, buscando la valoración y opinión de los viandantes sobre un producto o un evento. Reconoce que el crecimiento de la comunidad que le sigue ha sido paulatino, aunque la situación no siempre es igual: «Si un vídeo se hace viral, el número de seguidores crece más rápido. No soy una persona que sube contenido constantemente, solo en Instagram a través de las historias».

Conseguir que los focos se dirijan a ella no ha sido una mera casualidad. Desde pequeña sintió que las cámaras y la edición iban a formar parte de su vida. Formaba parte de uno de sus juegos. «Escribía historias y grababa a los playmobil con mi hermana Vicky, luego lo editaba con cualquier programa. Con el paso de los años, descubrí que se podía subir a las redes sociales. Eran vídeos sencillos siempre con mi toque de humor. Mis primeros vídeos se subieron bajo el título: 'Cuando te pisan los zapatos blancos' o 'Cuando se te cuela la pelota del vecino'».

Lo cierto es que se dio a conocer con 14 años, cuando se aventuró a subir vídeos a la ya extinta red social de Vine. «Se trataba de hacer humor en seis segundos, me imaginaba momentos y situaciones cotidianas, era todo muy dinámico», señala la influencer vallisoletana, a quien siempre le acompañaban su hermana y amigos para crear este tipo de contenido.

Al poco tiempo decidió abrirse una cuenta en Instagram y Youtube para trasladar ese contenido exitoso. «Son vídeos naturales, se ve como soy. Ponerme delante de una cámara y hablar me ha ayudado a soltarme. Para mí sigue siendo un hobby, aunque ahora he conseguido obtener monetización».

Durante esta temporada también ha formado parte de la sección 'Pucela Games', dentro del canal de Youtube del Real Valladolid. En ella, los futbolistas deben enfrentarse a los retos más virales de Internet. «Fue increíble, al principio estaba asustada, pero luego me solté. Yo no les conocía en persona, pero en el reto de insertar el clavo en un tronco, Luis Pérez, Sergio León y Monchu me hicieron sentir muy a gusto» y confiesa que Gonzalo Plata fue el jugador que más le sorprendió. «Me pareció muy majo y respondió muy bien. Sería su amiga».

Sumergida en un presente exitoso, en el que está alcanzando sus metas, Sofía de la Iglesia vislumbra un futuro dentro de la industria del cine. «Me gustaría hacer un Máster en Dirección de Cine y participar en alguna película o entrar en el mundo de la publicidad que es lo que he estudiado». Es consciente que trabajar como creadora de contenido durante toda la vida es complicado y prefiere fluir. Por ahora, su energía, creatividad y naturalidad transitan por Madrid.