Un incendio calcina una nave y cierra una hora y media la carretera de Renedo

«Es un disgusto muy grande, no hay consuelo que valga, aunque por suerte no ha habido que lamentar males mayores», lamentaba Ignacio, el propietario de una de las fincas situadas al borde de la VA-140, entre Valladolid y Renedo de Esgueva, en la que un incendio –cuyas causas ahora se investigan– devoró pasadas las tres y media de la tarde de este martes una enorme pila de pacas de paja y calcinó una nave semivacía, utilizada como almacén.

El siniestro obligó a cortar el tráfico en la zona, entre la Ronda Este y la VA-30, durante cerca de una hora y media, hasta las 17:10 horas, aproximadamente, dada la proximidad de las llamas a la calzada y que la intensa humareda –visible desde varios puntos de la ciudad– dificultaba la visibilidad. Todo ello derivó en la declaración de nivel 2 del fuego por parte de la Junta, que envió hasta el lugar una autobomba, una cuadrilla de tierra y otra helitransportada, un helicóptero, un técnico y dos agentes medioambientales. Contaron, además, con la colaboración en las labores de extinción tanto de los Bomberos de la capital como de efectivos de la Guardia Civil y la Policía Local, que apoyaron en el operativo desplegado.

El incendio quedó controlado en cuestión de una hora y media, y las llamas se concentraron fundamentalmente en la pila de pacas, propiedad «del vecino» y situada a apenas cincuenta metros de la casa de Ignacio, que en el momento del suceso se encontraba fuera. «Las pacas son del vecino, al pobre se le saltaban las lágrimas», admitía un grupo de familiares, que estimaban que había amontonados «decenas de fardos que valdrían miles de euros». «Él se ha llevado la peor parte, es su trabajo. A nosotros nos ha quemado todo el interior de la nave, pero por suerte no teníamos nada de valor dentro. Hace un tiempo teníamos a los perros, pero ahora la utilizábamos como almacén», comentaban visiblemente afectados, «impotentes» ante un siniestro al que no habían tenido que enfrentarse antes.

Desconocen qué pudo pasar para que las llamas consumieran, en cuestión de minutos, parte de las parcelas, aunque solo piden que se esclarezca lo sucedido. «Nos han dicho que ha venido desde abajo. La verdad es que no se sabe qué ha podido pasar, pero entre el verano, con el calor que hace, y a nada que alguien haya tirado un cigarro o limpiado su tierra...», continuaban.

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