Los doctores Cristina Díaz, Alicia Armentia y David Pérez, responsables del estudio. Carlos Espeso

Investigadores de Valladolid descubren cómo el coronavirus engaña al organismo

Un estudio del Hospital Río Hortega desenmascara al virus: «Es un astuto impostor»

Ana Santiago

Valladolid

Domingo, 24 de octubre 2021

«El virus Sars-CoV-2 anula la respuesta al estrés, al ataque, haciéndose pasar por nuestra hormona encargada de ello, la ACTH. Finalmente, cuando nuestro organismo se da cuenta del engaño genera anticuerpos contra ella; pero no solo destruye la vírica sino que afecta ... también a la humana, lo mismo que pasa en las enfermedades autoinmunes. En definitiva, es un astuto impostor que se hace pasar por una hormona, la encargada de defendernos, para que luego sea el propio cuerpo quien acabe con su capacidad de respuesta ante una infección». Así explica la doctora Alicia Armentia, jefa de Alergología del Río Hortega, la hábil biología de un coronavirus que ha puesto en jaque a todo el planeta. Este hospital ha descubierto el engaño, el mecanismo que hace que pacientes graves de UCI respondan tan mal, cómo este coronavirus confunde al sistema inmunitario.

Publicidad

Así, un trabajo de los servicios de Medicina Intensiva y de Alergología desenmascara a este tramposo y abre puertas a poder detectar de forma anticipada cuando un paciente va a empeorar y pone de nuevo en valor los corticoides para el tratamiento de la covid en determinados pacientes.

Explica el investigador David Pérez Torres, intensivista, que «el estudio partió del Servicio de Alergología a comienzos de este 2021. Algunos trabajos sobre el SARS habían detectado un comportamiento curioso del virus. Revelaron que se parecía a la hormona ACTC que fabrica el propio cuerpo y que controla la producción de otra hormona llamada cortisol importante para responder al estrés, a la capacidad de defensa del cuerpo». La investigación comprobó a través de la base de datos de estructuras que varias zonas del virus se parecían efectivamente a esta hormona. Y es este el engaño que logra el coronavirus, el de intervenir en la fabricación de defensas por parte de dicha hormona. «La producción de anticuerpos contra antígenos virales también puede conducir a la destrucción del anfitrión, de la ACTH, evitando el aumento de cortisol y dando como resultado una insuficiencia suprarrenal», recoge la investigación. Es decir, el coronavirus logra que sea el propio cuerpo el que destruya su capacidad de respuesta al invasor.

«Cualquier infección en el cuerpo genera una respuesta inmunitaria. Crea anticuerpos para neutralizar al microorganismo invasor; pero estos anticuerpos se dirigen a una zona pequeña del virus, no se enfrentan a su totalidad, y si esta parte se parece a la hormona que fabrica nuestros anticuerpos destruyen precisamente la sustancia que fabricamos para defendernos», explica el doctor Pérez.

Publicidad

La referencia

  • La revista 'Medicina Intensiva'. Elsevier.

  • Los autores David Pérez Torres y Cristina Díaz Rodríguez del Servicio de Medicina Intensiva y Alicia Armentia Medina, del Servicio de Alergología. Ambos del Hospital Río Hortega de Valladolid.

Era una hipótesis de trabajo y es así «como comenzamos el estudio» la doctora Armentia y Cristina Díaz, una madrileña que está en su quinto año como residente en Medicina Intensiva, «sobre estos anticuerpos que en casos graves, con ventilación mecánica se dirigen contra la hormona ACTH». «Hemos podido demostrar que el virus tiene una secuencia de aminoácidos similar a la hormona ACTH humana y que provoca una inhibición de la respuesta de estrés», explica la doctora Alicia Armentia.

El estudio se desarrolló a lo largo de diez semanas, «a modo de pilotaje para consumir pocos recursos antes de hacer una investigación amplia hay que estar seguros de que hay base para ello», destaca David Pérez. «Comprobamos que la hipótesis de trabajo era cierta sin malgastar medios. Para el trabajo seleccionamos 40 pacientes de la UCI del Río Hortega, todos ellos con prueba de infección activa positiva, y buscamos confirmar que tenían déficit de la hormona ACTH o niveles de cortisol, que provoca la misma, bajos lo cual implica una insuficiencia suprarrenal. Los síntomas son poco específicos, tales como una baja tensión arterial, fiebre o alteraciones iónicas (hiponatremia o hiperpotasemia) y en la serie blanca de la sangre (linfopenia o eosinofilia).... requerimos al menos dos de ellos y pudimos incluir a diez pacientes en el estudio. Realizamos determinaciones de anticuerpos y exploramos qué ocurría con ellos y el 60% sí que tenían este anticuerpo. Ahora queremos hacer un estudio más amplio con los pacientes que lleguen a la UCI con infección por coronavirus y como, afortunadamente, ahora son pocos la idea es ampliar a los de otros hospitales. Estamos valorándolo».

Publicidad

La investigación avala de nuevo el tratamiento con corticoides de los pacientes de UCI más graves

Otro punto importante, añade este intensivista, «es la aplicación que pueda tener conocer este mecanismo. Sabemos que los corticoides son ya un estándar en el tratamiento del covid y este trabajo también lo avala. Parece que los pacientes más graves tienen una respuesta inmunitaria algo diferente a lo que ocurre con otros virus. Activan una respuesta desproporcionada, exagerada. «Dado que la respuesta a coronavirus sigue una vía Th2 y no la TH1 que sería lo deseable, hemos medido anticuerpos IgE específicos a ACTH por InmunoCAP-Thermofisher en pacientes ingresados por covid en UCI, con mala evolución y signos de disfunción suprarrenal. Hemos encontrado anticuerpos IgE contra esta hormona de los primeros diez incluidos y no en pacientes controles.

«Pensamos que el virus ha podido utilizar su similitud con la ACTH para bloquear la respuesta inmune primaria y la respuesta de estrés y que la determinación de estos anticuerpos sería útil para instaurar tratamiento precoz con hidrocortisona», explica la doctora Armentia.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad