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Delfín Fernández, encargado de la Pescadería Blanco, ubicada en el Mercado del Val de Valladolid. Rodrigo Ucero

Los controles sanitarios frenan el ascenso del anisakis en Valladolid

«Para que sea seguro, el pescado tiene que estar, al menos, un mes congelado», asegura la alergóloga Alicia Armentia

eva esteban

Valladolid

Lunes, 17 de septiembre 2018, 08:08

Son pequeñas larvas redondas, presentes «en más del 80% de los pescados que se comercializan» y al ingerirlas pueden llegar a perforar el estómago y producir alteraciones intestinales y peritonitis. Así es el anisakis, el parásito que se ha propagado a tal velocidad que ... ha disparado todas las alarmas en el ámbito sanitario e incluso se ha llegado a calificar como «bomba alergénica». Es más común de lo que los ciudadanos pueden llegar a imaginarse. De hecho, según la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León, solo el año pasado se detectaron 164 personas afectadas por anisakis en la provincia de Valladolid, unas cifras que se han mantenido «estables» con el paso de los años «e incluso están decayendo gracias a las medidas sanitarias», asegura la jefa de Alergología del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid.

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