Dos socorristas en la piscina vallisoletana de Canterac al inicio de esta temporada. Carlos Espeso
Valladolid

Construcción, transporte, distribución, hostelería y socorrismo, cinco sectores donde hacen falta trabajadores

La ausencia de relevo generacional por el cambio de mentalidad o el escaso reconocimiento social, en unos casos, y los bajos salarios en otros explican la escasez de mano de obra

Lunes, 8 de julio 2024, 06:35

No suelen aparecer en las estadísticas del Servicio Público de Empleo (SEPE), seguramente porque el suyo es un trabajo muy estacional, pero lo cierto es que verano tras verano se repite la misma situación: no hay socorristas. Lo confirma Inés Tejerina, la coordinadora de Formación ... de la Federación de Salvamento y Socorrismo de Castilla y León (Fecless), quien apunta que «esto ocurre ya desde hace unos cuantos años» y es un fenómeno general en toda España. De hecho, a pesar de que cada autonomía tiene una normativa reguladora distinta sobre los requisitos que deben cumplir, hay comunidades que se han dirigido a la nuestra en busca de este tipo de profesionales. «Es el caso de Baleares, que ha pedido que por favor vayan todos porque se les va a admitir la titulación», ejemplifica.

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Fecless, que gestiona una bolsa de empleo, también recibe llamadas de municipios de la provincia de Valladolid que necesitan socorristas y no los encuentran, muchos de ellos del Valle Esgueva. «La razón básica es que son pueblos que están muy alejados», y los potenciales interesados o bien no tienen vehículo o no les sale a cuenta ir porque «esta es una profesión que está muy mal pagada y no dan ayuda para transporte ni dietas», critica Inés Tejerina, que recuerda que el sueldo se limita al Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Por eso sentencia: «Que no vengan diciendo que no hay socorristas y por eso no han podido abrir la piscina. No, no es eso. Es que a lo mejor ustedes tienen que subir un poquito».

En ese sentido, la coordinadora de Formación apunta que el perfil tipo de los socorristas es el de «chavales muy jóvenes que quieren ganar algún dinero para sus gastos, como el carné de conducir». Para sacarse el título basta con tener más de 16 años, saber nadar y bucear y, por supuesto, recibir los contenidos que habilitan para realizar esa función. Para esta temporada 2023-2024 Fecless ha organizado 15 cursos solo en Valladolid, con una media de 20 alumnos cada uno, «o sea que alumnos y gente formada hay, pero las condiciones a lo mejor no se corresponden con lo que debería ser», insiste.

«En la construcción se cobra un 20% o 25% más que en otros trabajos»

Alberto López Soto, presidente de Aveco

«En la construcción se cobra un 20% o 25% más que en otros trabajos»

Uno de los sectores donde escasea la mano de obra es la edificación. El diagnóstico del presidente de la Asociación Vallisoletana de Empresarios de la Construcción, Promoción Inmobiliaria y Afines (Aveco), Alberto López Soto, es que «estamos muy mal y cada vez peor, ahora mismo hace falta gente de todas las categorías». «Las obras no se terminan o no avanzan más deprisa por falta de personal», advierte, y la solución no se atisba a medio plazo. De hecho, «la Fundación Laboral de la Construcción organiza cursos para trabajadores y no conseguimos llenarlos a pesar de que son gratuitos», lamenta.

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«Estamos muy preocupados porque no hay relevo», reconoce el responsable de Aveco, que alerta de que «ya no es una cuestión de pagar más porque en la construcción se paga bastante más en otros trabajos. Es verdad que no te dedicas a abrir correos electrónicos, sino que trabajas fuera, pero vamos, al año se cobra un 20% o 25% más que en otros trabajos. Está uno cobrando un salario bastante bueno que ya lo quisieran otras profesiones». Y lo cuantifica. «De peón, estamos hablando de 1.200-1.300 euros empezando sin nada, y enseguida se puede llegar a 1.600-1.800», anima. Por eso cree que en la escasez de mano de obra influye asimismo «la falta de reconocimiento social y que desde la crisis del año 2007 la gente ha buscado otros sectores y no quiere venir a éste».

«En el transporte tenemos un problema a nivel mundial»

Virginia Muñoz, presidenta de Asetrava

«En el transporte tenemos un problema a nivel mundial»

«Tenemos un problema no en Valladolid ni en España, sino a nivel mundial», dice tajante Virginia Muñoz, la presidenta de la Asociación de Empresas de Transporte de Mercancías de Valladolid (Asetrava), que recuerda que según una reciente encuesta de la consultora Nukloo realizada en 36 países «hay tres millones de puestos vacantes» en el sector. De ellos, «entre 1.500 y 2.000 en Castilla y León, y unos 800 en la provincia», detalla. Al respecto de los motivos, señala que «la primera causa es que no hay relevo generacional», algo más que preocupante teniendo en cuenta que «la edad media de los conductores está entre los 47 y los 50 años».

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A esto suma que «actualmente hay ciertas profesiones, no solo la de conductor sino muchas otras, a las que han afectado los cambios sociales a la hora de elegir los puestos de trabajo en comparación con las generaciones anteriores». Es decir, que «no es solo una cuestión económica» ni de condiciones laborales, porque «ha habido bastantes mejoras sociales en los últimos años», sino más bien de mentalidad. Más allá de que «sacarse el carnet sea costoso», circunstancia que la patronal organización empresarial tiene en cuenta y que está intentando paliar mediante «un acuerdo a través de la confederación Cotracyl, que permite conseguir bonificaciones hasta octubre de este año», añade.

«La FP tendría que contar con un área específica de distribución»

Ricardo Fernández, presidente de Adibeva

«La FP tendría que contar con un área específica de distribución»

El presidente de la Asociación de Distribuidores de Bebidas de Valladolid (Adibeva), Ricardo Fernández, coincide en su análisis sobre las dificultades para encontrar mano de obra con el que hacen en otras áreas de actividad con la misma problemática. En el caso concreto de su sector, indica que «estamos igual que todos los sitios porque este es un problema nacional» que, según reseña, «se viene comentando en todas las reuniones que tenemos en la Federación Española de Empresas de Distribución a Hostelería y Restauración, Fedis Horeca».

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En ese foro es unánime la opinión de que «la Formación Profesional tendría que contar con un área específica para este tema» porque a los repartidores no les basta con haber obtenido el carné de conducir específico para su tipo de vehículo, sino que «tienen que tener el CAP de homologación del transporte», es decir, el Certificado de Aptitud Profesional, «y esto no es tan sencillo de conseguir». «En otros tiempos cuando iba a la gente a la mili todo el mundo se sacaba el carnet de conducir de camión y ahora esto no es posible, de manera que el que quiere sacarse un carnet es casi más difícil que una carrera universitaria, aparte del costo», ironiza Ricardo Fernández, quien pide a la Administración «un impulso» porque «no hay relevo generacional, cada vez hay menos gente y desde luego es complicado acceder».

«No hay camareros, no hay repartidores, es todo a nivel general»

Jaime Fernández, presidente de la Asociación de Hostelería de Valladolid

«No hay camareros, no hay repartidores, es todo a nivel general»

Jaime Fernández, el presidente de la Asociación de Hostelería de Valladolid, no oculta su hastío cuando se le interroga sobre la falta de camareros. «Lo he dicho mil veces, no es la hostelería, es a nivel nacional y en todos los sectores. No hay camareros, no hay repartidores, no hay carniceros, no hay pescaderos, no hay de nada. Es todo a nivel general, no sé por qué se ha centrado en la hostelería.», reitera. Y al hilo de esto, afirma que «las distribuidoras tienen más problemas que la hostelería, porque no tienen gente para repartir el producto».

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Las carencias de personal no impiden, tal y como resalta, que los profesionales del sector sigan trabajando para atender al público y «la prueba está en que el turismo gastronómico ha crecido» y en que «la hostelería es donde más gente se está contratando», destaca. Con resignación, Jaime Fernández incide en que «es lo que hay, el problema es el sector servicios, que no hay gente«, y prefiere no aventurar los motivos de que este ámbito sea el que más parados acumula cuando al mismo tiempo hay ofertas de trabajo sin cubrir: «No tengo ni idea. Ni idea. Hay tres millones de parados y habrá que preguntar a quien haya que preguntar, al Gobierno o a quien sea. Yo no soy político». «Ya estamos acostumbrados a esto y no nos queda otra que seguir trabajando y seguir tirando», zanja.

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