Valladolid

Los conservadores ultiman la limpieza de las imágenes de Gregorio Fernández de la Vera Cruz

Las imágenes de Gregorio Fernández del siglo XVII transmiten ahora incluso sentimientos de satisfacción y complacencia, pese a ser obras de dolor y desconsuelo, tras la laboriosa y meticulosa tarea de restauración de los técnicos de Las Edades del Hombre. «Se trata de un trabajo muy cuidadoso, de mucha responsabilidad y de mucho orgullo porque son piezas que combinan la estética patrimonial con la parte devocional» explica la directora del Centro de Conservación y Restauración de la mencionada entidad, Consuelo Valverde, quien se muestra especialmente «satisfecha» de la misión encomendada ante lo que significan estas obras y más en una situación de emergencia como lo acontecido.

Un equipo integrado por ocho técnicos y conservadores afronta durante esta semana «largas jornadas de trabajo intenso» para devolver su máximo esplendor a estas imágenes devocionales y procesionales de la Cofradía de la Vera Cruz de la capital vallisoletana «sin sorpresas respecto a las primeras valoraciones realizadas tras el suceso en la propia penitencial».

El Norte de Castilla se adentra en este quirófano improvisado donde las circunstancias han conllevado que los técnicos hayan realizado doble trabajo sobre las imágenes: el proceso de la mudanza hasta el control de las obras y la propia restauración. Una situación de urgencia pero que se está aprovechando para realizar una completa función referencial y fotográfica de cómo están las esculturas tanto por la situación eventual del polvo y suciedad superficial como hasta el momento previo.

La Catedral da cobijo a las imágenes en una sala de su museo «para mimarlas, cuidarlas y dedicarlas tiempo con la serenidad y cariño con el que fueron cinceladas». Y exactamente en este espacio diáfano están limpiando esta semana ocho imágenes aunque los restauradores y conservadores también otros dos frentes abiertos con figuras: una capilla también de la Seo y el propio templo de la Vera Cruz.

Aspiradores industriales, brocha y paletinas son los principales elementos de faena para retirar el polvo «con mucha paciencia pero con mucho cariño», explica Sara Casas, una de las restauradoras que está abordando el ángel del grupo de La Oración del Huerto, precisamente las únicas esculturas salidas de las manos de Andrés de Solanes, discípulo aventajado de Gregorio Fernández. Consciente de tener entre manos unas piezas «de excelente calidad», esta técnico indaga en todos y cada uno de los pliegues de la talla para retirar la suciedad, incluidas las alas y el cáliz de su mano izquierda y los voluminosos ropajes en varias capas de la imagen.

La imagen más afectada

La Virgen de la Vera Cruz, la escultura mariana titular de la cofradía y que recibe culto en el camarín concebido en el altar mayor de su penitencial, ha sido la talla que llegó a este taller de campaña en peores condiciones, como desvela Consuelo Valverde, señalando que es a la que han tenido que dedicar más tiempo en esta tarea de eliminación de polvo y suciedad. Su posición en la zona central de la iglesia y a una distancia media sobre la cota del suelo ha motivado que la onda expansiva del propio derrumbe de la cúpula le haya afectado más pero, como también advierte la propia directora, «siempre refiriéndonos al polvo producido en el interior en ese momento inicial de la caída de la cubierta y no por el impacto de ningún cascote ni ningún material».

Ya en los momentos de la primera valoración in situ, la propia Consuelo Valverde describía el encuentro con la Dolorosa de Valladolid como una circunstancia especialmente emotiva que incluso la inspiraba ternura y la imagen pedía a la conservadora que la sacase de esa zona un tanto devastada pero con la primera valoración de tranquilidad pese a todo. Ahora, en este discreto espacio de la Catedral, pero también desde la cabecera del mismo, presidiendo la composición de este taller de emergencia, la imagen cumbre de Gregorio Fernández bien parece pedirla un abrazo tras la limpieza, después de esa tarea inicial de salvamento en un entorno un tanto inseguro que ahora a buen seguro cuenta las horas para poder estar frente a frente de sus fieles desde el mismísimo altar de la Iglesia de San Miguel, el templo parroquial matriz de la Vera Cruz que acogerá varias de las imágenes según ya había avanzado el propio presidente de la misma, Raúl Díez Segovia.

Y, a su izquierda, Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna, cuya restauración ha sacado incluso más brillo en la policromía de su desnudez, como remarca la responsable de la Fundación de las Edades del Hombre, quien señala que encontrarse cara a cara con esta obra incluso es «más emocionante y de mayor admiración» por los colores de su policromía donde caben destacar los gestos de sus expresiones de movimiento con caras, manos y pies que le aportan a la imagen revelando a su vez el esplendor de la escuela castellana con los grandes artífices del barroco de la escultura en Valladolid. El Ecce-Homo también muestra su mejor aspecto con brillos que han salido con esta restauración superficial. Así, una y otra imagen, adquirirá incluso mayor expresividad en la calle, en las procesiones, con las diferentes luminosidades que aporta la luz natural y la luz artificial de la vía pública.

El Descendimiento, el menos polvoriento

En esta misma sala, los conservadores Carlos Ávila, Roberto Pellitero y Ana Belén Conde, por su parte, también se afanan en la limpieza del sayón, San Juan, María Magdalena y la Dolorosa de El Descendimiento, un grupo escultórico también de Gregorio Fernández aunque la imagen mariana es una copia de la Dolorosa de la Vera Cruz de 1757 de Pedro León Sedano. Precisamente, según apunta Consuelo Valverde, de entre todas las piezas, éstas son las menos afectadas por la nube de polvo que asoló por momentos el templo penitencial dado que este paso procesional está inserto en una capilla hacia la mitad del templo en su carroza. Respecto a las otras tallas de la composición, el Cristo desenclavado, Nicodemo y José de Arimatea, por las dimensiones de los mismos, están en otro emplazamiento de la Seo para proceder allí a su conservación. Ya por último, el último de los frentes o talleres de emergencia abiertos po3r esta coyuntura, estará en la propia Iglesia de la Vera Cruz donde, entre otras piezas, se limpiará el paso de La entrada de Jesús en Jerusalén, el único paso realizado con papelón de la capital y, por tanto, es el más antiguo de todos cuantos salen a las calles. También en la Casa de Hermandad se restaurará el crucificado del Cristo del Humilladero.

«Sin sorpresas e incluso bastante mejor de lo que esperábamos aún pendiente del seguimiento a corto y medio plazo para comprobar posibles consecuencias de los contrastes de temperatura y humedades que han sufrido durante los días en que estaban en su templo después del desplome», concluye la directora al tiempo que avanza que se reunirán con la cofradía para insistirles en las medidas de manipulación sobre estas piezas «de excelente calidad» pero que a su vez reconoce el «celo y cuidado» con que las manipulan sus cofrades.