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El fuerte estruendo sobresaltó de madrugada a los vecinos de las Calles Cardenal Torquemada, Nebrija y Linares del barrio vallisoletano de La Rondilla y a los viandantes que en esos momentos caminaban por la zona, que vieron cómo un vehículo colisionaba contra ... los coches aparcados. La Policía Local, que recibió «numerosas llamadas» alertando del suceso, acudió con varias patrullas y contabilizó unos 24 turismos dañados.
El conductor se dio a la fuga a pie. Tras llevarse por delante a numerosos vehículos, se empotró contra uno de ellos y quedó cruzado bloqueando la vía en la calle Nebrija. Se bajó del vehículo, lo cerró y huyó. Tras el aparatoso accidente, según explican fuentes del cuerpo local de seguridad, se presentó una persona afirmando que le habían robado el vehículo, que resultó ser el que había causado los daños. La Policía continúa con la investigación para tratar de aclarar lo sucedido e identificar al conductor. Testigos presenciales lo describieron ante la Policía como una persona joven de unos 20 años.
El incidente se produjo minutos después de la una de la madrugada, cuando el vehículo implicado, un Mercedes clase A de color gris, se detuvo en el semáforo que regula el cruce entre cardenal Torquemada y cardenal Cisneros. Testigos que a esa hora caminaban por la calle relatan que ya vieron, en ese momento, una actitud «sospechosa» por parte del conductor. El coche ocupaba el carril derecho, justo al lado de la parada de taxi, que obliga a girar a la derecha hacia cardenal Cisneros. Sin embargo, cuando el semáforo se puso en verde, salió «a toda velocidad» todo recto, cambiando bruscamente de carril para continuar por Torquemada, acercándose bruscamente a los coches aparcados a su derecha.
Cuando chocó con el primero de ellos, «se puso de dos ruedas y casi vuelca», indican los testigos, quienes cuentan cómo el vehículo continuó su camino golpeando a varios vehículos más, para luego girar a la derecha en Nebrija, regresar por Moradas e ingresar en Cardenal Cisneros, en este caso en dirección contraria, donde siguió rozando y golpeando los coches que allí estaban aparcados en batería.
El conductor continuó su reguero de incidentes por la calle Cardenal Torquemada (dio la vuelta a la manzana) y regresó de nuevo a Nebrija, donde ya detuvo su periplo cuando se empotró con otro coche y quedó cruzado en mitad de esta vía.
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