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Condenan a una 'coach' a 5.400 euros de multa por hacerse pasar por psicólogaTribunales ·
La sentencia considera probado el intrusismo profesional y la acusada tendrá que indemnizar al menor de edad con 3.000 euros por daños moralesSecciones
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Condenan a una 'coach' a 5.400 euros de multa por hacerse pasar por psicólogaTribunales ·
La sentencia considera probado el intrusismo profesional y la acusada tendrá que indemnizar al menor de edad con 3.000 euros por daños moralesEl Juzgado de lo Penal 3 de Valladolid ha condenado a la 'coach' Ana Isabel Samaniego Sanz como autora de un delito de intrusismo profesional ... a la pena de 5.400 euros de multa (con responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago) y tendrá que indemnizar al menor que trató haciéndose pasar por psicóloga con 3.000 euros por los daños morales. Según el relato de hechos probados, la madre del menor, que por recomendación del colegio estaba buscando un psicólogo infantil que tratara a su hijo, quien «había verbalizado ideas autolíticas», obtuvo el teléfono de la acusada a través de las redes sociales. Esta «en todo momento se presentó y se hizo pasar por psicóloga», también ante el padre del chico, de forma que ambos progenitores decidieron que este comenzara la terapia con la acusada en diciembre de 2020. Cuando el padre del niño empezó a percibir que el supuesto tratamiento terapéutico no ofrecía resultados y tras consultar con especialistas el método de proceder de un psicólogo, solicitó a Samaniego su número de colegiada y el plan de actuación con su hijo, «momento en el que, a mediados de julio, la acusada reconoció expresamente no ser psicóloga ni tener estudios como tal, sino de 'coach'».
En el mes de mayo el menor se había autolesionado realizándose cortes que resultaron ser superficiales. Todavía en esas fechas, y a pesar de este intento autolítico, la acusada seguía presentándose ante los progenitores como la psicóloga del niño. A mediados de julio de 2021 el padre retiró su consentimiento para que la acusada siguiera visitando a su hijo, después de 27 sesiones en el domicilio de ésta a razón de 50 euros cada sesión. En la actualidad, el menor sigue en tratamiento psicológico con un especialista.
El juzgador pone de manifiesto en su sentencia que la acusada ya en el juicio «resultó incapaz de explicar qué puntos de su trabajo no colisionan con la psicología clínica y cuáles sí» y señala que ha resultado probado que «carece de formación y de titulación oficial y habilitación para su uso» y que se ampara en «una entidad de derecho privado que se desconoce qué es, quién la avala y qué exige para pasar a ser una 'coach'. Respecto a sus declaraciones aludiendo a sus »habilidades en terapia Gestalt«, el magistrado entiende que es otro »ejemplo de intrusismo deliberado« y que la 'entrenadora' aprovecha «lagunas y usa términos que añaden oscuridad en beneficio de quienes pretenden aprovecharse de cierta credulidad generalizada hacia las pseudoterapias». De hecho, subraya, la posibilidad de acceder a la titulación de terapeuta Gestalt «está limitada a licenciados universitarios y dirigida a titulados en Psicología y otros profesionales en el ámbito de la salud», de manera que la acusada tendría vedada esta formación oficial «al carecer de titulación académica en el ámbito de la salud».
Otro aspecto que la sentencia considera «criticable» de la declaración de Samaniego es el argumento de que actuó «por compasión», «una compasión a 50 euros la hora, muy lucrativa y bastante opaca, al no emitir facturas al recibir el dinero». Solo lo hace, y las manda todas de golpe el 29 de diciembre de 2021 y lo hace como 'coach', «cuando es conocedora de la situación judicial, lo que es un ejemplo palmario de preconstitución de prueba».
La sentencia señala además que la prueba aportada por la defensa «termina volviéndose en contra de la acusada» al presentar un «pseudoinforme pericial que carece de las más mínimas exigencias legales para conocer la capacitación profesional de la informante, que ya queda en entredicho cuando se atribuye una titulación que en el acto del juicio ha tenido que reconocer que no existe». Insiste el fallo que en los mensajes que intercambia con el padre se presenta como psicóloga del niño y sostiene que puede realizar terapias por su titulación, aunque «carece de la titulación sanitaria homologada alguna que le habilite».
La titulación que presenta en el juzgado es «absolutamente inservible» porque «son diplomas privados como 'coach' emitidos por una sociedad cooperativa y conseguidos mediante el abono de una inscripción». Concluye el juzgador que la acusada sabía que el menor tenía un problema de salud mental «y ese problema no tiene más tratamiento que el del especialista sanitario adecuado, un psicólogo o un psiquiatra en función de la evaluación, y nunca una 'coach'. No solo se hizo pasar por psicóloga y realizó actos propios y exclusivos de la actuación médica, sino «que hay audios que muestran el reconocimiento expreso de estar ocupándose de la salud mental del menor a sabiendas de su incapacidad para ello y sin estar titulada para ello».
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