Concentración en el Centro de Salud de Parquesol de Valladolid en repulsa por la agresión a una doctora

La consejera de Sanidad, Verónica Casado, ha anunciado este viernes que planteará a la Fiscalía la posibilidad de «penalizar de forma más intensa» los casos de agresiones a sanitarios, que sumaron 387 en 2018, y que van en aumento, la última esta semana a una doctora en Valladolid.

Los tribunales, de acuerdo a los datos facilitados por la Consejería de Sanidad, ya han dictado 224 sentencias penales condenatorias contra agresores a personal de la sanidad regional, 92 de ellas por delito, cifra a la que hay que sumar otras 59 resoluciones de la Junta que sancionan al agresor a multas económicas entre 300 y 600 euros.

La agresión que sufrió la médica en Valladolid el pasado miércoles, cuando una paciente joven sin cita irrumpió en su consulta y la abofeteó reclamando una receta de vitaminas, según fuentes sanitarias, ha provocado hoy el rechazo de los compañeros del centro de salud de Parquesol, en Valladolid, en el que trabajaba, que se han concentrado a la puerta, leído un manifiesto y guardado un minuto de silencio en repulsa de este hecho.

La presunta agresora, de 29 años y que está embarazada, ha negado, en declaraciones a este periódico, el episodio. Asegura que fue su matrona la que le envío a por una receta de vitaminas a su médico de cabecera. Cuando acudió a la consulta, había una sustituta. Le comunicó su necesidad y esta no se lo creyó y le hizo que la acompañara la matrona para corroborarlo. Tras esperar un buen rato y ver que no le hacía pasar, entró en la consulta para requerir la receta, acompañada de su hija a la que llevaba en un carrito. Según su versión, la doctora le dijo que no era urgente y que esperara. «Yo tenía que recoger al niño en el colegio y tenía a la niña llorando; fue entonces la médico cuando empujó el carrito de la niña y yo le devolví el empujón, no fue ningún bofeón». Además, relata que fue ella misma quien se identificó ante la Policía para dar sus explicaciones, mientras hacía cola para solicitar una analítica en el mismo centro, aunque los agentes optaron por arrestarla.

En el Centro de Salud de Parquesol han secundado la protesta la consejera, que durante 30 años trabajó en estas instalaciones, y que ha dicho que no recuerda otras agresiones, y el gerente de la sanidad regional, Manuel Mitadiel.

Los compañeros de la agredida, que acumulaba los pacientes de otro médico que estaba de descanso, han hecho «un llamamiento a la sociedad» para que no haya agresiones, que además de afectar a los agredidos «disturban la relación entre sanitarios y pacientes», en un sistema que es de los mejores del mundo.

La consejera ha incidido en ese incremento de agresiones físicas, verbales o psicológicas, que no «van a consentir» y para lo que ya hay medidas, con sanciones administrativas que pueden suponer multa de entre 300 y 600 euros y llegar a casos de prisión en el caso de que se considere delito, ya que se trata de un delito a la autoridad sanitaria.

«Casi es un problema social», ha sostenido Casado, para quien «la intolerancia y la falta de respeto no pueden existir», y que no sabe a que se puede deber ese incremento de las agresiones, que además son más frecuentes en las sanitarias que en los sanitarios.

La médica agredida denunció lo sucedido y la «Policía se llevó a esa persona», ha explicado la consejera, que ha recordado que la Junta no puede ejercer de acusación particular, por lo que ha animado a denunciar los casos que se produzcan.