Comienza el curso en la Universidad: mascarilla, bufanda y trapos para limpiar la mesa

La mascarilla y siempre y en todo lugar (con una además de repuesto). El puesto en clase, todos los días el mismo cuando sea posible. Nada de aglomeraciones en pasillos, en los baños, en las colas para rociarse gel hidroalcohólico. La Universidad estrena este lunes un curso que tendrá un examen más: el de la responsabilidad frente al coronavirus.

Las facultades han editado guías con consejos para sus estudiantes y el recordatorio de que no han de acudir a clase si tienen síntomas. Se restringirá el uso de ascensores, los pasillos se han señalizado con dirección de circulación y los centros deberán cumplir con las normas de ventilación.

«Entre clases se debe ventilar por lo menos diez minutos. ¿Quién dijo frío? Trae una bufanda», recoge con humor la guía para estudiantes publicada por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación, que recuerda que las clases son de 50 minutos, que se han dejado diez para ventilar entre una asignatura y la siguiente y que, por lo tanto, los alumnos deberán avisar al profesor «vehementemente» si se le pasa la hora, para que respete ese espacio entre clases.

En la Facultad de Educación han fijado horarios escalonados de acceso al edificio por cursos y la entrada deberá hacerse «en fila india». Entre clases, estará prohibido permanecer en los pasillos. Los alumnos tendrán que estar en su aula (si la siguiente sesión es en el mismo espacio) o bien «abandonar el edificio hasta la próxima clase».

También recomiendan que cada estudiante limpie su puesto (mesa, silla y periféricos) antes y después de usarlo, para lo que tendrán que llevar un «trapo». «No pulverices directamente sobre teclados, portátiles o instrumentos de trabajo, hazlo sobre el trapo primero», aconsejan.

En Filosofía y Letras, todas las clases tendrán un kit para esa limpieza (que será usado por el profesor), las máquinas de vending se han separado lo máximo posible y también se recuerda que habrá que ir con ropas adaptadas al frío. Habrá límite de aforos tanto en los servicios de reprografía como en las cafeterías.