La Nochevieja en domingo no seduce al comercio en Valladolid, que opta en su mayoría por cerrar

Establecimientos de alimentación y jugueterías se han apuntado a la apertura comercial de Nochevieja. «No es un día habitual de compra de juguetes, pero sí que notamos ambiente», explica desde el corazón de una calle Teresa Gil con más comercio cerrado que abierto, Amaya Matías, la vendedora más veterana de la tienda Juguettos. Un cartel en el escaparate había informado a posibles clientes que este domingo abrían. «Hemos insistido en ello, en que íbamos a abrir, estos días de atrás», apunta Amaya.

Nochebuena y Nochevieja dominicales no son los mejores días de venta, señalan desde el sector. El potencial cliente está volcado en la familia o orientado a un ocio más hostelero, de vermú festivo, que choca con cargar bolsas por la calle. Entre los comercios que sí se han animado a abrir, el horario ha sido reducido. Hasta después del mediodía o estirado un poco más hacia la tarde. Nochebuena y Nochevieja son jornadas laborales en las que el convenio que regula las condiciones de los trabajadores que atienden a los clientes acorta la apertura. El próximo año habrá cambios y esa hora se fijará como máximo a las 5 de la tarde.

Solera, en Montero Calvo, ha sido una de las contadas tiendas de ropa del centro de Valladolid trabajando en Nochevieja. Abrieron también el domingo pasado, en Nochebuena, que dejó mejor sensación y más movimiento al coincidir con las horas previas de una noche de regalos en muchas casas por la visita de Papá Noel.

«El problema no es abrir, es vender. Es transformar en ventas el esfuerzo que supone abrir», resume Rafael Monedero, presidente de la asociación comercial Avadeco. Asegura que lo que él ve estas Navidades y también le trasladan asociados es que «la gente sale, hay mucha en la calle, pero no compra. Están siendo días de alegría en las calles, pero no tanto en las ventas».

Jesús Ferreras, presidente de la Federación de Comercio y Servicios de Valladolid y Provincia (Fecosva), explica que esa coincidencia de Nochevieja en domingo convierte la jornada en peculiar. Un día, añade Ferreras, «que generalmente va bien al sector de la alimentación. El resto, depende, porque una parte del público que busca ropa o calzado está esperando a las rebajas».

La Nochevieja se sitúa en la antesala de los preparativos de los regalos de Reyes, y eso es positivo para el comercio, pero con las expectativas de las rebajas de enero, lo que frena compras. Esas rebajas, que Ferreras valora que deberían haberse mantenido reguladas, con fecha de inicio marcada oficialmente, previsiblemente se adelantarán estos días por el efecto arrastre del calendario que imponen las grandes superficies y cadenas de moda.

Son días en los que el pequeño comercio pone en la balanza las expectativas de ventas, el esfuerzo económico que supone abrir y la conciliación familiar tras el sumatorio de festivos con apertura comercial que concentra el calendario desde el 'Black Friday' de final de noviembre y durante todo diciembre.

«La forma de comprar está cambiando muchísimo y eso se nota», incide Ferreras. Por ejemplo, en que el 20% de los locales comerciales de la ciudad están vacíos, porcentaje que sube al 25% según qué zonas. El presidente de Fecosva señala que la venta cara a cara siempre tendrá un hueco, el que le da el valor añadido de servicios que no ofrecen las grandes plataformas como la atención personal, los arreglos, poder cotejar el artículo y probarlo. «Salir convencido de que has comprado lo que querías», resume Jesús Ferreras.

Las fiestas navideñas encaran la recta final hacia los Reyes con la petición de los comerciantes al público para que compre en 'modo local'. Todo el año, pero con más motivo en estas fechas en las que el sector hace ciudad contribuyendo con la iluminación decorativa de calles y plazas. «No veo a los de Amazon poniendo el árbol de la Plaza Mayor», apunta Rafael Monedero.

A la campaña navideña le quedan los días previos a la llegada de los Reyes Magos, con el comercio mirando al cielo. La climatología es un factor que pone o quita clientes ante los escaparates. Los meteorólogos auguran jornadas de lluvia. Eso es menos gente en la calle, a la espera de que escampe y con las rebajas calentando motores.

«Somos un sector estratégico, que generamos actividad y empleo, con necesidades que las administraciones deben atender», expone Monedero, que sitúa las esperanzas el sector en el Plan Estratégico de Comercio que tramitan en estos momentos la Junta de Castilla y León.