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Los comedores escolares vuelven a abrir como cada verano desde 2015 para acoger a niños en riesgo de exclusión social o pobreza. En esta edición del programa 'Compartiendo en verano 2019' se han cubierto las 150 plazas disponibles para niños de entre 3 y 14 ... años, que durante los meses de julio y agosto acudirán a los colegios Antonio Allúe Morer, en el barrio de Delicias; María Teresa Íñigo de Toro, en Huerta del Rey; Gonzalo de Berceo, en Rondilla y Miguel Hernández en Pajarillos. Los escolares que participan en el programa dispondrán de una alimentación completa en almuerzo y comida, uno de los motivos para realizarlo cada verano según la concejala de Educación, Infancia, Juventud e Igualdad, Victoria Soto, quien asegura que es una forma de que los jóvenes tengan una comida «saludable», pues «hablamos de niños y niñas que no tienen una nutrición adecuada». Además del aspecto nutricional, 'Compartiendo en verano' permite según la concejala mantener hábitos y relaciones «de manera que no se rompe la forma de relacionarse y hace posible tener oportunidades complementarias que ocupan a los niños en esos ratos de ocio y descanso».
El programa, que cuenta con un presupuesto de 56.430 euros, incluye actividades de animación sociocultural de lunes a viernes desde las 11:00 hasta las 15:30 horas. La oferta es amplia y varía en función de la edad de los niños, pero en general hay actividades de tipo educativo, deportivo, lúdico y sobre todo juegos colectivos que permiten fomentar la convivencia para mejorar las relaciones de los pequeños. «Esta mañana he ido a verles y los mayores jugaban al pañuelo y los más pequeños hacían un puzzle entre todos», explica Soto, quien considera que los «niños de la llave», que es como apoda a aquellos que comúnmente están solos en casa, «lo pasan mucho mejor realizando estas actividades, que les sirven para seguir desarrollándose». En su visita al colegio Gonzalo de Berceo, la concejala pudo ver que los más mayores ayudan a comer a los pequeños y destaca esa colaboración integradora entre ellos. «Tenemos una dieta para niños musulmanes y aquí todos lo ven de manera natural», declara la edil, y destaca esa falta de prejuicios que hay en edades tempranas.
Una razón por la que el Ayuntamiento de Valladolid abre los comedores escolares y organiza actividades lúdicas para los niños es la conciliación familiar. «Muchas familias no tienen la ayuda necesaria para conciliar vida laboral y familiar y este programa permite que sus hijos estén en un entorno acogedor», destaca Victoria Soto. Tan importante como la conciliación es la corresponsabilidad para la concejala, pues «las familias tienen que corresponsabilizarse en las tareas de cuidado de los niños y de la casa, porque si no, ¿qué adelantamos con conciliar si siempre lo hacen las mujeres?».
Por ello, el equipo de gobierno planea presentar el Plan Municipal de Conciliación y Corresponsabilidad el próximo mes de septiembre. La concejala ya había anunciado este marco hace unos meses, pero fue necesario aplazarlo por el Decreto Ley de la Junta de Castilla y León sobre este mismo aspecto. «Tenemos que adaptar el Plan a esta nueva norma y está ya muy avanzado», añade la edil. Hasta que se presente, la concejalía que representa Victoria Soto mantendrá reuniones con las patronales y otros agentes sociales con el objetivo de «mejorar las medidas de conciliación, y los primeros que tenemos que dar ejemplo somos nosotros».
Dentro del plan municipal tendrá vital importancia la sensibilización. «Hay que informar a la sociedad y vamos a hacer campañas desde ya», avanza Soto. Además, será necesario formar a las familias en la corresponsabilidad, pues es «vital» que entiendan su importancia. Entre otras acciones que realizará el Consistorio está el favorecer medidas que ayuden a hacer pensar que «el trabajo se puede hacer de otra manera». La concejala alude al teletrabajo o trabajo desde casa, «cada vez más posible porque muchos se realizan desde un ordenador». Otras medidas pasan por concienciar a las empresas y que, por ejemplo, «tengan en cuenta que cuando un padre o una madre tienen que llevar al niño al médico van a necesitar un tiempo».
Aunque son 150 las plazas disponibles, existe cierta flexibilidad que permite que algunos días acudan más escolares y otros menos, pues se organiza por semanas o quincenas. Aún así no es necesario aumentar el número de vacantes al no haber demanda por parte de los Centros de Acción Social (CEAS) y las familias, pero si fuera necesario en un futuro la concejalía podría aumentar la oferta. El deseo del grupo municipal es que no exista ninguna familia necesitada, «pero para ello es necesario que haya salarios dignos, porque muchos padres y madres trabajan y su sueldo no da para mantener una familia con dignidad». En este sentido, Soto cree que hay más familias perjudicadas en la ciudad que no solicitan acceder al programa de comedor escolar porque les es complicado atenerse a los horarios fijados o, simplemente, porque prefieren realizar otras actividades durante el verano.
Para apuntarse a 'Compartiendo en verano 2019', los padres, madres o tutores de los pequeños tuvieron que presentar su solicitud antes del 28 de junio, aunque de no ocuparlas todas es posible acudir durante el propio programa. «Quedaba una plaza libre y esta mañana han venido dos chavalillos a apuntarse. Hemos admitido a los dos porque como he dicho hay cierta flexibilidad», explica la concejala. Para acceder a una de las plazas, es necesario disponer del informe de uno de los CEAS y acreditar que los niños han dispuesto del 100% de la beca de comedor durante el curso escolar.
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