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J. SANZ
VALLADOLID
Domingo, 14 de octubre 2018
Las previsiones fallaron ligeramente y la suerte quiso que la trayectoria de los restos del huracán Leslie se desviaran durante la madrugada de ayer por encima de la provincia después de adentrarse en la península por el norte de Lisboa y continuar por Zamora su ... peregrinar, ya muy debilitado, hacia el noreste. Y aún así originó rachas de viento que alcanzaron los 70 kilómetros por hora, en el caso de Olmedo, y los 59, en la capital entre las cuatro y las seis de la madrugada, cuando dejó un reguero de daños leves (caídas de árboles, postes de la luz, cascotes e, incluso, un arco de los restos de una iglesia mudéjar) a su paso por suelo vallisoletano.
Solo en la capital se registraron media docena de incidentes que obligaron a intervenir a los Bomberos desde primera hora de la mañana, cuando trocearon una rama de unos cinco metros de longitud que cayó sobre la entrada al Campo Grande por el paseo de Filipinos. Después acudieron a realizar la misma tarea a puntos tan dispares como las calles Alcarria (Barrio España), Alcántara (Pilarica) y el camino de Las Leyes (La Overuela). En este último punto fue un árbol el que mantuvo cortada esta vía durante la mañana.
Los efectivos del Servicio de Extinción de Incendios también tuvieron que asegurar la fachada de un edificio en la calle Sagunto (Batallas) por desprendimientos y de otro, en este caso en la esquina de las calles Juan II de Castilla y Mieses (Huerta del Rey), desde el que cayeron a la vía pública ladrillos del revestimiento de la fachada desde una undécima planta. Este inmueble, que permanecerá acordonado hasta que sea sometido a una revisión, ya sufrió un incidente similar hace catorce años, en febrero de 2004, cuando sus vecinos tuvieron que ser desalojados durante ocho días al abrirse una grieta en la fachada.
Los problemas ocasionados por el viento, eso sí, no causaron daños importantes y tampoco hubo que lamentar heridos ni en la capital ni en el conjunto de la provincia, donde también se sucedieron los incidentes. El más grave tuvo lugar en Mota del Marqués, en la entrada a la localidad por la antigua carretera Nacional VI, donde la caída de un árbol de grandes dimensiones originó el desplome de dos postes de la luz. La posterior intervención de los operarios de Iberdrola permitió despejar enseguida la calzada, aunque permanecerá cortada al tráfico los próximos días, según anunció el alcalde, Gerardo Hernández, para sustituir los postes dañados y volver a colocar el tendido eléctrico, informa N. Luengo.
El viento también derribó ramas y árboles en otros puntos de la provincia, como en La Cistérniga o en Pedrajas de San Esteban, donde tuvieron que acudir los Bomberos de la capital y de los pueblos cercano. En Medina del Campo, además, se produjo un breve corte de la luz.
Y al norte, en Villavicencio de los Caballeros, el viento causó el desplome del único arco que se conservaba del desaparecido cuerpo de la iglesia mudéjar de San Pelayo (solo la torre se mantiene ahora en pie).
Los restos del debilitado huracán Leslie, reconvertido en un ciclón postropical y en una potente borrasca ya en la provincia, no solo trajeron vientos fuertes sino también una ligera llovizna que dejó 1,4 litros por metro cuadrado en la ciudad.
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