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Los coletazos de la borrasca Aitor traerán vientos fuertes y lluvias a Valladolid

La primera borrasca de «gran impacto» de la presente temporada está ya gestada noroeste de la península y acaba de ser bautizada como Aitor. Sus coletazos comenzarán a azotar a la península desde ya y comenzarán a sentirse en Valladolid a partir de esta misma tarde y, sobre todo, en las tres jornadas siguientes en forma de vientos fuertes y las primeras precipitaciones del recién estrenado otoño (astronómico).

La 'campaña' de borrascas como tal comenzó el pasado 1 de septiembre (con el otoño meteorológico) y Aitor, una profunda borrasca formada sobre el Atlántico, es la primera en estrenar el carrusel de nombres de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) por su potencial riesgo para la península, en especial, al norte y oeste.

La borrasca en cuestión comenzará en las próximas horas a lanzar frentes que barrerán la península de oeste a este y que dejará cuatro días consecutivos de vientos fuertes del suroeste y el oeste, en el caso de Valladolid, y precipitaciones que pueden ser puntualmente intensas, sobre todo, en la jornada del jueves. Por ahora, eso sí, no se han activado avisos por fenómenos extremos en el caso de la provincia.

El primer temporal del otoño vendrá a rematar un mes de septiembre que hasta ahora ha sido seco, con tan solo 8,4 litros por metro cuadrado recogidos en la capital (lo habitual para el mes completo son 29,4 litros) y significativamente frío, con una temperatura media que por ahora se sitúa más de un grado por debajo de lo normal, con 17,4 grados (lo habitual son 18,5 para el mes completo).

El balance hídrico tiene visos de incrementarse en estos cuatro días fruto de un carrusel de frentes asociados a la borrasca Aitor y que dará paso a un bajón más notable de las temperaturas en las jornadas del viernes y, sobre todo, del sábado, con máximas que no llegarán a los veinte grados y mínimas que apenas superarán los cinco. Hasta entonces las temperaturas se mantendrán suaves con picos por encima de los veinte grados y mínimas por encima de los diez.

El domingo, coincidiendo con la festividad de San Miguel (29 de septiembre), comenzará un más que efímero veranillo, que dejará una ligera subida de las temperaturas, solo eso, para volver a superar los veinte grados y rondar los 25 al día siguiente. Solo eso. Después, ya en octubre, las temperaturas se estabilizarán de nuevo en torno a los veinte de máxima y los diez de mínima sin más lluvias a la vista, en principio, hasta finales de la semana que viene.

No habrá veranillo como tal y sí el primer temporal de la presente estación. La Aemet, en este sentido, avisa de que los sucesivos frentes que atraviesen la península dejarán este martes «precipitaciones intensas en el norte -y débiles en el caso de Valladolid- ; lluvias persistentes y vientos fuertes el miércoles y el jueves en todo el noroeste, y precipitaciones escasas para poner fin al episodio el viernes, cuando la irrupción de una masa de aire frío traerá un acusado bajón térmico tanto ese día como el siguiente. El domingo volverá a brillar el sol y se estabilizará la atmósfera.

El presente año, en cualquier caso, mantiene aún una temperatura media más elevada de lo normal -solo mayo fue ligeramente más frío- y un superávit hídrico del 45% a la espera de que concluya septiembre.

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