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Los padres de los niños del colegio infantil Santa Calatina de Valladolid han entregado 540 firmas en la Consejería de Educación para solicitar que se revoque la anulación del concierto económico de una de sus tres aulas. Una protesta que también han llevado a ... las redes sociales con una campaña de recogida de formas en el portal change.org y que también alcanza ya los 550 apoyos.
Una orden de la Consejería de Educación publicada el 7 de junio en el Boletín de la Comunidad (Bocyl) recogía los 18 centros privados concertados de la región que sufrirían la reducción de alguno de sus conciertos por aulas por no cumplir los ratios por alumno que establece la Junta. Entre ellos estaba el Santa Catalina, una institución que lleva 45 años abierta a niños de Preescolar e Infantil.
La campaña de protesta de los padres se une a la dirección de este centro, que ha presentado alegaciones para que se revoque la decisión. La ley autoriza a la Administración regional a cambiar los criterios para establecer los ratios de alumnos. Pero, en este caso, desde la dirección del Santa Catalina le dicen a Educación que «carece de sentido que se publique (la orden con las nuevas disposiciones) cuando ya ha finalizado el proceso de escolarización».
Lo que más preocupa a docentes y padres es la situación en la que quedarán los niños con necesidades especiales, debido a discapacidades. Si se mantiene el recorte de fondos públicos, el centro tendría de transformar sus tres aulas en dos, lo que elevaría el número de niños por clase y haría más difícil «el trato familiar y personalizado que recibe cada alumnos», explica el portavoz de los padres del centro, Alfonso González.
En este sentido, progenitores y equipo pedagógico coinciden en que la decisión «perjudica sustancialmente a estos niños que deberían estar en una misma clase, con una única profesora y sin ningún apoyo posible», argumenta el recurso que firma la directora del Santa Catalina, María Ángeles Gallego.
La directora pregunta a Educación si, en la reducción de conciertos como el suyo, «se ha tenido en cuenta el descenso de matrículas como consecuencia de la covid (al ser Infantil no es obligatoria)». También se advierte de que la decisión supone «una discriminación y arbitrariedad», ya que otro colegio de Infantil de Valladolid con similares número de alumnos no se le ha aplicado igual baremo.
«Esperamos que el recurso prospere y se de marcha atrás. Pero, en todo caso, vamos a seguir funcionando y todo va a seguir igual», aseguró ayer María Ángeles Gallego.
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